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Automoción

Washington negocia una ayuda urgente, pero temporal, para Detroit

La industria del automóvil de Detroit podría recibir una ayuda temporal por parte del Estado para continuar sus actividades, de momento, hasta marzo. Este fin de semana los demócratas en el Congreso negociaron con sus renuentes colegas republicanos y la Casa Blanca para poder sacar adelante un paquete de financiación de unos 15.000 millones de dólares (unos 11.830 millones de euros) que pueda ser aprobado esta misma semana.

Con ello, tanto General Motors (GM) como Chrysler, las empresas que temen no tener caja para sobrevivir un mes más, podrían obtener un respiro hasta que se concreten más medidas de largo plazo con la nueva Administración del presidente electo, Barack Obama. Ford tiene problemas menos apremiantes, porque es más solvente, y puede esperar.

La cantidad es muy inferior a los 34.000 millones de dólares (26.815 millones de euros) solicitada por las automovilísticas a Washington la semana pasada.

Pese a la urgencia que existe sobre un compromiso, las negociaciones están siendo muy complejas. La líder del Congreso, la demócrata Nancy Pelosi, está ahora dispuesta a que el dinero necesario para esta ayuda salga de un fondo de 25.000 millones de dólares (19.717 millones de euros) aprobado ya y con el que se quería ayudar a la industria a fabricar coches más eficientes desde el punto de vista del consumo. Al principio los demócratas se negaron porque querían que el fondo se destinara a lo previsto y no como salvavidas de la industria. Pelosi quería que el dinero saliera del TARP, el plan de Henry Paulson de salvamento de la banca, algo que el Tesoro y la Casa Blanca no están dispuestos a negociar. El problema con respecto al fondo de los 25.000 millones es que aunque está aprobado, solo se han presupuestado 7.000 millones.

'Zar' para el salvamento

Obama dijo ayer en Meet the Press, el programa político más relevante del fin de semana, que era muy crítico con la gestión de Detroit pero admitió que hay que darle asistencia condicionada a ajustes duros porque su 'modelo de negocio no es sostenible'. Obama dijo que no quería que cada seis meses 'vinieran pidiendo más dinero'.

Crece la presión para que Wagoner dimita

El senador Christopher Dodd, dijo ayer que el consejero delegado de General Motors, Rick Wagoner, debe dejar su puesto como parte del plan de reestructuración de la industria. 'Uno tiene que considerar que debe haber un nuevo liderazgo', dijo este senador, uno de los negociadores principales de la ayuda a las automovilísticas. Dodd, que participó ayer en uno de los programas dominicales dedicados a la política, Face the Nation, especificó que Wagoner 'tiene que dejar paso'.El consejero delegado de GM es el responsable de Detroit que más tiempo lleva en una automovilística y al frente de ella. Sus homólogos Bob Nardelli y Alan Mulally, llevan año y medio y dos años, respectivamente, al frente de Chrysler y Ford. Wagoner, no obstante goza, hasta ahora del apoyo sin fisuras de su consejo de administración.

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