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Crisis financiera

Malo de Molina cree "inevitable" que algunas entidades financieras aborden procesos de saneamiento

El director general del Servicio de Estudios del Banco de España, José Luis Malo de Molina, aseguró hoy que es "inevitable" que algunas entidades financieras se vean obligadas a abordar "procesos de saneamiento y de reestructuración" a causa de la crisis económica internacional.

Malo de Molina intervino en una mesa redonda titulada 'Presente y futuro del sistema financiero español' dentro del tercer curso de verano de la Universidad CEU Cardenal Herrera, 'Reflexionando sobre la crisis económica', organizado por el Departamento de Economía y Empresa de la institución académica.

En este sentido, manifestó que los beneficios de los bancos y cajas ya se ha reducido en 2008 y vaticinó que esto "continuará durante el presente ejercicio". No obstante, aseguró que la situación de tensión "no afectará a todos por igual".

El director general subrayó que es necesario "preservar los valores" del sistema financiero español, para que, una vez superada la crisis, "la restricción del crédito", que se ha adoptado en la actualidad por parte de las entidades, "no sea una rémora para el crecimiento".

Asimismo, consideró que tanto el sistema regulador como las propias entidades tienen que adoptar diferentes medidas para hacer frente a la coyuntura económica. De este modo, consideró que el sistema regulador debe "prever una mayor reforzamiento de las redes", a través de medidas como el Fondo de Reestructuración Bancario, que fue aprobado el pasado viernes en el Consejo de Ministros; mientras que las entidades deben esforzarse por "preservar la solidez mediante un aumento de la rentabilidad y una reducción de costes".

Malo de Molina hizo hincapié en que los bancos se están haciendo "más exigentes" a las concesiones de crédito tanto para las empresas como a las familias, aunque las condiciones "están siendo menos restrictivas" a lo largo del primer trimestre de 2009. De este modo, alertó de que de "una infravaloración del riesgo" se ha pasado, "posiblemente, a un excesivo miedo".

No obstante, señaló que la demanda de préstamos también "cae trimestre tras trimestre", especialmente para los créditos que se solicitan para la compra de vivienda o para otros gastos. En el caso de los préstamos a empresas la reducción de demanda es menor, según precisó.

Al respecto, el director general del Servicio de Estudios del Banco de España hizo referencia a la Encuesta de Préstamos Bancarios que refleja que las razones que esgrimen las entidades financieras a la hora de negar o de restringir la concesión de un préstamo son las expectativas del conjunto de la economía en general, la del sector, y la solvencia de los demandantes, "más que la disponibilidad".

Así, del porcentaje de las empresas que no han conseguido la financiación requerida, se desprende que "son las empresas con un situación más débil, bien porque tienen menos beneficios o pérdidas, o porque tienen mayor nivel de endeudamiento las que tienen más dificultades" para obtener los créditos.

Pymes e inmobiliarias sin financiación

En concreto, el 35 por ciento de las gimes encuestadas revela que no ha conseguido la financiación deseada, frente al 10 por ciento de las empresas más grandes. Lo mismo ocurre con las compañías del sector inmobiliario, ya que un 30 por ciento de éstas asegura que no cuenta con los recursos suficientes por parte de los bancos.

Por lo que se refiere al nivel de endeudamiento, apuntó que la economía española "ha pasado de ratios de endeudamiento excesivamente bajos a aumentar sus niveles", hasta acercarse a cifras de países como Estados Unidos o Reino Unido.

En cuanto a cómo ha afectado la crisis internacional al sistema español, Malo de Molina aseveró que las entidades españoles se enfrentaron a esta coyuntura con una "posición muy sólida" y con "altos niveles de rentabilidad", debido, en parte, a "las lecciones que España había aprendido por crisis anteriores".

Por ello, las entidades españolas mantuvieron el modelo de banca tradicional, y rechazaron "el modelo de generar para distribuir", ya que "los riesgos no se pueden transferir a terceros", como ocurre con las hipotecas subprime. En segundo lugar, señaló que el "negocio interno de los bancos era muy boyante".

En este sentido, el sistema nacional no se ha visto demasiado afectado por los efectos directos de la crisis, pero sí por los indirectos, ya que la coyuntura desfavorable ha conllevado que "no fluye liquidez en el ámbito internacional y los mercados internacionales están bloqueados".

Así, concluyó que "aunque las entidades españoles prácticamente no se han visto perjudicadas por la primera oleada de la crisis, sí se ven afectados por el impacto de la morosidad internacional", por lo que "habrá más tensión sobre la cuenta de resultados y sobre la rentabilidad" de las entidades.

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