La CNMV pide a las inmobiliarias que aseguren la independencia de las tasaciones
La CNMV ha publicado una serie de recomendaciones para sociedades de valoración e inmobiliarias cotizadas orientadas a que éstas implanten procedimientos internos que permitan asegurar la independencia de la valoración de sus inmuebles y la detección de posibles conflictos de interés.
Después de discutir las recomendaciones con los afectados, la CNMV ha incorporado a su página web dichos consejos, encaminados a la correcta valoración de inmuebles que no estén sujetos a una regulación específica y que requieran una valoración razonable.
El supervisor ha decidido anunciar estas recomendaciones en un momento de crisis del sector inmobiliario que podría afectar a la valoración de los activos de estas compañías y que además tendría repercusiones directas sobre su cuenta de resultados.
El supervisor del mercado español también aconseja a estas empresas aplicar normas internacionales de valoración (IVS) y de contabilidad (NIIF) en la determinación del valor razonable, cuando la finalidad del informe sea su uso externo y establecer procedimientos de revisión del trabajo, a través del departamento de control interno.
Consejos para cotizadas
El supervisor recomienda a las compañías inmobiliarias cotizadas o en proceso de salida a Bolsa que desarrollen procedimientos internos que aseguren su independencia a la hora de seleccionar y contratar los servicios de las sociedades encargadas de valorar sus activos.
La CNMV también también aconseja cumplir los desgloses de información por las normas internacionales de contabilidad (NIIF), y verificar que el informe emitido por la sociedad de valoración cumple con los requisitos establecidos por estas normas y por las normas internacionales de valoración.
Asimismo, el supervisor recomienda promover una mayor implicación del comité de auditoría en el proceso de selección y contratación de la sociedad de valoración, así como en el desempeño de su trabajo.
También cree conveniente que éstas empresas difundan información financiera y no financiera lo suficientemente clara y comprensible por los inversores, una mayor implicación del comité de auditoría al contratar la compañía valoradora, y la identificación de posibles amenazas a la independencia de los valoradores.