_
_
_
_
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

¿Por qué bajar el IVA cuando se puede subir?

Favorecemos el consumo o el empleo? ¿Será ésta una metáfora del huevo o la gallina? Alguno dirá que si hay consumo, habrá empleo. Las empresas venderán, generarán beneficios y necesitarán mano de obra. Círculo virtuoso. Sin embargo, no diría que ésa es, hoy, la mejor de las políticas posibles. Una aspirina quita el dolor de cabeza, pero si tienes úlcera de estómago es desaconsejable.

El consumo no es bueno en términos absolutos. Baste echar un vistazo al horripilante déficit comercial español (tristemente, el primero del mundo en relación al PIB), para ver que, si bien ha sido una ayuda en el crecimiento, también ha generado graves desajustes de la economía española. Falta de competitividad y políticas poco favorecedoras del ahorro están detrás.

Ahora comienza el debate del IVA. ¿Bajar o mantener? Comisión Europea, Gobiernos, expertos y tertulianos todoterreno lo debaten .

Se asume que la solución no sólo está en los bancos centrales. Lo sabíamos, pero algunos Gobiernos parecían desconocerlo. Y es que no sólo de política monetaria y gasto vive la economía.

Los bancos centrales están haciendo su trabajo: bajar los tipos de interés (en Europa ya están en el 2%) y estabilizar el sistema financiero, que no es poco.

Ahora toca a los Gobiernos aplicar estímulos fiscales y presupuestarios para el crecimiento. Depende de dónde pongamos la tilde, la política fiscal deberá ir por una u otra senda. La prioridad debería ser el empleo. Si no detenemos la sangría, ya podremos bajar el IVA a las catacumbas que aquí no consumirá nadie.

Una corriente procedente del otro lado del Canal apuesta por las bondades de una rebaja en el IVA. Así, Gran Bretaña lo ha situado en el 15% (el más bajo de Europa). Pero no olvidemos que España lo tiene al 16% y que hay países europeos que tienen hasta un 25%. Quiere esto decir que por mucho que bajen, algunos países ni siquiera lo tendrán como nosotros.

Simplifiquemos las cosas. Lo que estimula el consumo o permite el pago de una hipoteca es lo mismo: el saldo que cada uno tiene en la cuenta del banco. Que nadie piense lo que no es, porque la contabilidad no tiene ideología, pero el color negro nos da confianza y el rojo nos llena de melancolía, aunque el IVA sea más bajo. Reducir el IRPF ayudará a las familias a tener más dinero a fin de mes. Eso da confianza. Para compensar, el Estado debe reducir el gasto corriente.

Si pensamos en las empresas, lo que les aprieta del zapato (no va con segundas) es la liquidez. Que las Administraciones públicas paguen las facturas inmediatamente, que el ICO eche una mano a la hora de descontar efectos, que garantice, en algunos casos, los préstamos a empresas y baje el impuesto de sociedades serían medidas muy bien recibidas y ayudarían a mantener el empleo. La liquidez debe llegar a las pymes, no sólo a bancos y cajas de ahorros. Es necesario para estabilizar el empleo.

Y ahora me toca molestar. Creo que el IVA debe subir. Sí, lo siento: subir. Digamos que es la tercera vía. Si bajamos IRPF y sociedades, hay que compensar con los impuestos indirectos con menor gasto corriente del Estado. Es la vía que propongo: más impuestos indirectos, menos directos y sólo gasto productivo.

Sé que subir el IVA genera inflación, pero, sinceramente, ¿alguien cree que, en las circunstancias que vivimos, eso va a ser un problema? Los ingresos del Estado por impuestos no deben sufrir mucho más, que luego vamos a tener que meternos en cintura para cumplir el Tratado de Maastricht. La Comisión Europea nos va a permitir dos años de exceso. Parece mucho tiempo, pero ya dice el tango que 20 años no son nada. Pues imaginen dos años. Pasan en un suspiro y no debemos improvisar más, que ya hemos ejercido demasiado.

La procesión va por barrios. La Asociación de Promotores y Constructores de España proponía bajar el IVA por adquisición de vivienda del 7%, al 4%. Me pregunto si de verdad creen que una bajada del 3% en el IVA, ahora, hará que se absorban los casi 600.000 inmuebles que hay en España de stock. El problema de la construcción en España no es de IVA, es que hay exceso de capacidad instalada y tendrá que reajustarse, como cualquier sector que crece mucho más que la demanda real. Trabajemos para que haya empleo y la construcción se reactivará. Seguro.

Luis Fernando Utrera. Profesor del Instituto de Estudios Bursátiles

Archivado En

_
_