6. Aminorar la gran dependencia del petróleo
El cumplimiento de Kioto elevará los costes energéticos de consumidores y empresas
El repunte del precio del petróleo ha trastocado las facturas que pagan consumidores y empresas. El barril de crudo ha superado la barrera psicológica de los 100 dólares y se encamina a seguir creciendo con fuerza en el primer semestre del año por la negativa de los principales países productores a aumentar la producción. Ese encarecimiento tiene repercusión en todas las economías desarrolladas, pero afecta especialmente a España, cuyo consumo energético depende en un 80% del suministro de petróleo.
Un buen ejemplo es el peso creciente que han adquirido los productos energéticos en la composición del déficit comercial (diferencia entre exportaciones e importaciones de bienes). El saldo comercial negativo para España ascendió a 98.952 millones de euros en 2007, de los que 33.193 millones de euros procedieron de la compra de petróleo y otros derivados.
Uno de los principales retos para el nuevo Gobierno será, por lo tanto, reducir la dependencia del petróleo. Y eso pasa obligatoriamente por el impulso de otras energías, que además sean menos contaminantes que el crudo. El protocolo de Kioto establece que las emisiones de gases de efecto invernadero en España no deberán superar el 15% en 2012 respecto a los niveles de 1990 (ahora las supera en un 52%), por lo que parece inevitable la promoción de energías renovables e incluso de la nuclear, que ha sido una de las armas arrojadizas entre el PP y el PSOE durante la campaña electoral.
Pese a haber perdido peso en los últimos años, la energía nuclear sigue representando el 11,1% del consumo y no parece fácil encontrar un sustituto que suplante a esa fuente de energía.
Cumplir con lo fijado en el Protocolo de Kioto también incrementará el coste de la energía para empresas y consumidores. Las primeras se verán obligadas a seguir creciendo en un entorno internacional cada vez más competitivo emitiendo menos gases a la atmósfera. Esas cuentas sólo cuadran pagando más por lo que emitan. Por su parte, los consumidores ya están notando los efectos de un petróleo caro al llenar el depósito de sus coches y a través de nuevas figuras impositivas, como el impuesto de matriculación, que grava las compras de coches por la cantidad de gases que emitan y no por la potencia del vehículo.
Las opiniones
CEOESe debe garantizar la seguridad del abastecimiento energético a precios competitivos, liberalizando y dando la mayor transparencia posible al mercado.Es necesario también reducir la dependencia energética del exterior, mantener un mix tecnológico de generación bien diversificado y fomentar la eficiencia energética de la industria española, a través de la cual podrían reducirse emisiones a la atmósfera y alcanzar el objetivo fijado por la UE (que no se supere en 2012 el 15% de las emisiones de 1990).CC OOEl fuerte crecimiento de las necesidades energéticas en España (el consumo final ha pasado de 86 a 101 millones de toneladas equivalentes de petróleo en siete años) hace muy necesario realizar un debate sobre el modelo energético que supere el deseo de ser ecológico.Se debe elegir una alternativa energética que permita garantizar la capacidad de crecimiento de la economía española o, en su defecto, ser consciente de sus limitaciones y trasladarlo a los ciudadanos.UGTEs imprescindible definir un modelo energético que nos permita abordar nuestra situación de dependencia energética, fundamentado por una parte en el ahorro y la eficiencia, así como en la diversificación del actual mix energético, para apostar más por las energías renovables.Hay que culminar la reforma de la Ley de Aguas vigentes y acometer una reforma fiscal ambiental, socialmente justa, que penalice la presión sobre los recursos naturales y la contaminación, e incentive una producción menos contaminante.