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Medios de comunicación

El gran buque de la prensa americana busca timonel

El equipo de Murdoch pilota los cambios al frente de la redacción de 'The Wall Street Journal'

El pasado mes de diciembre, poco después de que NewsCorp se asegurara el control de The Wall Street Journal, su presidente, Rupert Murdoch, y su mano derecha, el ex director del Times de Londres, Robert Thomson, visitaron la redacción del diario recién adquirido en Nueva York.

Tras una larga y tensa negociación con la familia Bancroft, mayoritarios en el accionariado del periódico, Murdoch había conseguido comprarlo y ese día estaba en la redacción para presentarse a sí mismo y a su equipo. El magnate se había subido en una caja, según describía el propio Journal, y habló del respeto que le merecía el diario y de mucha gente de su plantilla. Pero no del director del periódico, Marcus Brauchli. A los 46 años, Brauchli, era desde mayo, el responsable del timón de este periódico, uno de los más prestigiosos del mundo, un diario que hace días publicaba en su primera página en un artículo de 1.900 palabras, los detalles de su dimisión.

De acuerdo con su propio periódico, Brauchli fue forzado a presentar su dimisión, algo que hizo público el 22 de abril, diez días después de haber mantenido una reunión con Thomson y con el consejero delegado de Dow Jones, la empresa editora del Journal, Leslie Hinton (más de 40 años en NewsCorp). En esa reunión se le sugirió que lo mejor era que los nuevos gestores eligieran a la persona que dirigiera el periódico. æpermil;l estuvo de acuerdo y el asunto se terminó de arreglar con la intervención de un famoso abogado de Washington que negoció una millonaria salida de la redacción. Brauchli se queda en NewsCorp como consultor.

El director del rotativo, Marcus Brauchli, dimitió a petición de la empresa

La noticia de la dimisión forzada ha puesto en guardia al Comité Especial que se creó para vigilar la integridad e independencia editorial del periódico. El establecimiento de este comité, formado por dos periodistas sin relación con el Journal, el presidente de Tribune Publishing, un científico y el decano de una escuela de negocios, fue la condición con la que la familia Bancroft accedió a vender el venerable diario a un hombre al que se le conoce por ejercer presión sobre el contenido editorial de los medios de comunicación que posee.

El Comité tiene voz y voto en la contratación y despido de varios de los puestos de responsabilidad del periódico pero no sobre las dimisiones, por forzadas que sean. Los miembros del comité consideran que conocer la dimisión de Brauchli después de que esta se hubiera producido 'va contra el espíritu del acuerdo'. Unas declaraciones que, de nuevo, volvió a publicar el diario en sus páginas.

La despedida de Brauchli no ha sentado bien en una plantilla que ya ha visto más cambios en el periódico de los que querría. TWSJ dedica ahora más espacio a noticias de carácter general, incluso habrá más deportes y otras secciones que lleguen a un público más general. Lo necesario para competir con The New York Times. A Murdoch no le gustan las historias largas que no van al grano directamente y ese estilo del Journal se está cambiando.

Brauchli había actuado como puente entre las dos culturas pero había ido perdiendo peso y algunas de las decisiones se tomaban sin su conocimiento. A algunos periodistas les queda la sensación de que se están yendo quienes quedaban para preservar la identidad de TWSJ.

El diario busca ahora un sustituto para Brauchli, un timonel para el gran buque, mientras Thomson estará más a cargo de la redacción.

LA CIFRA. 5.160 millones de dólares (3.330 millones de euros) pagó en diciembre Murdoch por TWSJ.

Las disputas más transparentes

Pocas idas y venidas de personal son tan profusamente relatadas en la prensa como las de los propios medios de EE UU. Ahora es el turno del Journal, pero antes y lo fue del The New York Times, el periódico que entró en un tumultuoso escándalo por caso de Jayson Blair y las noticias que se inventaba o adornaba hasta lo extraordinario. El propio Times narró con pelos y señales su crisis. Una de las piezas más curiosas estuvo a cargo de un periodista al que no se le permitió entrar en una reunión de la redacción y los gestores porque estaba cerrada a la prensa. El periodista consiguió publicar una detallada pieza, pero contando con las declaraciones de sus compañeros que habían estado dentro.Más dramática ha sido la sucesión de directores en Los Angeles Times. John S. Carroll, que durante su mandato consiguió que el diario ganara 13 premios Pulitzer y subió la moral de los trabajadores, empezó a tener problemas con la gerencia que quería recortes y terminó dimitiendo. Dean Baquet, un fichaje que hizo de The New York Times, se quedó al frente del periódico aunque en breve volvió a Nueva York. A Baquet le sustituyó James E. O'Shea que en enero de este año dejaba el periódico por una disputa por el presupuesto para la redacción.

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