La poderosa Bolsa secreta de la gran banca
Un 40% de la negociación de acciones cotizadas que tiene lugar en Europa discurre a través de circuitos privados, ajenos a cualquier requisito de transparencia, divulgación de información sobre precios o supervisión por parte de las autoridades públicas. Es lo que se conoce como mercado OTC (over the counter), un negocio teóricamente bilateral, entre compradores y vendedores específicos. Pero oculta dentro de este maremágnum OTC navega toda una Bolsa organizada con operaciones multilaterales de compraventa de valores. En el argot del mercado se denomina a estas plataformas oscuras de negociación como crossing networks y su volumen es difícil de precisar ya que los implicados no tienen obligación legal de divulgar cifras. Desde la Federación Europea de Bolsas (FESE) se estima que el tamaño de estas redes ocultas es "considerable", tanto que podría representar incluso la mitad del volumen negociado en el mercado OTC, esto es un 20% de toda la intermediación de valores que tiene lugar en Europa.
¿Un negocio siniestro e ilegal? Nada de eso. Detrás de los crossing networks está la gran banca internacional, que reconoce sin empacho los hechos, aunque cuestiona las cifras. El lobby bancario, encabezado por la británica LIBA (London Investment Banking Association), admite sin discusión que un 40% de la negociación europea es efectivamente OTC y que también es cierto que hay crossing network, pero que éste representa sólo un 4% o un 5% de toda la operativa.
Para la FESE, el hecho crucial no es la cifra en sí, sino que hay un volumen sustancial del negocio que pasa a diario sin luz ni taquígrafos... y fuera de los mercados organizados. Las Bolsas tradicionales quieren que la Comisión Europea y los supervisores tomen cartas en el asunto. El quid de la cuestión radica en la directiva MiFID (Markets in Financial Instruments Directive) que entró en vigor a finales de 2007. Entre otras cosas, la MiFID ordenó la negociación de valores y abrió la puerta a la competencia bursátil.
El 40% de la negociación de renta variable en Europa no está regulada
Bajo el paraguas de la directiva MiFID están autorizadas dos tipos de plataformas multilaterales de negociación: los mercados regulados -léase Bolsa tradicional- y los llamados MTF (Multilateral Trading Facilities), tipo Chi-X o Turquoise. Existen unos MTF particulares, con ciertas licencias a la hora de divulgar información, pero sometidas en cualquier caso a regulación y supervisión; algunos ejemplos son Baikal, Liquidnet o Posit. Estos MTF reciben el evocador nombre de Dark Pool (piscina oscura). El mejor resultado conseguido por el conjunto de las MTF ha sido el de llegar a canalizar un máximo de un 8% de la negociación.
La MiFID acepta la operativa OTC, pero ha de ser bilateral, esporádica y nunca una actividad recurrente, unas condiciones que las crossing networks no cumplen. FESE quiere, ya que ellos han abierto sus puertas a la competencia, que todo el mundo pase por el aro y los crossing networks pasen a ser MTF sujetos a supervisión. Los bancos, que también son accionistas y clientes de las Bolsas, no parecen estar por la labor. El asunto va para largo.