"A los licenciados este año les está costando colocarse"
Es la excepción dentro de un círculo laboral tradicionalmente masculino. Dirige a un centenar de abogados de Uría Menéndez en Barcelona.
Explica con mucha energía que la crisis no está afectando al volumen de trabajo de su firma. Debe ser la misma fuerza que le ha permitido subir dos veces a los Alpes en bicicleta (incluyendo el Alpe d'Huez que los aficionados al Tour conocen bien). Licenciada en Derecho, empezó su carrera en Accenture y a los dos años, en 1991, decidió entrar de lleno en la abogacía en Uría Menéndez. En 2008 fue nombrada directora adjunta de la oficina de Barcelona y desde enero es la número uno de la firma en Cataluña.
¿Cómo les está afectando la crisis?
Más que en el volumen, en el tipo de trabajo. Ha caído todo lo que tiene que ver con inversiones y se ha paralizado fusiones y adquisiciones. Por otro lado, ha aumentado lo relacionado con refinanciación y energías renovables, aunque se ha parado el boom que registró hace algunos meses. En laboral, hemos pasado de tratar stock options a reestructuraciones, aunque ya las hacemos desde hace tiempo para el sector de la automoción. Las empresas tienen menos presupuesto para gastar en abogados y los honorarios son el primer tema a tratar, cuando antes ni se preguntaba.
"Veremos fusiones, pero no será una solución generalizada como en las cajas"
¿Cuáles son las previsiones para el cierre de 2009?
Por como ha ido el primer semestre, con crecimiento de dos dígitos, parece que cerraremos bien, pero las cosas se han vuelto imprevisibles. De hecho ya nos preocupa 2010. Mi percepción es que estamos en la última fase de la desaceleración, afortunadamente hay negocios que no se ven afectados por la crisis, y otros son anticíclicos. Lo que no sé es cuánto tiempo tardaremos en salir en España. Soy moderadamente pesimista.
¿Tiene sentido hablar de lucha por el talento como hasta ahora?
Seguimos teniendo interés por formar bien. Contamos con un programa de formación que nos posiciona muy bien como empleadores. Durante el primer año el abogado dedica un 50% de su tiempo a la formación, y no está asignado a un departamento, sino a dos, para que pueda escoger entre dos caminos. Hemos notado una disminución drástica de la rotación del personal, hace sólo dos años había muchísima, por la entrada en el mercado de despachos nuevos que fichaban; la situación ha cambiado radicalmente. Además, hasta ahora los licenciados se colocaban fácilmente, y los de este año son los primeros a los que les está costando. Los grandes despachos antes no eran la primera elección, porque se trabaja mucho, ahora les interesa más empezar a trabajar y no miran tanto dónde.
¿Qué rasgos tenéis en cuenta para contratar?
Varios rasgos, pero la primera referencia es el expediente, es lo más reciente y una pista sobre si el candidato es buen estudiante y tiene capacidad de trabajo.
¿Un buen expediente garantiza un buen abogado?
Eso sólo lo puedes saber con el tiempo; puede tener unas habilidades para ser buen abogado, pero faltarle otras como saber relacionarse o trabajar en equipo. Sólo el tiempo dice si hay madera de abogado y sentido común para aplicar el Derecho.
¿Es más difícil para una mujer llegar a primera línea en una firma de abogados?
Desde el principio te das cuenta de que conciliar es difícil cuando se ejerce la profesión en grandes despachos. Es difícil mantener el ritmo, es un problema de la propia profesión. Pero en Uría Menéndez desde hace tiempo se están dando muchas facilidades para conciliar. Tenemos varias socias con reducción de jornada que se reincorporarán después plenamente.
Pero sigue habiendo pocas mujeres en la cúpula.
Esto va a cambiar, porque salen más mujeres que hombres de las facultades; cuando yo empecé había muy pocas mujeres. Es cierto que en la dirección de nuestra empresa también la mayoría son hombres, pero no puede decirse que exista un techo de cristal. Lo que pasa es que en una etapa esencial para el desarrollo de la carrera profesional, entre veinte y muchos y treinta y pocos, muchas mujeres están durante tres o cuatro años más dedicadas a los hijos que a la profesión, y eso tiene que notarse a la fuerza.
¿Prevé muchas fusiones entre bufetes?
Nuestro sector se sobredimensionó mucho con el crecimiento de la economía española y, si todo cambia mucho, habrá que redimensionarse, adaptarse a esa economía decrecida. En cuanto a fusiones, hemos visto algunas, como la de Gómez Acebo y Rodés y Sala, y veremos otras. Hay buenas oportunidades en el mercado para que una firma pueda complementar aquellas áreas que le faltan, pero no va a ser una solución generalizada, como parece entre las cajas de ahorros.
"En Derecho se valora más al profesional"
Uría Menéndez ha sido seleccionada entre las 17 mejores firmas europeas por su tratamiento del conocimiento y de la innovación por la consultora Teleos y la web The Know Network. Es el único bufete que figura en la lista, junto a empresas como BP, Ericsson, Ikea, Kerry Group, Nokia, Novartis, SAP, Siemens, Unilever o la española Mondragón. Entre los indicadores analizados se encuentran "el éxito en el establecimiento de una cultura corporativa y de aprendizaje continuo, y la entrega de soluciones de valor añadido a los clientes".Uría Menéndez es la tercera firma española por tamaño, después de Cuatrecasas y Garrigues, según explica Ariadna Cambronero, directora de la firma en Barcelona. No hay ninguna de las extranjeras que alcance el tamaño de las tres. Además, "bastante más del 50%" del sector está en manos de firmas nacionales. Y agrega que "a nuestro favor está que en Derecho se valora al profesional. No es como en consultoría, para comprar un sistema te fías del nombre de la consultora; para un pleito buscas una relación personal, por eso la conciliación es difícil, somos como médicos, con horarios extensos, tenemos que estar disponibles para según qué".