El 52% de las empresas no analiza el riesgo de invertir en un país emergente
La ralentización de las grandes economías ha obligado a las empresas españolas a orientar sus inversiones a zonas emergentes. Entre enero y noviembre de 2007, el ritmo inversor a esos países se duplicó respecto a 2006. Sin embargo, sólo una de cada dos empresas cuenta con un plan que controle los riesgos de esas operaciones, según una encuesta elaborada por Ernst & Young.
Los países emergentes se han convertido en un refugio perfecto para las inversores españoles ante la desaceleración de las grandes economías europeas y EE UU. Mano de obra más barata, regulaciones menos complejas y ventajas fiscales para las empresas que se quieran instalar en países como México China, India, Rusia, Brasil, Argentina, Polonia o Turquía. Pero existen otros riesgos, como el fraude, la corrupción, el idioma o la cultura, que pueden suponer una traba para el desarrollo del negocio, y que en mucho casos no están cubiertos.
Así se constata en un estudio mundial sobre los riesgos de la inversión en países emergentes, elaborado por la consultora Ernst & Young, tras encuestar a 900 directivos de grandes empresas de todo el mundo, de los que 105 eran españoles (37 trabajando en y 68 desplazados en filiales en el extranjero).
La principal conclusión es que sólo el 52% de las empresas consultadas no cubre los riesgos derivados de esas inversiones, el mismo porcentaje que España. Es decir que sólo una de cada dos multinacionales ha desarrollado una estrategia para preverlos. No obstante, ese nivel es superior al registrado entre las 75 multinacionales norteamericanas, en las que tan sólo un 25% reconoce que cuenta con un plan contra riesgos.
Un estudio identifica la inseguridad jurídica y el tipo de cambio como factores que frenan el gasto
Adaptar el negocio
Y el dato no es baladí teniendo en cuenta la importancia que la inversión en esos países emergentes ha adquirido para España. En tan sólo un año se han duplicado el valor de las operaciones. En 2006, la inversión fue de 2.669 millones de euros, apenas un 5% del total, mientras que entre enero y noviembre de 2007, las inversiones hacia esos destinos se han elevado a 5.876 millones de euros, un 22% del total.
María del Mar Ramírez, socia del área de Gestión de Riesgos de Ernst & Young, ilustra esa situación con un ejemplo. 'Invertir en China trae aparejados problemas por el idioma y la cultura. El empresario que quiera crear un negocio debe saber que tiene que contar con la compañía permanente de un traductor o que en algunas zonas no existe el pago domiciliado y las gestiones de pago se tienen que hacer con cheques', indica a CincoDías. En su opinión, estos aspectos pueden ser un freno para el desarrollo de ciertas actividades. 'Al entrar en un mercado emergente es necesario actuar de forma flexible, adaptando el negocio a la cultura del país', dice.
José Díaz, coautor del informe para España, recalca que la inseguridad jurídica y la corrupción son los dos factores que hacen a las empresas españolas más reacias a crear empresas mixtas con socios locales. 'Así ocurre en Rusia, donde las compañías prefieren instalar su modelo de negocio ante el fuerte nivel de corrupción'. Por ese motivo, el estudio advierte que en China, Brasil o Rusia, las multinacionales prefieren invertir mediante crecimiento orgánico, mientras que a la hora de buscar oportunidades en India o Turquía optan por alianzas con compañías locales.
Entre los riesgos que más pueden afectar a las inversiones en el extranjero, los empresarios destacan la inestabilidad política y jurídica, con un 87% de las respuestas, seguida de los problemas de tipos de cambio, aludidos por un 61% de los encuestados.
Unir exportación e inversión
Preguntados por los mercados más interesantes para el futuro, los 37 directivos de multinacionales con sede en España coinciden en señalar a China como el mercado con mayor proyección para los intereses españoles, seguido por México, India, Rusia, Polonia, Argentina y Brasil.En la creación de expectativas sobre el mercado chino ha tenido mucho peso la inclusión de ese país dentro de los Planes Integrales de Desarrollo de Mercados (PIDM), desarrollados por el Instituto de Comercio Exterior para aumentar los flujos comerciales y de inversión entre España y once países (Brasil, China, Rusia, México, India, EE UU, Argelia, Marruecos, Japón, Turquía y Corea del Sur). El objetivo del Gobierno es que los flujos de inversión y exportación converjan en esos países.El plan de China es el que cuenta con una mayor dotación financiera para el periodo entre 2007-2009 (370 millones de euros), al que le acompaña en paralelo un nuevo programa en el que ha seleccionado 100 proyectos industriales junto a socios chinos para pequeñas y medianas empresas españolas, del que se prevé que surja una inversión conjunta de 4.150 millones de euros.
Perfil
Tiempo. La inversión española en el extranjero tiene carácter de permanencia. El 50% suele durar diez años o más.Motivos. El 67% de los encuestados invierte para aumentar la dimensión de la compañía; el 9%, para conseguir retornos rápidos de la inversión, y el 7%, para ahorrar costesInstalación. Las empresas españolas prefieren mayoritariamente alianzas con socios locales. Una de cada dos escoge esa vía, mientras que sólo el 36% opta por constituir empresas mixtas.