La recuperación en V, clave para el éxito de la deuda empresarial
Los expertos prevén rendimientos inferiores a los de la Bolsa en 2010
Ha sido uno de los activos estrella este año. Y ha sido una vía de financiación extraordinaria para las empresas en un momento en que las entidades financieras cerraron el grifo del crédito. Pero el atractivo de la deuda corporativa pende de un hilo. Dependerá de si la recuperación económica es intensa, en forma de V, o bien se produce una nueva desaceleración, dando al ciclo la forma de una W.
La deuda corporativa ha vivido un auténtico rally en los últimos seis meses, como reacción a los precios insultantemente baratos que alcanzaron los bonos en el peor momento de la crisis. En aquel momento los precios se desplomaron y los rendimientos de las emisiones, que se mueven a la inversa, se dispararon. El diferencial de los tipos que exigía el mercado a la deuda de las empresas con respecto a la deuda pública llegó a superar los 600 puntos básicos (un 6%), para la emisiones de riesgo moderado (Baa, según la agencia de calificación Moody's), frente a una media de 300 puntos básicos en los últimos 20 años. Las emisiones de calidad más elevada vieron subir sus diferenciales hasta 300 puntos básicos, 100 puntos por encima de la media.
Pero entonces intervinieron las autoridades económicas y monetarias para evitar la quiebra del sistema financiero, y muchos inversores hallaron un filón. "En el peor momento de 2009, el mercado llegó a descontar una tasa de quiebra del 13,5% en dos años en las emisiones con grado de inversión, cuando la media de quiebras durante periodos de cinco años se sitúa históricamente en el 0,9%", señalan en Banif.
2010 será un año más volátil para el crédito que lo que ha sido 2009
La rentabilidad media de los bonos corporativos en los que va de año supera el 35% en Estados Unidos y Europa. Pero los diferenciales con la deuda pública se han estrechado y el potencial es más limitado. Nadie pagaría más por un bono de empresa que por el de un Estado, que presumiblemente siempre será más solvente, con lo que el tipo de interés del crédito, siempre es superior, en mayor o menor medida, que el de la deuda pública.
"Esperamos que en la recuperación las acciones arrojen mejores retornos que el crédito", afirma Puneet Sharma, director de la estrategia europea de crédito de Barclays Capital. "Hasta la fecha ha sido al revés, simplemente porque el crédito ha subido mucho desde el peor momento de la crisis. Ahora la Bolsa tiene más potencial. No creemos que el crédito vaya a tener el año que viene los retornos de este año". De la misma opinión es Phillipe Kellerhals, gestor del fondo Oyster Credit Opportunities, de Oyster Funds. "El escenario era muy atractivo a comienzos de año; ahora es más difícil".
A pesar de todo, es una apuesta en la que todavía confían numerosos asesores, especialmente si se confirma una recuperación económica en forma de V; es decir, si no hay una recaída del crecimiento el año que viene. Ese primer escenario es favorable para activos como la renta variable y la deuda corporativa.
Pero los expertos no descartan volatilidad incluso en el escenario más benigno, porque una mejoría sustancial de las economías podría venir acompañada de subidas de tipos de interés oficiales. "Un escenario de subidas de tipos puede ser incómodo para los gestores que apuestan por la subida de los bonos de empresa", confirma Kellerhals.
Puneet Sharma opina que esa volatilidad será coyuntural. "La pregunta ahora es si la recuperación va a ser en forma de V, no si subirán los tipos. Si es así, el crédito tiene potencial. Cuando se retiren los estímulos monetarios, veremos un aumento de la volatilidad, que luego revertirá para dar un nuevo impulso al crédito".
Alternativas: retorno absoluto y subordinadas
El largo recorrido de la renta fija corporativa limita los retornos para el año que viene. Aunque los expertos creen que el mercado no está normalizado del todo, reconocen que hay que mirar mejor cada emisión y los plazos de las mismas. "Creemos en una recuperación en V, y en este contexto, lo aconsejable es estar en tramos bajos de la estructura de capital como deuda subordinada", subraya Puneet Sharma, de Barclays Capital. La deuda subordinada ofrece rendimientos superiores porque el pago del cupón suele depender de que la compañía obtenga beneficios, y porque en caso de quiebra, el acreedor de esta deuda cobra después del acreedor ordinario.Otra alternativa son los fondos de renta fija de retorno absoluto, que sacan partido tanto de las subidas como de las bajadas del precio de los bonos. Esto último lo logran a través de la venta de seguros de crédito o credit default swaps (CDS). Oyster Funds acaba de lanzar un fondo de estas características denominado Oyster Credit Opportunities.Los expertos opinan que aún no es momento de invertir en high yield o bonos de alto rendimiento.