Mitos en los fondos, parte I
Existen algunas asunciones ampliamente aceptadas en el mundo de los fondos.
En el sector profesional del mundo de la inversión existen algunas asunciones y modos de operar con respecto a los fondos de inversión que convienen ser revisados a la luz de los datos. Estas apreciaciones y enseñanzas son también útiles para el inversor minorista (el llamado inversor de la calle) a la hora de elegir fondos que van a formar parte de su cartera de inversión.
La primera de ellas es la que hace referencia a uno de los criterios más extendidos a la hora de seleccionar fondos, y que es la necesidad de que los mismos cuenten con un mínimo de historia. Dicha historia necesaria puede oscilar desde un año hasta 10, dependiendo del tipo de inversor profesional o la institución concreta que realiza la selección. Este modo de operar es razonable en cuanto a la justificación de que es aconsejable tener un histórico de rentabilidades razonable que nos permita analizar y evaluar desde un punto de vista cuantitativo la evolución del mismo.
Sin embargo, una de las preguntas que rápidamente les puede surgir a algunas personas es si al dejarnos fuera de nuestro radar de inversión a nuevos fondos, ya que no tienen historia suficiente, estamos de hecho despreciando un universo de productos que pueden resultar interesantes. Pues bien, un análisis rápido pondría de manifiesto que la respuesta es probablemente que sí.
Tomemos algunas de las categorías de fondos que más popularidad y patrimonio invertido disfrutan en el mercado europeo. Por ejemplo, en el caso de la renta variable seleccionamos por un lado todos los fondos que se lanzaron en la región en dicha categoría durante el segundo semestre del pasado ejercicio y, por otro, todos aquellos productos que salieron al mercado antes de junio del mismo año. Seguidamente calculamos la rentabilidad media en lo transcurrido de 2009 para ambos grupos de fondos. El resultado revela que los primeros -los fondos nuevos- obtienen una plusvalía media del 8,3%, mientras que el gran conjunto de fondos con alguna o mucha historia se queda en el 7,7%.
Claro está, estos datos, a pesar de que el universo de fondos es muy amplio, y por tanto las medias calculadas tienen alguna relevancia estadística, son limitados.
Ampliemos por ello el análisis para la misma categoría y tomemos todos los fondos lanzados después de enero de 2006 y que por tanto a cierre de 2008 no alcanzaban los tres años de historia, periodo mínimo requerido muy extendido entre analistas y gestores. En otro grupo tomamos fondos lanzados posteriormente a enero del 2006 y por tanto con tres años de historia a cierre del año pasado. Los resultados vuelven a ser muy similares a los del ejercicio anterior. Mientras que los fondos nuevos registran una rentabilidad media en los cinco primeros meses del año algo superior al 8,2%, mientras que en el caso de los fondos antiguos el retorno medio se queda en el 7,5%.
Un análisis riguroso requiere hacer este estudio para múltiples categorías de fondos y periodos de análisis. Sin entrar en farragosos detalles, los resultados en general apuntan en la misma dirección. Así, en la popular categoría de renta variable zona euro el grupo de fondos nuevos muestra también rentabilidades medias superiores a las de fondos con históricos más allá de los tres años. Por ejemplo, en lo transcurrido del año la rentabilidad para los primeros es del 4,91% frente al 4,48% de los segundos. En el caso de los fondos de renta variable estadounidense los guarismos son básicamente idénticos para ambos grupos. En el caso de los fondos mixtos flexibles, un tipo de fondo que ha disfrutado de un importante auge en los últimos años, los datos vuelven a beneficiar a los fondos nuevos, entendidos como aquellos lanzados dentro de los tres últimos años. Sólo en algunas categorías como la renta variable global los datos benefician ligeramente a los fondos consolidados con históricos largos.
Precisamente los datos de los fondos consolidados con periodos históricos largos se beneficiarían, en principio, de un factor a su favor, que se conoce con el nombre de sesgo de supervivencia y que tiene una relevancia muy importante, especialmente en el mundo de los fondos de inversión alternativa o fondos hedge. Así, estos fondos serían hasta cierto punto una selección, ya que algunos fondos con resultados claramente negativos terminan perdiendo patrimonio de los inversores y son cerrados. Estos fondos que no han resultado positivos no entran en los cálculos de las rentabilidades medias de los fondos antiguos, por lo que su peor comportamiento llama más la atención si cabe.
Se puede decir, por tanto, que si aleatoriamente elegimos fondos recientemente lanzados tenemos alguna probabilidad más de obtener retornos superiores. Incluso si ponemos en duda los datos parece claro que excluirlos de nuestro radar es discutible.
La semana que viene, otro mito.
Análisis. Factores a tener en cuenta
Una de las razones que suelen darse para justificar los datos analizados en esta información es que los gestores de fondos de inversión nuevos dan un plus de esfuerzo, ya que los primeros meses y años son claves para la supervivencia del producto y su capacidad de atraer patrimonio; es decir negocio.Los nuevos fondos están compuestos de gestores ya consolidados que emprenden una nueva aventura, o nuevos gestores que traen algunas habilidades a la gestión de la inversión.En cualquier caso, el análisis cualitativo juega aquí un papel primordial a la hora de seleccionar los fondos de inversión.