Google estudia cerrar sus operaciones en China
Google está dispuesto a despedirse del mercado chino. La compañía, el buscador más popular del mundo, ha descubierto que hace unos días hubo varios ataques "altamente sofisticados" a su infraestructura para conseguir acceder a las cuentas de correo electrónico de activistas de derechos humanos en China y una treintena de empresas con sede fuera de este país cuyos sistemas podrían haber sido comprometidos.
La empresa de Internet sospecha que estos ataques se iniciaron en la propia China y ya se han puesto en contacto con las empresas que se han visto perjudicadas además de con las autoridades americanas.
La compañía de Mountain View también ha afirmado que va a dejar de censurar las búsquedas en este país. Desde la compañía no se especificó si es una decisión tomada como consecuencia de estos ataques o porque se ha repensado la política con este país que comenzó hace cuatro años y que tantos problemas de imagen ha costado a una firma que tiene en su estatuto la orden de "no hacer el mal" (do not evil). El fin de la censura significa casi instantáneamente el fin de sus operaciones. "Reconocemos que esto puede significar que tengamos que cerrar Google.com y posiblemente nuestras oficinas en China", se explicó ayer en un comunicado.
Google tiene 700 empleados en este país, la mayoría ingenieros de alta cualificación. Su facturación en China es de unos 300 millones. De momento, responsables del buscador van a ponerse en contacto con las autoridades chinas para intentar buscar una alternativa a la censura pero no parece posible que se llegue a un acuerdo porque en 2006 ya aceptó el control del Gobierno y en junio pasado tuvo incluso que eliminar las búsquedas sugeridas en la página. La decisión de entrar en China aceptando las condiciones de represión impuestas por las autoridades ha sido fuertemente criticada.