Un sol más rentable
innovación Los hermanos Molina han apostado en Mecapisa por simplificar las tecnologías renovables a través del desarrollo de varios proyectos de investigación dentro del campo de la energía solar
El seguidor asombra por su sencillez. Lo ves y piensas que es elemental. Sin embargo, hay que pensar mucho para hacer un aparato tan sencillo'. Martín Molina, adjunto a la gerencia y responsable de investigación, desarrollo e innovación (I+D+i) de Mecapisa, resume de esta forma el espíritu de innovación que llevó a la compañía a invertir un tercio de su facturación, unos 300.000 euros, en este concepto durante el año pasado. De hecho, ha sido este interés por generar productos propios lo que ha llevado a Mecánicas del Pisuerga a introducirse en el mercado de las energías renovables, a pesar de que la compañía nació en 1989 como una empresa de suministros de automoción.
El negocio, fundado por el empresario vallisoletano Vicente Molina al abrigo de la planta de Renault en Valladolid, fue ganando en volumen de negocio con el paso de los años. Sin embargo, las nubes que planearon sobre el sector y el relevo generacional al frente de la compañía llevó a los nuevos directivos, Vicente y Martín Molina, a ampliar sus perspectivas de futuro.
'Empezamos a diseñar una estrategia empresarial, discutimos lo que queríamos hacer y allá por 2005 teníamos unas ideas bastante claras', asegura el gerente de Mecapisa, Vicente Molina. De estas reuniones, surgieron los pilares sobre los que basarían su proyecto a largo plazo: la investigación y la internacionalización. 'Queríamos recoger los esfuerzos de la gente que se ha formado de la mano de las grandes empresas de automoción. Para eso, creamos nuestra oficina técnica, donde trabajaba gente con mucha capacidad de ideas y que tenía experiencia con muchas tecnologías', explica Molina.
Los primeros esfuerzos de Mecapisa se orientaron a desarrollar un producto propio en el sector de la automoción, al ser éste el campo que mejor conocían los trabajadores. Sin embargo, con el paso del tiempo, los hermanos Molina estudiaron la posibilidad de introducirse en otras áreas. 'Vimos que España tiene un nombre en energías renovables', recuerda Vicente, que subraya que nuestro país cuenta con numerosas compañías líderes en este sector. Así, surgió el acercamiento de Mecapisa a este sector y el desarrollo de una línea de negocio que ya ha situado en el mercado dos productos de diseño propio: un seguidor solar y una estructura fija para la colocación de placas solares.
Motor único
'Con el seguidor solar, queríamos dar una solución al mercado. Vimos que estos aparatos eran muy complejos y optamos por crear un seguidor de dos ejes que tuviera un solo motor', asegura Vicente Molina. Hasta ese momento, los seguidores solares de doble eje permitían aumentar la rentabilidad de las placas, ya que están orientados de forma más directa al sol. Sin embargo, los costes de mantenimiento de estas instalaciones son mayores que los instalados sobre una estructura fija, que no necesita mantenimiento. Los seguidores de Mecapisa reúnen una parte de las ventajas de los seguidores de doble eje, ya que tienen una mejor orientación al sol, pero, al contar con un solo motor, tienen un coste de mantenimiento inferior al de otros aparatos que existen en el mercado.
Cuentan además con otras ventajas. Están compuestos de piezas esenciales de calderería que, en caso de romperse, pueden ser encontradas fácilmente en el mercado, y son fáciles de montar. Para sacar a la venta el seguidor solar de un solo motor, la empresa vallisoletana ha contado con la colaboración del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI), que ha aportado apoyo técnico y financiero al desarrollo del proyecto.
El segundo producto de equipamiento para energías renovables que ha sacado a la venta Mecapisa también nació del esfuerzo por mejorar los equipos que existían en el mercado. La idea de los ingenieros de la firma fue reducir este tipo de estructuras sobre las que se colocan las placas solares a su mínima expresión, para lo que crearon un diseño basado en caballetes que se pliegan sobre sí mismos. De esta forma, consiguieron reducir el tiempo de montaje y el volumen de almacenamiento de estos equipos.
La rápida comercialización de los dos productos -fueron diseñados en 2007 y se comenzaron a vender en 2008- está estrechamente relacionada con el auge del mercado de la energía solar fotovoltaica generado a partir de las primas gubernamentales sobre la producción de energía eléctrica que procede de renovables. En los seis primeros meses de este año Mecapisa ha conseguido multiplicar por cinco la facturación registrada en 2007, hasta superar los diez millones de euros. Todo ello, según resalta el director financiero de la compañía, Segundo Simón, se ha hecho gracias a la implementación de una estructura de negocio flexible, basada en la subcontratación, que ha permitido que el fuerte aumento del volumen de negocio conlleve un incremento de costes de sólo el 10%.
Internacionalización
A pesar de que el 90% de los ingresos de 2008 procederán del mercado nacional, Vicente Molina confía en que el producto se abrirá paso además en países extranjeros durante los próximos meses. En este sentido, la compañía cuenta con una planta productiva en Portugal, que fue inaugurada en 2007 y que ha sido construida en colaboración con un socio estatal, la Empresa Municipal de Alfândega da Fé, y está preparando su entrada en otros mercados, entre los que se encuentran Alemania, Italia y Estados Unidos.
El gerente de Mecapisa confía en que el sector de las energías renovables evolucionará de forma favorable en todos estos países, gracias principalmente al apoyo gubernamental a estas tecnologías. 'Tanto los gobiernos como las empresas privadas van a tener que invertir en desarrollar las tecnologías de renovables. Los que sepamos desarrollar un producto que de verdad mejore la eficiencia de alguna de las tecnologías, tenemos de alguna forma el futuro asegurado', atestigua Martín.
En 2007 abrió una planta de producción de seguidores solares en Portugal
Los proyectos
AzoteasMecapisa está trabajando en el diseño de una placa solar térmica que se pueda instalara en las azoteas de edificios que no sean de nueva planta. El nuevo Código Técnico de Edificación (CTE), que entró en vigor el año pasado, exige que todos los inmuebles cuenten con este tipo de instalaciones. En concreto, Mecapisa está interesada en crear una estructura que se pueda instalar en azoteas que no estaban pensadas para las placas solares, y que quieren hacerlo de una forma 'barata y sencilla', según explica el responsable de I+D+i, Martín Molina.ReciclajeOtra de las líneas de investigación de Mecapisa está relacionada estrechamente con su negocio original, el suministro de componentes de automoción. Los ingenieros de la compañía están diseñando una placa solar térmica fabricada a partir de plástico reciclado, procedente de diferentes partes del automóvil. Molina recuerda que la legislación obliga a que se recicle un 90% de las partes del automóvil, y precisa que además no pueden ser usados en la fabricación de nuevos vehículos. El objetivo es que la nueva placa quede completamente integrada en el tejado y, al estar fabricada en plástico, sea mucho más barata que los productos actuales.SeguidoresEl tercer prototipo sobre el que está trabajando Mecapisa es un seguidor solar para placas de concentración o de triple enlace. Esta tecnología, que es capaz de aprovechar un 40% de la energía solar frente al 15% de la tecnología usada actualmente, trabaja con lentes que deben estar perfectamente orientadas hacia el sol. Según Molina, esta tecnología sustituirá a la actual en los próximos años, por lo que la empresa trabaja en el diseño de un seguidor que posibilite una orientación solar perfecta.