Barroso trata de amarrar su renovación al frente de la CE
El actual presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, confirmó ayer de manera oficial sus aspiraciones a seguir en el cargo durante los próximos cinco años e intensificó los contactos para conseguirlo, pero no parece contar todavía con el apoyo incondicional de París ni de Berlín.
"El resultado de las elecciones al Parlamento europeo celebradas el domingo me permite clarificar mis intenciones", señaló el portugués tras reunirse con el primer ministro checo y presidente semestral de la UE, Jan Fischer.
Barroso aceptó durante el encuentro la propuesta de Fischer para presentar su candidatura a la presidencia de la Comisión de cara al Consejo Europeo del 18 y 19 de junio. Praga quiere que en esa cumbre los 27 líderes europeos aprueben (por mayoría cualificada) la candidatura de Barroso. Si es así, el Parlamento europeo debería ratificarla por mayoría simple el próximo mes de julio.
Ese calendario es el más favorable para Barroso y sus partidarios porque permitiría amarrar su nombramiento con independencia de lo que ocurra con el Tratado de Lisboa, que sigue pendiente de un segundo referéndum en Irlanda. El Partido Popular Europeo
Pero el presidente francés, Nicolas Sarkozy, parece resistirse a ese escenario. Y preferiría que la designación de Barroso se aplazase hasta después del referéndum para que todo el proceso de renovación de la Comisión se haga con el nuevo Tratado.
Desde el domingo, Barroso ha recabado y conseguido el apoyo del Partido Popular Europeo para su reelección. Y ayer se reunió en Berlín con la canciller Angela Merkel, que le ofreció su respaldo aunque sin pronunciarse de manera concreta sobre el calendario. El desenlace definitivo para Barroso podría llegar el jueves, tras la reunión que Merkel mantendrá con Sarkozy.