Trichet reclama moderación salarial y sugiere abaratar el despido en España
El presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, reclamó ayer una reforma laboral que retire la vinculación de los salarios a la inflación y que reduzca los "onerosos" costes del despido. En un discurso similar al del Banco de España, Trichet pidió reformas estructurales al encontrar agotado el margen de endeudamiento e intervención fiscal.
En un multitudinario almuerzo-coloquio celebrado en un hotel de Madrid y patrocinado por el Foro Nueva Economía y BBVA, Trichet tildó de "extremadamente importante" limitar las rigideces del mercado laboral español, y dio pistas sobre el camino a seguir: por una parte, que las negociaciones salariales se adapten a la situación particular de cada empresa y que las remuneraciones se desliguen de la inflación. Por otra, que se modifique la tipología de los contratos, cuyos costes de despido son actualmente "onerosos" para las empresas.
Para que quedaran pocas dudas, Trichet se mostró "completamente de acuerdo" con la necesidad de reforma laboral expresada por el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez (presente en el acto) quien también ha reclamado de forma indirecta un abaratamiento del despido en los contratos fijos.
El presidente del BCE resaltó que la idoneidad de flexibilizar los mercados no se ciñe al sector comercial. A su juicio, una parte muy vasta del sector público "no siente el calor" del aumento de la competencia internacional, por lo que consiente aumentos de costes que acaban repercutiendo en la inflación. En definitiva, la deseada moderación salarial, según Trichet, debe abarcar también a los funcionarios.
El máximo decisor de la política monetaria europea dejó claro que "en España, como en todo la zona euro, estamos en el límite de lo que es apropiado" en materia de estímulo fiscal para salir de la crisis. Por ello, reclamó a los Gobiernos buscar "el difícil equilibrio entre las necesarias medidas inmediatas y el regreso al camino de la sostenibilidad". De momento, Trichet llamó a los Ejecutivos nacionales a aplicar "cuanto antes" el conjunto de las históricas intervenciones presupuestarias aprobadas; sin embargo, dejó claro que la balanza está hoy más inclinada hacia la necesidad de regresar al equilibrio en cuanto se pueda.
En este punto, las palabras de Trichet coincidieron con el mensaje del último informe anual del Banco de España, en el que Ordóñez constata la "práctica finalización" del margen de incidencia fiscal y, por ello, tilda de "más necesarias que nunca" las reformas estructurales.
Trichet llegó a afirmar que el efecto inmediato de los estímulos fiscales quedará diluido si los gobiernos no elaboran "un camino creíble hacia la recuperación de la estabilidad", porque, en tal caso, tanto las empresas como las familias perderían confianza en el futuro, deteriorando aún más la demanda interna en el corto plazo. Esas palabras pudieron leerse como un mensaje velado hacia el Gobierno español, que cuenta con un déficit presupuestario de casi el 10% del PIB este año y pretende recortarlo hasta el 3% en 2012. En todo caso, el economista francés calificó de "hipótesis absurda" la posibilidad de que la Unión Económica y Monetaria opte por expulsar a España o cualquier otro país por indisciplina presupuestaria. "La zona euro fue una decisión de compartir para siempre un destino común", resumió Trichet, si bien reiteró que "sigue siendo extremadamente importante volver al camino de la sostenibilidad fiscal".
"Debemos mantenernos alerta"
El presidente del BCE concedió que existen "unos primeros signos sobre el hecho de que la contracción económica se está desacelerando", aunque destacó la necesidad de "permanecer alerta". A su juicio, las aguas sobre las que se mueve la economía europea son "desconocidas", y todavía "existen riesgos de que emerja una turbulencia financiera inesperada". La mejor receta, de nuevo, "reformas estructurales y vuelta a la sostenibilidad fiscal a medio plazo".
Tipos "adecuados"
Trichet eludió opinar sobre la próxima evolución de los tipos de interés en la zona euro. El BCE los ha recortado en 3,25 puntos desde octubre, aunque el 1% actual sigue superando los de EE UU o el Reino Unido. "Los niveles actuales son los adecuados" zanjó.
Presencia de Solbes y ausencia de Salgado
El almuerzo-discurso de Trichet hizo necesaria la habilitación de tres grandes -y abarrotadas- salas de uno de los mayores hoteles de Madrid. En la mesa principal, junto al líder del BCE, se encontraba el presidente del BBVA, Francisco González, y el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, quien calificó de "admirable" la ejecutoria de Trichet frente a la inflación y la actual recesión global.También les acompañaban como comensales el miembro del Comité Ejecutivo del BCE José Manuel González Páramo y el ex vicepresidente primero del Gobierno y ministro de Economía, Pedro Solbes, hoy sólo diputado por Alicante. No asistió, en cambio, ningún miembro del Gobierno. Su sucesora, Elena Salgado, se encontraba en Londres departiendo con su homólogo británico, Alistair Darling.