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Cinco Sentidos

Contra la fuga de clientes

Las empresas que conocen a sus usuarios pueden hacerles ofertas antes de que piensen en dejar la compañía

El único programa de fidelización que realmente sigue Ana García-Escudero, directora de ventas de Oracle, es el de Iberia Plus. 'Es el único que condiciona mi vida. Reposto en gasolineras Repsol, y utilizo la tarjeta de crédito que más puntos me de para Iberia', explicaba ayer en un encuentro sobre retención de clientes organizado por Iir España que hoy se clausuran. Las estrategias para evitar la fuga de clientes requieren un gran conocimiento de sus gustos, un trato personalizado y políticas preventivas.

En época de recortes hay que centrarse en retener a los clientes y captar otros nuevos que duren. Marta Della Giustina, responsable de Soporte al Canal del proveedor de internet Ya.com, considera que la mejor publicidad es el boca a boca, 'es barata, buena, y sencilla' y que es mejor tres ventas buenas 'que cinco malas, que se vayan al acabar el año de contrato'.

Hay que prevenir. 'Cuando alguien se quiere dar de baja, le hacemos buenas ofertas. ¿Por qué no las hacemos antes', se preguntó. Formar a los trabajadores de Atención al Cliente para que estén atentos a las necesidades de los consumidores es una manera de evitar las fugas. 'Cada cliente pide una forma de ser tratado', afirmó Della Giustina. 'Los rutinarios no quieren un trato familiar, con los silenciosos hay que saber indagar, y con los negativos hay que permanecer impasibles', enumeró, entre otros perfiles.

La clave está en el servicio

Los programas de fidelización son otra vía. García-Escudero tiene muchas tarjetas, pero en su cartera sólo lleva las de los supermercados Día y Carrefour, 'porque son pequeñas', y la de Iberia Plus. El efecto es mayor porque traslada su fidelidad a la tarjeta a sus compañeras de trabajo, 'que también viajan mucho'. Pero si el servicio no es bueno, no hay nada que hacer. Ricardo Mollet, consejero delegado de PSM, recuerda que en 1998 la propia Iberia perdía clientes por su mala situación, con huelgas de pilotos y otros problemas.

Mollet, cuya empresa diseñó el plan Spanair Plus, calcula que 'entre un 10% y un 20% compran más gracias a las tarjetas de fidelidad, a un 60% les resulta indiferente, y el resto compran demasiado poco', resume. Con los primeros no se puede hacer nada más, 'porque son totalmente fieles a la marca y no consumen de ninguna otra'; a los segundos 'simplemente hay que observarles', y a los terceros hay que ofrecerles promociones especiales.

Cada vez que un cliente contacta a una empresa es una oportunidad para 'comunicarle un mensaje', a juicio de José Yáñez, director comercial de la consultora Unica Iberia. Puede ser 'un agradecimiento, un recordatorio, o una nueva propuesta'. Una cadena hotelera, por ejemplo, puede analizar de forma automática las visitas a su página web por parte de un cliente; si se muestra interesado en los servicios de spa, cuando vaya a contratar una habitación se le puede hacer una oferta concreta. En el sector financiero, seguir el rastro de los intereses del cliente ayuda a ofrecer aquellos productos en los que está realmente interesado y no 'el producto del mes'.

En una empresa de telefonía, con un determinado plan tarifario, si un cliente gasta muy rápidamente los minutos que tenía contratados a bajo coste, se puede improvisar una tarifa especial a partir de ese momento, más cara que la oferta inicial, pero más barata que la común. 'El cliente lo percibe como un servicio, aunque es marketing', explica Yáñez, que trabaja para algunas de las más importantes empresas de telecomunicaciones y bancarias del país.

El objetivo es tener un trato emocional con el usuario y dedicarle el tiempo adecuado, comentó Della Giustina. 'Ni mucho, porque se cansa, ni poco, para que vean que les dedicamos tiempo'. Ya.com lanzó la campaña Sorry para corregir 'fallos informáticos, como dar de baja sin querer a alguien', explicó la directiva. 'Conseguimos una alta retención y a partir de entonces pusimos más atención para no cometer los mismos errores'.

Mollet cree que la clave es caracterizar al cliente según su valor 'potencial y actual'. Un buen seguimiento automatizado emite 'alarmas de fuga' cuando el usuario deja de consumir durante un tiempo prefijado. Al final de cada mes la empresa decide qué ofrecer al cliente dudosos para retenerlo. 'El objetivo principal es retener, luego analizamos', resume Mollet. Es difícil transmitir esta filosofía a las empresas, algunas de las cuales ni siquiera conocen su tasa de Churn', es decir, el número de clientes que pierden cada año. 'Eso es lo que define la solidez de una empresa a medio y largo plazo', añadió en su charla.

Hay que tocar "la fibra sensible"

La situación económica está cambiando la mentalidad de las empresas, que en lugar de buscar nuevos clientes se han dado cuenta de que lo importante es retenerlos. David Fasquel, director de Desarrollo de Negocio de LaSer España, una consultora especializada en marketing y relaciones con el cliente, cree que se debe a que es más difícil ver los resultados de mantener clientes a lo largo del tiempo que de la entrada de nuevos.Como ejemplo de nueva actitud destaca el sector financiero, en concreto los créditos al consumo. 'Crecían a ritmos del 15 o el 20%, pero de ser empresas de marketing han pasado a ser empresas de recobro', explica. 'Ahora se enfocan al cliente, la comunicación es menos agresiva, habla de diálogo'.Al bajar el poder adquisitivo, los clientes se ven obligados a elegir. 'Una tienda puede resentirse, y es entonces cuando un cliente fiel cobra más importancia: conoce la tiende, requiere menos tiempo de los encargados, va a aguantar un aumento de precio...'Introducir un nuevo plan de relaciones con los clientes tiene tres partes: marketing, tecnología y finanzas. 'A veces tienen los datos de los clientes bien ordenados y otras hay que buscarlos'. Luego se plantean campañas individuales o segmentadas. 'A los que les falta poco para llegar a 500 puntos del programa, se les ofrece una noche de hotel gratis. O si van antes de tal fecha, les doblamos los puntos'.Los premios intermedios son importantes para que los clientes vean las ventajas inmediatas, añade. Permitir un check-out del hotel más tarde de lo habitual, los mimos y los detalles que demuestran preocupación por el cliente son cosas que 'tocan la fibra sensible', cuenta Fasquel.Los sectores que empiezan a ocuparse ahora del marketing relacional son las empresas medianas, los servicios y las asociaciones empresariales o solidarias. 'Compañías veteranas como Mango, Springfield o Toys 'r'Us nos vienen con problemáticas más avanzadas', apunta.

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