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Lunes de los fondos

Vía crucis para las finanzas

El paralelismo con crisis pasadas apunta a caídas del 80% en inmobiliaria y banca.

Dentro de la actual crisis de los mercados financieros, y bursátiles en particular, existen dos sectores que están en el centro de la misma: el inmobiliario y el financiero. La marcha del primero suele tener influencia en el segundo y en algunos casos como en España la interrelación es muy acusada, como esta semana pasada esta sólo empezando a dejar en evidencia.

Esto no quiere decir que en otros países la interrelación no este siendo incluso más intensa, siendo el mejor ejemplo el de la gran potencia mundial, Estados Unidos, cuyo problema de las llamadas hipotecas basura y todos los activos financieros contaminados por las mismas, esta haciendo ahora estragos. Thomson Reuters produce un informe semanal con datos agregados de beneficios empresariales y sus estimaciones, que pone de relieve hasta que punto ello afecta a los resultados de las compañías y por tanto, de manera indirecta, a las valoraciones bursátiles. Me gustaría destacar dos aspectos que son realmente interesantes.

El primero es el fuerte bandazo en las previsiones de los analistas y que pone de relieve entre otras cosas que cualquier valoración bursátil hecha hace seis meses tiene poco sentido en estos momentos. Así, a primeros de año el consenso de los analistas para el conjunto de compañías pertenecientes al índice S&P 500 era que los beneficios neto de las mismas aumentarían un 4,7% en el segundo trimestre del 2008. Ahora, cuando entramos en una de las semanas en que más compañías anunciarán resultados, el consenso de analistas nos habla de una caída de beneficios del 14,7%. Como contrapunto positivo se puede decir que de las pocas compañías que habían reportando hasta ahora, un porcentaje más elevado del habitual del 73% había logrado batido esas estimaciones.

El segundo aspecto precisamente hace referencia al sector financiero y revela que los analistas actualmente esperan que las compañías pertenecientes a este sector en el índice S&P 500, presenten una caída de beneficios en el segundo trimestre de nada menos que el 72%. Si el sector financiero se excluye del cálculo el conjunto de compañías, en los otros nueve sectores representados en el índice todavía disfrutarían de un apreciable crecimiento de beneficios del 8,3%. Por otro lado, si el sector estrella del índice, el energético, también se excluyera, el beneficio aumentaría un modesto 2,9%.

Este último dato muestra el fuerte debilitamiento económico y empresarial general en cualquier caso, por lo que las caídas bursátiles acumuladas en estos 12 últimos meses, desde que la crisis se desatara, no debieran sorprendernos. De hecho, las caídas de beneficios de este segundo trimestre supondrían el cuarto trimestre consecutivo, hecho que no se produce desde el periodo de trimestres que va desde el segundo trimestre del 2001 al primero del 2002. Todos recordamos que sucedió con los índices bursátiles durante los siguientes trimestres del año 2002, por lo que el panorama ciertamente no es alentador.

Trabajando sobre la base de esta hipótesis, que apunta a que estamos ante una crisis tipo de las consideradas de importante calibre, una de las cuestiones claves que se plantea es cuánto más nos quedaría de caídas en los principales índices generales y en particular en los atribulados sectores inmobiliarios y financieros. Los principales índices europeos y norteamericanos, así como los fondos que invierten en sus bolsas respectivas, se han aproximado a unas pérdidas cercanas ya al 30% en el primer caso y al 20% en el segundo. El análisis histórico sugeriría que nos podría quedar otro 15%-25% en el caso europeo y otro 15%-20% en el caso estadounidense. Por supuesto, una pequeña recuperación o rebote es bastante posible en el camino pero un cambio de tendencia hacia un ciclo alcista parece ciertamente prematuro.

En el caso inmobiliario y financiero los inversores en fondos de inversión sectoriales respectivos han sufrido unas pérdidas acumuladas medias que oscilan entre el 40% y 45% aproximadamente. Puede resultar tentador sin duda en algunos momentos tratar de anticiparse a un fuerte rebote y entrar a unos precios que no pocos analistas consideran muy atractivos. El problema de todas estas valoraciones, por muy sofisticadas que puedan llegar a ser, es que o bien trabajan con datos actuales, que como hemos visto más arriba pueden sufrir enormes variaciones negativas en un periodo corto de tiempo, o en estimaciones futuras, con todas las dificultades e incertidumbres que llevan aparejadas.

De nuevo, si tratamos de hacer paralelismos con crisis pasadas, aquellos sectores que habían experimentado los mayores excesos y/o bien estaban en el centro y causa de la misma crisis, experimentan abultadas minusvalías que suelen ser considerablemente más elevadas que la de los índices generales. Se podría estimar un rango de caída media de los mismos del 70% al 80% desde su nivel máximo, por lo que podrían quedar todavía importantes pérdidas que sufrir.

Mejoría a distinta velocidad

¦bull; Los ciclos bajistas van siempre seguidos de fuertes recuperaciones, por lo que es importante saber resistir estos momentos, aguantar la tentación de vender, y tener paciencia.¦bull; Si bien esto es cierto para los índices generales, el asunto no es tan claro para los sectores más afectados. Se impone la cautela.¦bull; Buen ejemplo de ello son el sector tecnológico en los años desde el 2003 o la bolsa japonesa en el final de los noventa.¦bull; El sector inmobiliario podría verse aquejado del mismo mal cuando otros sectores recuperen con fuerza.

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