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Tribuna
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¿Se ha refundado el capitalismo?

Europa ha jugado un importante papel en las decisiones recogidas en la declaración de la cumbre del G-20, según el autor, que entiende que la refundación del capitalismo debe dejar a un lado el proteccionismo, pero también ir más allá de los sistemas financieros.

En contra de fundadas expectativas, la cumbre de Washington no ha sido tan inútil como se esperaba. La declaración final incluso permitiría hablar de la 'refundación del capitalismo financiero' en cuanto se proponen regulaciones que, si son efectivas, no dejarán lugar en el futuro a excesos como los cometidos recientemente por el capitalismo financiero estadounidense.

Aunque en dicha declaración sólo se precisan las líneas fundamentales de lo que se ha de establecer en posteriores reuniones, la concreción con que se formulan los objetivos de las futuras determinaciones no permitirá que haya en ellas desviaciones significativas.

Y, en contra también de lo que se podía esperar, el diseño de esa reforma corresponde al programa que, después de varias controvertidas reuniones para preparar la cumbre, consiguieron acordar, el 7 de noviembre, los 27 países de la UE para que lo defendieran los representantes de Alemania, Francia, Gran Bretaña, Italia y también España resuelto el tema de su presencia.

Además del programa para evitar futuros fraudes financieros, Europa ha aportado también una institución que, en gran parte, procede de nuestros países. Se trata del Foro de Estabilidad Financiera (FEF), que según ha explicado el antiguo presidente del Banco Central de Alemania (BB), Hans Tietmeyer, responde a la preocupación que durante la década de los noventa había surgido entre expertos del sistema financiero al observar algunas prácticas de importantes entidades financieras norteamericanas. Por fin en 1999 se creó el FEF, con sede en Basilea, con el que se pretendía reunir varias veces al año a representantes de los organismos de vigilancia de bancos, aseguradoras y sector bursátil para tener una mayor cooperación que contribuyera a la estabilidad financiera mundial. Y el mismo Tietmeyer advierte en la entrevista que le hicieron recientemente con motivo de la crisis que de estas reuniones salieron importantes iniciativas para facilitar la colaboración internacional pero ciertos países importantes las boicotearon impidiendo que se tomaran medidas para evitar muchas de las calamidades presentes. Esto explica también el desconocimiento que se ha tenido de esta institución hasta que en la reciente cumbre se ha reconocido el papel complementario que puede desempeñar colaborando con el FMI.

Por lo que aparece en la declaración de la cumbre, las referencias a la economía general se resumen en dos temas importantes: la decidida oposición a recurrir al proteccionismo para hacer frente a la crisis de la economía real y el reconocimiento del insustituible papel que tiene el libre mercado en el funcionamiento de la economía. La atención que se ha prestado al proteccionismo, posiblemente, es el resultado de la presencia de los países emergentes en el G-20. Esto explica también la insistencia en que se retomen las negociaciones de la Ronda de Doha para conseguir que EE UU y la UE se decidan a abandonar las prácticas proteccionistas que tanto afectan a los países emergentes. Es de esperar que el presidente Sarkozy haya tomado buena nota para abandonar la idea de recurrir al proteccionismo para hacer frente a la crisis como propuso recientemente.

Y por lo que se refiere a la clara determinación en favor del mercado libre, con una actitud de benevolencia comprensiva para no acusar a los autores de la declaración de haber incurrido en una flagrante contradicción, podríamos admitir que, sin mencionarlo y posiblemente sin pensar en ello, se estaría aludiendo al modelo de la economía social de mercado del Tratado de la Unión Europea. En este modelo, que con tanto éxito ha funcionado en la UE, aunque no en toda su integridad, se afirma, como también se dice en la declaración que los principios del libre mercado de competencia fomentan el dinamismo, la innovación y el espíritu emprendedor pero se reconoce también la necesidad de una intervención reguladora del Estado, como se establece en todo el documento de la cumbre, que es lo que garantiza la sostenibilidad de una economía próspera. La UE ha jugado, pues, y puede seguir jugando en el futuro, un relevante papel en la refundación del capitalismo no sólo financiero sino también el de la economía real, pues, en contra de lo que dice la declaración no basta el libre mercado para reducir la pobreza, pero éste no era el tema de la cumbre.

Eugenio M. Recio. Profesor honorario de Esade

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