Los bancos no exigirán nuevas garantías a Sacyr mientras negocia con Lukoil
Tras la venta de Itínere, Sacyr ha recibido otra nueva noticia, esta vez de sus bancos acreedores. Ante el endurecimiento previsto a partir del día 21 de las condiciones del crédito firmado en 2006 para comprar un 20% de Repsol, las entidades han decidido condonar, en tanto dura la negociación para la venta a Lukoil, la aportación de avales en caso de depreciación de la cotización de la petrolera.
Vendida la participación en Eiffage e Itínere y pignorado casi el 100% de la filial patrimonialista Testa, Sacyr se ha quedado sin valores líquidos cotizados que entregar como aval añadido a sus 48 bancos acreedores cada vez que su paquete del 20% en Repsol pierde valor en Bolsa. Una circunstancia que ha preocupado durantemeses al mercado, pero que se ha solucionado por el momento. Según fuentes solventes, el grupo de entidades que encabezan CajaMadrid, Santander, Citi y Calyon, está dispuesto a no pedir nuevas garantías adicionales a las propias acciones de Repsol y de Testa mientras Sacyr mantenga la firme decisión de abandonar su aventura en Repsol. De este modo, se evita que el grupo que preside Luis del Rivero aporte garantías en efectivo si la cotización de Repsol transita valores inferiores a los 14 euros.
La inversión en la petrolera fue financiada a través de un crédito de 5.175 millones que vence en 2011 y que está garantizado con los títulos de la propia Repsol. Dichas garantías se incrementarán a partir del 21 de diciembre si el valor de mercado de su participación resulta inferior al 115% del saldo vivo del préstamo. En ese caso, Sacyr debería poner en la mesa ¢valores líquidos cotizados o efectivo adicional, con un límite de 1.275 millones¢, según el contrato. Este tope fue suprimido hace meses con el visto bueno de Sacyr. Testa está tasada en 2.954 millones (12 euros por acción), una cantidad que se ha empeñado casi en su totalidad debido al descalabro bursátil de Repsol, que pierde un 39,8% a lo largo de 2008.
"De momento, la cotización de Repsol está por encima de 14 euros y por tanto estamos al día con las garantías", citan desde Sacyr Vallehermoso. La empresa añade que está abierta la posibilidad de negociar con nuevos activos que eviten la entrega de efectivo. El 20% de Repsol vale 3.584 millones en Bolsa (14,7 euros por acción), lo que arroja una diferencia en contra de Sacyr de 2.367 millones respecto al 115% del montante del crédito (5.951 millones). En el momento en que el primer accionista de Repsol retirara su intención de desinvertir, los bancos volverían a la letra del contrato para exigir avales.
Menos financiación para Lukoil
La constructora ha ofrecido el 20% de la petrolera que preside Brufau a la rusa Lukoil. En el marco de esa operación Lukoil pretende subrogarse al préstamo de 5.175 millones, pero fuentes cercanas al proceso revelan que los bancos no están dispuestos a prestar más de 4.150 millones, que sería el riesgo que pueden asumir en función de las garantías aportadas por la rusa.
Las mismas fuentes explican que esta circunstanciamotiva que Lukoil reduzca sus pretensiones sobre la participación en la española: a un 10% en manos de Sacyr, más otro 10% de acciones compradas a La Caixa, Caixa Catalunya y Mutua Madrileña. En previsión de que Lukoil pueda perder el interés por Repsol, ya sea por problemas de financiación o por la polémica política reinante, Sacyr está trazando un plan que contempla la puesta en valor de su nueva área de concesiones, a través de la que participará en 24 activos autopistas, hospitales, aeropuertos e intercambiadores de transporte en construcción o en sus primeras fases de explotación. Una nueva división, Sacyr Concesiones, que ya se contempla como futuro aval para los bancos si se quedara en Repsol.
El problema de esta nueva rama del grupo es que las concesiones llegarán avanzado el 2009, cuando se haya cerrado la venta de Itínere a Citi y se recompren los citados activos por 450 millones más 750 millones de deuda. El segundo escollo es que la futura Sacyr Concesiones, valorada en 1.200 millones, no cotiza en Bolsa y, por tanto, se trata de un aval menos apetecible para los bancos que las acciones. Y la tercera traba es que muchas de las concesiones no han entrado aún en explotación, mientras que las que ya funcionan apenas aportan Ebitda por su escasa madurez.
Solbes dice que se busca "la mejor solución para todos"
El vicepresidente económico, Pedro Solbes, aseguró ayer que la entrada de Lukoil en el capital de Repsol no es inevitable mientras la operación no esté cerrada, informa Efe. "El interés de todos es que Repsol siga siendo una empresa gestionada por España y vinculada a los intereses fundamentales del país", añadió Solbes tras su intervención en la reunión del Ecofin en Bruselas. El titular de Economía agregó que "se está trabajando en la mejor solución para todos".Por su parte, respecto a la operación de Repsol, el ministro de Industria, Miguel Sebastián, aseguró en Getxo (Vizcaya) que el Gobierno no tiene intención de interferir en los posibles movimientos que puede realizar Lukoil para tomar posiciones en Repsol porque es una ¢empresa privada¢, informa Kirru Artea. Sebastián indicó que el gabinete presidido por Zapatero esperará a conocer la decisión de los accionistas de Repsol sobre este asunto y que se comunique oficialmente "para que después el Ejecutivo decida dentro de su margen de actuación".Por otra parte, Repsol realizó ayer una presentación pública en la que asegura, como ya hizo en la última presentación de resultados, que adaptará las inversiones de su plan estratégico a la actual coyuntura de precios del crudo en descenso.Según la presentación que fue enviada la CNMV, la petrolera está "revisando los proyectos y las inversiones para la gestión de los flujos de efectivo", en un contexto marcado por la difícil situación económica actual y por la caída de precio del barril de crudo.Fuentes de la compañía aseguran que no se trata del anuncio de una revisión del plan estratégico, sino de avanzar que se van a modular las inversiones previstas en el mismo. Y es que dicho plan parte de un escenario en el que el precio del barril de Brent cerrará este año en 55 dólares y en 2010 se situará en torno a los 60 dólares.En cuanto a su deuda neta, la compañía informó que, a 5 de noviembre, se situaba en 4.159 millones, lo que supone un 5,4% menos de la que tenía al término del mes de septiembre (4.399 millones de euros).Por otra parte, Repsol ha anunciado que iniciará en enero de 2009 la exploración de su primer pozo petrolífero en Marruecos, conocido con el nombre de Anchois y situado a 113 kilómetros de Tánger, según explica la citada presentación.