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Columna
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Deutsche Bank: pasen y vean

Los resultados de Deutsche Bank han sido todo un regalo. Su banco de inversiones ha tenido el mejor tercer trimestre de su historia en ventas e ingresos: 3.100 millones de euros. Pero Deutsche está teniendo más éxito que sus competidores en superar sus propios registros.

Puede que se esperase que el gigante alemán obtuviese mejores resultados que el resto debido a su papel de ganador en la crisis. Es cierto que Deutsche consiguió aumentar los ingresos por venta de acciones en el tercer trimestre, aunque a sus rivales les disminuyese. Pero luchó para hacer crecer su tradicional ventaja en ingresos fijos. La caída del 13% en los ingresos en el segundo trimestre era similar al de sus competidores, pero el negocio de Deutsche en esta área ha caído más del doble que el de la competencia en lo que va de año.

En Deutsche pueden presumir de contar con pilares sólidos. Uno de ellos es poner menos dinero en riesgo en el día a día -aunque hagan lo mismo sus competidores-. Las dos adquisiciones planeadas contribuirán a diversificar más sus ganancias.

Pero cualquier beneficio que se pueda acumular con estas operaciones probablemente se verá eclipsado durante algún tiempo por las provisiones de pérdida de préstamos. El porcentaje de créditos perjudicados sobre el total aumentó en el tercer trimestre. Y la decisión de Deutsche de cambiar 35.000 millones de euros en activos de su balance comercial al de banca será bien aceptado en 2010.

Deutsche puede decir que hizo bien al no ceder ante la presión para ampliar capital cuando sus acciones cotizaban a la mitad de los 50.000 millones de euros que cuestan ahora. También puede hacer bien en pensar que si los reguladores o la estrategia le exigen que rellene sus cofres serán los propios mercados los que le obligarán. Pero la terquedad de Deutsche viene de su valoración. En este sentido, el gigante alemán no sólo está superando sus mejores registros, sino también los de la competencia.

Por Jeffrey Goldfarb

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