Las previsiones de Goldman para las financieras castigan al sector en Bolsa
El banco de inversión estadounidense se ha proclamado hoy como el responsable de la nueva sacudida bancaria. Sus malas estimaciones para las entidades europeas y, más concretamente, para las españolas, lastran al segmento en las principales plazas bursátiles.
Nueva sacudida al sector bancario. Goldman Sachs ha rebajado las estimaciones de beneficios para más de 40 bancos en Europa en el periodo que va desde 2008 a 2010. Pero si esta previsión es ya de por sí negativa, la peor parte del varapalo se la han llevado las entidades españolas, que, según el banco de inversión americano, son las principales damnificadas por la subidas de los tipos de interés en la zona euro anunciada ayer.
En lo que respecta a los dos grandes bancos, la firma no se ha andado con paños calientes. Goldman Sachs ha recortado su recomendación para Santander desde comprar hasta neutral y ha fijado el precio objetivo en 13,8 euros desde los 15,9 euros anteriores. BBVA, por su parte, ha sufrido un recorte de su objetivo hasta los 16,2 euros por título.
"El comportamiento relativo de Santander nos hace reconsiderar la propuesta de valor de sus acciones", señala Goldman. "Aunque Santander es bueno para mantener, creemos que el valor de la acción está cada vez mejor reconocido. Como consecuencia, bajamos a neutral solamente por valoración".
La banca mediana española no ha salido mejor parada de la rebaja de estimación del banco estadounidense. La casa de análisis aconseja vender las acciones de Bankinter con un precio objetivo de 7 euros, mientras que para Popular lo fija en 8,2 euros desde los 11 euros anteriores. Sabadell tampoco escapa de la quema y continúa en la lista de valores para vender con un precio objetivo de 4,7 euros.
Según Goldman Sachs, los bancos europeos, por su parte, podrían necesitar captar entre 60.000 millones de euros y 90.000 millones de euros para mantener sus ratios financieros en los niveles actuales por la caída de los mercados de crédito. "Las presiones regulatorias y el abrupto giro en el ciclo crediticio europeo son las dos principales causas de preocupación para los inversores de banca'', comenta el informe de la firma.