El poder del gas y del petróleo llevan a la Selección española a Azerbayán
Que un país pequeño como Azerbayán pague 750.000 euros a la Selección por jugar un partido amistoso en su territorio sólo tiene una explicación: el dinero procedente del gas y del petróleo, materias primas que son el motor económico de esta república euroasiática.
Azerbayán es un país pequeño pero económicamente poderoso. Esta república euroasiática, que formó parte de la Unión Soviética hasta su desintegración, tiene una superficie equivalente a la de Andalucía -unos 86.000 kilómetros cuadrados-, pero se trata del país cuya economía ha crecido más en los últimos años y sigue creciendo a pesar de la crisis económica que sacude al mundo.
Este país ocupa el puesto número 111 en superficie y el 91 en población -tiene 8,5 millones de habitantes- y, sin embargo, está muy por encima en el ránking de riqueza de los países del mundo. Concretamente, ocupa el puesto 78, según los datos del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Pero lo más impactante es que este pequeño país es el que más ha incrementado su poder económico desde 2006. En 2007, su economía creció un 23,3% y este año está previsto que lo haga un 11,6%. Como comparación, España creció un 3,7% en 2007 y un 1,2% el año pasado, si bien en los dos últimos trimestres entró en recesión.
A pesar de la enorme riqueza que ofrecen el gas y el petróleo, el índice de personas que viven bajo el umbral de la pobreza sigue siendo alto. Concretamente, del 29. Eso sí, la cifra se ha reducido considerablemente desde que comenzó la pujanza económica de Azerbayán, ya que en 2000 esta cifra era del 60%.
En cualquier caso, mucho se debate en los foros económicos sobre las desigualdades que genera este poder del 'oro negro'. De hecho, se habla de que la economía del país sufre el denominado 'mal holandés', por el que el tirón de los recursos energéticos canibaliza al resto de los sectores económicos, entre ellos, al de la agricultura, que todavía representa casi una tercera parte de la riqueza del país.