Gasto social y reformas fiscales, claves del programa electoral

Pragmático y no ideológico. Esos son los dos atributos que los analistas y economistas creen que deben caracterizar al nuevo equipo económico de Barack Obama. El presidente electo ha ganado estas elecciones con un programa que la complicada realidad económica del país va, necesariamente, a ajustar.

Obama se ha presentado ante los electores con la intención de mantener e incrementar los recortes de impuestos que hizo George Bush en 2001 y 2003 a todos aquellos que cobren menos de 250.000 dólares al año, pero también ha dicho que subirá la fiscalidad a los inversores al elevarles los impuestos sobre las rentas del capital. Bush las rebajó al 15% cuando antes se sumaban a los ingresos generales y tributaban por el tipo de la renta total que correspondiera.

Obama quiere reformar el AMT, un impuesto creado hace tres décadas para evitar que los ricos utilizaran deducciones y que al no actualizarse con la inflación está afectando a la clase media, y el impuesto sobre sucesiones para elevarlo. El próximo jefe del Ejecutivo no ha considerado rebajar el impuesto de sociedades hasta que no se cierren los agujeros de una ley que permite que la base imponible sea muy pequeña y es partidario de un impuesto especial sobre los beneficios a las empresas petroleras.

Los analistas creen que algunas de las subidas de impuestos van a tener que esperar por que no es el momento oportuno para ello, y menos en el sector empresarial e inversor.

Los expertos del Tax Policy Center, un grupo no partidista, consideran, que estas propuestas, además de un agresivo programa de reforma del sistema de salud (que seguiría siendo privado pero estaría más intervenido) y un estímulo a la industria de la energía alternativa, costarán al fisco unos 2,9 billones de dólares en la próxima década. Bush deja un déficit que durará, al menos, diez años.

Cuando aún era candidato, Obama dijo estar de acuerdo en la ayuda a Wall Street a través del TARP pero ahora tiene que decidir quienes serán los beneficiados de este además de considerar una ayuda directa a las automovilísticas que llevan tiempo pidiendola.

Del TARP dijo que era un primer paso y que se debían hacer más cosas por la Main Street. De momento, ha propuesto una moratoria en los embargos y medidas para crear empleo. Además pondrá en marcha un segundo estímulo fiscal centrado en las obras públicas. 'Vamos a crear dos millones de trabajos reconstruyendo carreteras, colegios y puentes', prometió.

Asesores económicos

Dos nombres se barajan para el Consejo Económico Nacional, uno de los grupos especializados que ofrecen su apoyo al Gobierno. Se trata de Peter Orszag, director de la Oficina Presupuestaria del Congreso, y Jack Lew, quien dirigió la oficina presupuestaria de Clinton.

Summers y Emanuel, primeras apuestas de Gobierno

Barack Obama ya ha pedido al congresista Rahm Emanuel, de 49 años, que sea su jefe de gabinete. Esta es la posición más influyente de la Casa Blanca y Emanuel, representante de Illinois en la cámara baja, aún no le ha dado una respuesta al presidente electo, según informaban ayer las cadenas de televisión.Emanuel, ha sido asesor de Bill Clinton y tuvo un determinante papel el intento fallido de este presidente de instaurar un sistema universal de salud. Actualmente es el cuarto congresista más importante en el ranking del partido y se le considera un demócrata moderado con aspiraciones a liderar la cámara.Uno de los puestos cuyo titular se espera conocer en los próximos días es el del secretario del Tesoro. Dada la actual crisis, es uno de los puestos cruciales y podría terminar en las manos de un veterano en este puesto, Larry Summers. El controvertido presidente de Harvard y celebrado secretario del Tesoro con Clinton, Summers ha formado parte del círculo de consejeros de Obama durante la campaña y se le considera el candidato con más posibilidades para sustituir a Henry Paulson.Otro candidato con muchas posibilidades es Timothy Geithner, el cosmopolita presidente de la Reserva Federal de Nueva York.Geithner ha estado al frente de buen número de medidas puestas en marcha ya para contener la crisis financiera. El resto de la quiniela para este puesto la completan el ex presidente de la Fed, Paul Volcker, y el gobernador de Nueva Jersey, Jon Corzine.