El filón bursátil de América Latina
Las inversiones en renta variable latinoamericana brillan muy por encima del resto de zonas geográficas. Lo que ha posibilitado esta estadística es el comportamiento de la economía brasileña, que ha resistido la crisis financiera.
Varias han sido las claves que han aupado a Brasil como una de las locomotoras del crecimiento mundial, un honor que disputa a China en su carrera por ostentar la hegemonía económica entre las áreas emergentes. El factor clave ha sido su robusta demanda interna, una variable que ha hecho las veces de pilar del crecimiento ante un comercio mundial congelado por la ausencia de crédito.
El otro gran factor del éxito ha sido una política austera. La disciplina económica y monetaria de Brasil y su evidente éxito se han visto así refrendados por las agencias de calificación. Moody's, la última en discordia, subió la semana pasada la nota de la deuda brasileña al grado de inversión.
La otra gran economía del continente, México, recupera con celeridad el tiempo perdido. El estallido de la gripe A ha puesto en serio peligro la incipiente recuperación mejicana. Tras el fuerte deterioro del crecimiento en el segundo trimestre, que ha supuesto un dramático descenso del 10% del PIB, su economía parece haber tocado fondo toda vez que el índice más representativo de su bolsa, el Mexbol, recobra el pulso arrojando una rentabilidad anual superior al 30%, lo que anticipa ya el efecto positivo que tendrá sobre su economía el fin de la crisis en los Estados Unidos.
Latinoamérica es la apuesta clara ante el cambio de ciclo. No hay ningún motivo para desconfiar de su potencial. Su crecimiento es equilibrado y armónico, lejos de las llamativas cifras de las economías asiáticas, controvertidas por su propia naturaleza y por la duda de su sostenibilidad.
Alejandro Varela. Gestor del fondo Renta 4 Latinoamérica