La caja vasca ha reconocido, en un breve comunicado, que desde el primer momento ha mantenido "constantes desavenencias" con la dirección de la compañía en relación al papel que se le asignaba a la planta vasca en el seno del grupo multinacional.
A estas discrepancias se intentó dar solución con un acuerdo suscrito en 2006 por los diferentes accionistas en el que Acerlor-Mittal alcanzó el compromiso de dotar a la ACB de una comercial independiente y reforzar su capacidad productiva con productos de mayor valor añadido.
Este acuerdo contemplaba también la posibilidad de una salida ordenada de la BBK de la compañía.
La caja vasca ha notificado hoy el ejercicio de la opción de venta de su participación, con vencimiento el 15 de abril de 2009, "ante la imposibilidad de alcanzar un acuerdo para su prórroga".