La CNMV aboga por limitar el papel de la CE en el nuevo sistema de supervisión
El proceso de creación de un sistema de supervisión financiera europeo avanza. Sin embargo, las dudas y las discrepancias entre los actores nacionales dejan entrever algunos flecos en el proyecto. La CNMV abogó ayer por la limitación del poder de la CE en el nuevo órgano.
El vicepresidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Fernando Restoy, señaló ayer como uno de los aspectos más importantes en el nuevo proyecto europeo de supervisión financiera la independencia que tengan las tres autoridades supervisoras que conforman el Sistema Europeo de Supervisores Financieros (ESFS) -banca, mercado de valores y seguros-.
"Apoyamos la propuesta de la Comisión Europea, pero será fundamental limitar el papel de la CE en el funcionamiento de las nuevas autoridades que se creen", destacó Restoy durante su intervención en un foro financiero organizado por el IESE ayer en Madrid.
La directora general del Tesoro y política financiera del Ministerio de Economía y Hacienda, Soledad Nuñez, confirmó que este punto constituye uno de los más polémicos del proceso y aseguró que "las autoridades supervisoras podrán hacer sus propuestas a la CE, que a su vez podrá realizar enmiendas sobre ellas que cambien la norma, lo que podría restar poder a los nuevos órganos".
Nuñez señaló que otro de los aspectos que más se han debatido hasta la fecha es la capacidad de las autoridades europeas para dirigirse directamente a las entidades individuales. "Las recomendaciones podrían llegar directamente a las entidades si los supervisores nacionales no toman medidas ante la recomendación, en caso de emergencia o si existiesen disputas entre los supervisores. Muchas personas están en contra de la supervisión directa de las entidades", añadió.
En este sentido, el presidente de la Asociación Española de Banca (AEB), Miguel Martín, explicó durante su intervención que los supervisores bancarios siempre han tenido el deber de velar por la estabilidad del sistema, pero no de las entidades financieras como entes individuales. "Las entidades deben poder quebrar. De hecho, en el caso europeo es esencial que lo hagan y la reacción de las autoridades para solucionar la crisis es justamente la contraria", destacó.
Martín alabó, sin embargo, la propuesta que implica una mayor implicación del Banco Central Europeo, que dará soporte al Consejo Europeo del Riesgo Sistémico (CERS), la parte de supervisión macroprudencial del proyecto que ya se encuentra prácticamente cerrado. Este nuevo órgano tendrá solamente carácter asesor y no capacidad vinculante, lo que hace más fácil su aprobación.
Según el calendario, se espera que el proyecto se ponga en marcha a mediados o finales del próximo ejercicio.
El Banco de España también duda
El Banco de España mostró ayer su apoyo a las propuestas europeas, pero señaló también varios puntos "paradójicos", según destacó José María Roldán, director general de regulación de la entidad supervisora. Desde su punto de vista, algunas de las medidas suponen un retroceso en el camino de crear un mercado único europeo."Es lógico que en el momento difícil que se está viviendo las autoridades se preocupen por lo que sucede dentro de sus fronteras, pero será algo que se deba vigilar", aseguró.Además, destacó que los presidentes de las tres nuevas autoridades europeas tendrán que ser figuras de mucho peso para garantizar el buen funcionamiento del Sistema Europeo de Supervisores Financieros (ESFS).