Bernanke urge a que se concrete la reforma del sistema financiero
La Fed cree que el mercado de las titulizaciones se simplificará El presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, tomó ayer el testigo al presidente Barack Obama y urgió a Washington a reforzar urgentemente la estructura financiera de la banca a través de una reforma regulatoria. Sus palabras llegan el día en el que Citigroup comienza a negociar la salida del Gobierno de su accionariado, donde controla el 34%.
Bernanke no dejó que el discurso que el presidente hizo el lunes en Nueva York a favor de una rápida reforma en la regulación financiera dejara de resonar. En una intervención en el centro de estudios Brookings, el responsable de la autoridad monetaria desmpolvó un discurso que pronunció a mediados de agosto para unir su voz a la del presidente y pedir al congreso una acción urgente "para solventar la debilidad estructural en el sistema financiero, particularmente el marco regulatorio".
Bernanke dijo que hay que asegurar que los enormes costes en los que se ha incurrido en los últimos años "no vuelven a ser necesarios".
El presidente de la Fed está, sin embargo, en una posición delicada en esta reclamación porque uno de los capítulos más contenciosos de la reforma refuerza a la autoridad monetaria convirtiéndola en reguladora del riesgo sistémico. Es una atribución que Bernanke favorece porque eso le daría las herramientas necesarias para hacer frente a una crisis como la que hace un año en estos días se vivió con el derrumbe de Lehman y AIG.
Quienes están en contra de que se le conceda este poder regulatorio consideran que dado el tamaño del sistema financiero, esta institución podría comprometer su labor como autoridad monetaria.
Bernanke dijo las condiciones financieras continúan "bajo una alta presión". El presidente, de hecho sugirió que el mercado bancario en la sombra en el que se han desarrollado las titulaciones de créditos seguramente será mucho más pequeño que antes de la crisis y más simple. "Me imagino que en el medio plazo no volverá al tamaño que tenía antes", explicó. "Los cambios en estándares contables y regulatorios reducirá los beneficios que tienen los créditos bancarios fuera de balance".
Citi negocia con el Tesoro
Las palabras de Bernanke llegaban el mismo día en el que se daban pasos para avanzar en la normalización de la situación bancaria. El Tesoro y Citigroup han comenzado a negociar la salida ordenada del Estado en su capital que asciende al 34%. El plan es empezar a vender a inversores, a partir de octubre, parte de las acciones comunes que posee después de haber inyectado 52.000 millones de dólares. Los analistas creen que dado que Citigroup se ha revalorizado en Bolsa, el Tesoro podría tener un beneficio de unos 10.000 millones de dólares.
La otra cara de la moneda, Bank of America, otra entidad fuertemente intervenida por el Estado, tiene desde ayer otro frente. El juez de Manhattan, Jed Rakoff, que tenía que aprobar un pacto extrajudicial al que llegó con la SEC para zanjar el caso de los bonos a los empleados de Merrill Lynch poco antes de su venta a Bank of America, ha decidido mandar el sumario a juicio. Rakoff considera que el pacto de 33 millones de dólares con la SEC sobre bonus de 3.600 millones no es "ni justo, ni razonable, ni adecuado".
Brown obligará a la banca a hacer un "testamento"
Mientras que el Gobierno de EE UU urge para realizar una reforma legislativa del sector financiero, el Ejecutivo del laborista Gordon Brown prepara una nueva normativa por la que obligará a los bancos británicos a redactar una especie "de testamento vital" que facilite su disolución en una hipotética nueva crisis. Así lo confirmó el ministro de Economía británico, Alistair Darling, en una entrevista publicada ayer por el diario Financial Times, en la que precisa que esta propuesta, que ha desatado las críticas en el sector, podría estar lista para otoño. Según el canciller del Exchequer, la nueva ley establecerá un estricto calendario para que los bancos simplifiquen sus estructuras y elaboren un plan de disolución, que se ejecutaría en caso de que se declarase en quiebra. "Me preocupa que la estructura de una organización gire más en torno al ahorro de impuestos que a razones de eficiencia", apuntó Darling en referencia a la banca.