La banca se enfrenta a más morosidad y menos negocio
La banca aún no ha dado muestras evidentes de debilidad en sus resultados del primer semestre del año, pero se prepara con resignación para un escenario mucho más duro para los próximos meses. Lo peor está por llegar y después del pinchazo inmobiliario y de sonadas suspensiones de pagos como la de Martinsa Fadesa, las entidades financieras son la siguiente ficha en el dominó de la crisis que padece la economía española. El aumento del desempleo ligado al frenazo del sector de la construcción y el parón en la venta de viviendas están duplicando e incluso triplicando la morosidad de bancos y cajas, o que obliga a elevar las provisiones para cubrir los créditos dudosos, una exigencia que dentro de unos meses va a comenzar a reflejarse en caídas de beneficios y que incluso podría requerir el recorte en el pago de dividendos, según apuntan ya algunas firmas de análisis.
La fiesta del crédito hace meses que terminó y, ante el creciente deterioro en el perfil de riesgo de los clientes, la banca ha restringido la concesión de préstamos a empresas y particulares. Además, junto al aumento de los impagos en España, la banca se enfrenta a una severa crisis de liquidez en los mercados internacionales. Obtener recursos en el mercado de capitales con los que alimentar la maquinaria de la concesión de créditos es difícil y costoso para la banca española, que se ha volcado en la captación de depósitos como fórmula segura de apuntalar en lo posible su volumen de recursos propios y con ello su solvencia.
Conseguir un crédito en el banco se complica por tanto por causas internas, propias de la economía española y de una dependencia del sector inmobiliario que ahora pasa factura, y por causas externas. ¢La banca no pensó que la crisis iba a ser tan aguda. La morosidad aumentará de forma intensa y no me extrañaría que llegara en conjunto al 6%y al 14% en el crédito a promotores inmobiliarios¢, señala Santiago Carbó, director de análisis financiero de Funcas.
Morgan Stanley no descarta que lamorosidad de la banca española alcance esas cotas en los próximos trimestres, teniendo en cuenta que la firma estadounidense también contempla la posibilidad de que la economía se contraiga el 0,5% en 2009. Tal nivel de créditos impagados supondría el regreso de la banca española a una situación similar a la que se vivió en la crisis de los años 90, cuando la morosidad en el crédito a promotores se disparó hasta el 13% en 1993 está en el 0,9%, según los últimos datos del Banco de España, del primer trimestre. ¢En algunos aspectos, la situación de los promotores inmobiliarios podría ser más difícil ahora de lo que fue en aquella época¢, advierte Morgan Stanley. Para ING Wholesale Banking, la crisis actual sería de una duración superior a la de los años 90 e implicará que la morosidad se multiplique por al menos cuatro veces respecto al mínimo histórico registrado en 2006. La firma holandesa fía para largo la recuperación y calcula que el punto máximo de la morosidad bancaria se alcanzará en España entre 2012 y 2013. ¢Quizá el periodo de recuperación sea más largo en esta ocasión, pero también es cierto que partimos de una situación mejor. Va para largo que el modelo de una economía basada en el I+D sustituya al modelo basado en la construcción. Todo dependerá de cuándo se reactive el mercado de la vivienda¢, añade Carbó. La Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas) no descarta que la economía española pueda sufrir una contracción del 0,2% en 2009 y avanza que la restricción crediticia persistirá en el próximo año. Según Credit Suisse, el crecimiento del crédito de la banca doméstica española se recortaría desde el 7,2% estimado para 2008 al 4,3% en 2010. La CECA prevé un alza del crédito este año entre el 8% y el 10%.
Por tanto, menos crédito y más deudas impagadas para los próximos meses. Los expertos recuerdan que, a medida que pasa el tiempo, aumentan de forma inevitable las dotaciones por los créditos que están entrando ahora en mora, aunque la banca cuenta con el apoyo de los casi 30.000 millones de euros de la provisión anticíclica del Banco de España. Así, en las hipotecas a particulares se dota únicamente el 2% durante los tres primeros años de impago, para pasar al 25% entre los tres y cuatro años, hasta alcanzar el cien por cien cuando el crédito moroso es de más de seis años. En crédito a pymes, la progresión es mucho más rápida y es necesario dotar el cien por cien del crédito moroso cuando la deuda cumple los dos años de antigüedad.
¢Calculamos un mínimo de cinco años para la recuperación del mercado inmobiliario" do inmobiliario¢, vaticina el responsable de crédito hipotecario de una entidad, que prefiere hablar desde el anonimato. ¢Nos hemos equivocado como industria, dimos demasiado dinero al sector promotor, al que dábamos un trato de algún modo preferente¢, reconoce. Ahora, ese mundo feliz de crédito fácil ha desaparecido para dar paso al escenario opuesto. ¢Ahora se han endurecido mucho las condiciones¢, añade el directivo, que puntualiza además que la banca afronta la crisis actual con un volumen de deuda inmobiliaria mayor que el de la crisis anterior. ¢Septiembre puede ser un mes muy duro. Puede haber más inmobiliarias con problemas a la vuelta del verano¢, prevé. Las inmobiliarias son por tanto quienes lo tienenmás crudo para conseguir financiación. Basta observar cómo se ha recortado el crédito a promotores, que ha pasado de crecer al 50% en 2006 al 17,6% interanual en el primer trimestre de este año.
Los inmigrantes son el otro foco sensible de la clientela bancaria y al que también se le están cerrando las puertas del crédito. ¢El criterio principal para prestar dinero es la capacidad de reembolso y ahora son los inmigrantes quienes se están quedando sin trabajo¢,reconocen en una entidad bancaria. La banca es más reticente a prestar dinero por la creciente dificultad de determinados clientes para devolverlo y por sus propios probelmas para obtener recursos en el mercado interbancario.
Pero, frente al repliegue de los bancos, también se hace evidente una menor demanda de crédito entre particulares y empresas. Con más desempleo el dato de julio ha arrojado la cifra de 2,4 millones de parados, caída en los precios de la vivienda y en el número de transacciones inmobiliarias y la confianza del consumidor por los suelos, el círculo de la crisis económica se cierra también por el lado de la demanda. Funcas explica que la capacidad de financiación de las familias españolas ha registrado ¢un hundimiento insólito en términos históricos¢ tras el último ciclo alcista inmobiliario, entre 1995 y 2007.
Así, la ratio deuda familiar sobre renta disponible se disparó desde el 86% de 1994 al 140%de 2007. ¢Revertir este valor a su medida ( hacia el 80% de la renta) no es posible ni en el medio plazo, ya que la renta tendría que crecer a tasas muy superiores a los de la deuda. Para los próximos cinco a diez años, este elevado endeudamiento va a constituir una pesada digestión¢, concluye.
Camino de vuelta al sector inmobiliario
La exposición al crédito a promotores inmobiliarios es el principal lastre que soportan los bancos españoles para hacer frente a la actual crisis, tanto inmobiliaria en el plano doméstico como financiera en el ámbito mundial. La deuda de las inmobiliarias con la banca asciende a 311.274 millones de euros según datos del Banco de España del primer trimestre, toda una bomba de relojería para los balances en un momento de parálisis para el sector del ladrillo y para la actividad de compraventa de viviendas.La suspensión de pagos de Martinsa Fadesa va a pasar factura a buena parte de las entidades financieras españolas. Deudas millonarias que exigen las correspondientes provisiones por insolvencias y que hacen temer por los demoledores efectos de más suspensiones de pagos en el sector.Para evitar males mayores, y a la vista de la delicada situación por la que atraviesan las empresas inmobiliarias, algunas entidades financieras han decidido tirar por la calle de en medio. Es decir, recurrir a la compra de activos inmobiliarios de sus propios clientes promotores con el objetivo de que estos reduzcan su deuda con el banco.Banesto ha sido la primera entidad en anunciar este camino de vuelta de la banca a la inversión en inmuebles. Después de vender Urbis en 2006, la entidad que preside Ana Patricia Botín ha optado por crear una sociedad conjunta con esta inmobiliaria y en la que participará con el 51% del capital. Por su parte, Reyal Urbis ha traspasado a esta sociedad promociones en curso por un importe fijo de 312 millones de euros más un variable de hasta 69 millones, lo que en la práctica, supone la venta de activos inmobiliarios al banco.¢Estamos ayudando a bancos y cajas a hacer una valoración exhaustiva de qué inmuebles merece la pena quedarse y cuáles tienen mayores posibilidades de venta. Son operaciones que se vienen haciendo desde hace ya algunos meses¢, explica Jaime Pascual, director general ejecutivo de Aguirre Newman. Así, Santander ha comprado activos inmobiliarios por 1.200 millones de euros. ¢El banco reduce la deuda del cliente promotor y se queda con los activos. Si el crédito entrara en mora, habría que hacer provisiones¢, explica un analista. Y Santander y Banesto no son los únicos. Sabadell también ha comprado inmuebles y suelo por aproximadamente 300 millones de euros, explican en el banco. ¢A la entidad financiera le compensa no tanto a nivel económico sino estratégico. Así puede manejar la situación desde el principio¢, añade Pascual.Fuentes del sector inmobiliario recuerdan que la banca ya recurrió a la compra de activos inmobiliarios durante el anterior pinchazo del sector, en los años 90. La historia se repite y la crisis del ladrillo español ha comenzado a captar el interés de fondos extranjeros dispuestos a comprar inmuebles a precio de saldo, aunque su actividad sea aún muy incipiente. Los denominados fondos buitre ¢están pidiendo descuentos de entre el 50% y el 30% para la deuda de los promotores y la banca española todavía no está en la tesitura de vender inmuebles con descuentos tan elevados¢, explica Jaime Pascual.
Hipotecas sólo para los más solventes
El pinchazo inmobiliario se vive en primera línea en las oficinas bancarias. La concesión de hipotecas fue la principal actividad de la banca en los últimos años, pero se ha recortado deforma drástica, de modo que la financiación para la compra de vivienda se ajusta a un perfil de cliente incapaz de levantar sospechas de impago. ¢Prácticamente no hay mercado en hipotecas por más del 80% del valor de tasación¢, señala Beatriz Calvo, directora general para España de la aseguradora de créditos PMI, especializada precisamenteen seguros de cobertura para hipotecas que superan ese porcentaje de financiación.Según los últimos datos del INE, el capital prestado por la banca para la adquisiciónde vivienda se hundió en mayo el 30,7% interanual, frente al alza del 28,5% del mismo mes de hace dos años. ¢Antes la banca financiaba en exceso, por encima incluso del cien por cien del valor de tasación y ahora se limita al 80%¢, advierten en la Asociación de Bancos y Cajas de Ahorros (ADICAE), donde también han detectado ¢un menor margen para renegociar las condiciones de la hipoteca en casos de dificultad¢.Desde Facua, advierten entre sus asociados un ¢mayor nivel de rechazo¢ en la concesión de créditos. ¢La banca mide más los riesgos y se ajusta más al nivel real de renta del cliente¢, añaden.