Claves de la ampliación de capital de Santander
La acción concluyó el viernes a 5,2 euros tras rebotar ligeramente, pero aún acumula una caída del 33% desde que anunció la operación.
La ampliación de capital ha tenido un efecto negativo para la evolución de Santander en Bolsa. La entidad, pese a rebotar el 1,76% el viernes, acumula un castigo del 33% -37,7% sin descontar el derecho- desde que anunció la operación y cotiza ya a 5,2 euros, un precio que le devuelve a niveles de marzo de 2003, un año en el que el banco era muy diferente al gigante de hoy en día. No contaba con Abbey, ni Alliance & Leicester o Sovereing, por citar algunos ejemplos, y cerró el ejercicio con un beneficio neto de 2.610 millones de euros, lejos de los 10.000 millones que espera ganar este año.
¿Qué ha ocurrido? Los datos muestran que el entorno económico se deteriora a gran velocidad a nivel mundial. Por ello, la decisión de Santander de ampliar capital en 7.200 millones de euros, sólo días después de que su directiva asegurara que no necesitaba reforzar sus ratios solvencia, ha generado mucha desconfianza.
El temor a una brusca caída de los beneficios empresariales el próximo ejercicio domina las decisiones de los inversores se ha extendido y la banca, como viene ocurriendo en el último año y medio, se ha convertido en uno de los principales afectados por las ventas.
El miedo a una recesión más profunda ha llevado al sector europeo a perder el 17,2% esta semana y Santander se ha visto más penalizado al caer el 20,4%, lo que ha mermado su capitalización hasta los 41.569 millones con lo que la ampliación resta 16.787 millones al valor en Bolsa de la compañía, incluso sumando los 1.600 millones de títulos nuevos. Así, la entidad que preside Botín, uno de los bancos que mejor había aguantado por la solidez de sus resultados, ha reducido de forma sustancial esa ventaja y en el año retrocede ya un 62,3% frente a la pérdida del 66,7% que acumula el índice Stoxx especializado.
El castigo de Santander, un banco que no se ha visto afectado por una exposición a activos subprime y que logró unos beneficios 6.935 millones de euros en los primeros nueve meses del año, se acerca ya a los recortes que sufren otros rivales europeos como Credit Suisse (-63,44%), Société Générale (-70,28%), UBS (-75,58%) o LLoyds (-73,58%), bancos que aquejados por pérdidas millonarias se han visto obligados a ampliar capital y a recibir ayudas estatales. La evolución de Santander, con todo, aún dista de las pérdidas que sufren algunos de los bancos más afectados por la crisis como Fortis (-96,8%), HBOS (-89,7%) o Royal Bank of Scotland (-87,25%).
Ante esta comparativa el retroceso que ha sufrido Santander, un banco que amplía capital para no malvender sus activos, mantener el dividendo y prepararse para un 2009 complicado, resulta excesivo en ojos de los expertos ya que supera con creces el efecto dilutivo de la ampliación, estimado entre el 15% y el 20%.
Para muchos, la enorme liquidez del valor explica en buena medida su mala evolución bursátil ya que ha provocado que aquellos que vendan sus derechos presionen el precio a la baja, porque derechos y acciones generalmente evolucionan a la par. Y es que resulta más barato comprar acciones vía derechos otros inversores pueden optar por vender sus títulos en el mercado para recomprarlos después utilizando este método.
Fondos descontentos con la decisión de Santander o inversores minoristas que no deseen acudir a la ampliación para no verse obligados a realizar desembolsos adicionales han podido optar por vender. Al mismo tiempo, la enorme liquidez de la acción también ha podido fomentar movimientos especulativos de hedge funds que traten de beneficiarse de la debilidad de la acción, agudizando aún más su caída. Y hay quien incluso apunta a posibles ventas a crédito de los aseguradores, obligados a comprar a 4,5 euros si no se cubre la operación.
Los derechos no ofrecen descuento
Comprar acciones de Santander vía derechos resulta más caro que hacerlo directamente en el mercado. Los derechos asociados a cada acción subieron el 5,88% el viernes y cerraron a 0,18 euros. Los ampliación se realiza en la proporción de cuatro por uno a un precio de 4,5 euros. Por tanto, comprar títulos con esta fórmula requiere cuatro derechos y 4,5 euros, un total de 5,22 euros frente a los 5,2 que costaba la acción el viernes.
Los analistas le dan un potencial del 95%
Los accionistas de Santander aún tienen hasta el 27 de noviembre para decidir si acuden o no la ampliación de capital que les da derecho a comprar una acción nueva por cada cuatro que ya poseen a un precio de 4,5 euros.Los expertos consideran que la operación ofrece un descuento atractivo con una visión de inversión a medio y largo plazo ya que tras la operación el banco saldrá reforzado y se encontrará en mejor posición para afrontar un 2009 que se presenta complejo. Eso sí, al mismo tiempo tampoco descartan que la cotización sufra en el corto plazo.En las últimas semanas varias firmas de análisis han recortado los precios objetivos que manejan para Santander, para ajustar el efecto dilutivo de la operación, pero aún así las recomendaciones favorables sobre el valor dominan. El precio objetivo medio que maneja el consenso está en 10,16 euros, un precio que implica un potencial de revalorización del 95% respecto al cierre del viernes, al tiempo que 20 firmas aconsejan adquirir títulos, 13 recomiendan mantener y sólo 4 optan por vender, según los datos recogidos por Bloomberg.Los expertos resaltan que el precio actual de la acción implica una rentabilidad por dividendo del entorno del 12% y un PER (relación entre el precio y beneficio) de unas cuatro veces, algo que no se había visto en años.