El PPE busca un pacto en Bruselas para aislar a los extremistas
El Partido Popular Europeo (PPE) ofreció ayer un pacto a los otros dos grandes grupos del nuevo Parlamento europeo, Socialistas y Liberales, para garantizar la gobernabilidad de una cámara en la que ha aumentado el número de parlamentarios de extrema derecha y euroescépticos.
Joseph Daul, presidente del grupo PPE, señaló ayer en rueda de prensa que tras el avance de las opciones consideradas extremistas "es más importante que nunca relanzar la cooperación entre las tres grandes familias políticas que defienden la integración europea". En la misma rueda de prensa, el veterano presidente del PPE, Wilfrid Martens, recordó que la UE nació de la alianza entre la democracia cristiana y la social democracia.
El acuerdo de colaboración entre los tres grupos sumaría de forma tácita o expresa 504 escaños, un frente más que suficiente para frenar cualquier iniciativa de los escasos parlamentarios cuyo programa electoral era un ataque directo contra la existencia de la UE.
La alarma del PPE parece excesiva ante una supuesta amenaza que, probablemente, no pase de medio centenar de eurodiputados en un hemiciclo de 736. Su reacción parece responder, más bien, a la anunciada segregación de los conservadores británicos, cuyos 25 miembros tienen la intención de abandonar el PPE y crear un nuevo grupo con partidos de orientación euroescéptica con partidos de países del Este.
Daul señaló ayer directamente a los tories como una de las amenazas más serias al estancado Tratado de Lisboa.
Antibarroso
La aplastante victoria del PPE en las elecciones europeas (263 escaños frente a los 161 de los socialistas) no ha desanimado a los contrarios a que el popular José Manuel Barroso siga al frente de la CE. Los Verdes anunciaron ayer una plataforma para frenar su nombramiento.