Caldera supedita la inversión en Bolsa del fondo de reserva a un pacto político
Las turbulencias financieras no harán que el Gobierno renuncie a invertir en Bolsa parte del fondo de reserva de la Seguridad Social, dotado en la actualidad con casi 46.000 millones, en caso de que el PSOE gane las elecciones de marzo. No obstante, el ministro de Trabajo, Jesús Caldera, condicionó ayer esta iniciativa a un acuerdo político que incluirá también a sindicatos y patronal.
Caldera desayunó ayer con un grupo de informadores convocados por la Asociación de Periodistas de Información Económica, a los que trasladó la disposición del Gobierno a invertir en renta variable parte del fondo de reserva de la Seguridad Social, dotado al finalizar 2007 con casi 46.000 millones de euros, con independencia del momento de volatilidad que viven los mercados. En la actualidad, el fondo tiene invertidos en activos financieros públicos 45.600 millones, de los cuales más del 50% corresponden a deuda española.
El ministro de Trabajo, coordinador del programa electoral con el que el PSOE concurrirá a las próximas legislativas, recordó ayer que en la segunda legislatura de José María Aznar, la Bolsa perdió un 30% de su valor y que durante el mandato de José Luis Rodríguez Zapatero ha llegado a subir casi el 50%. 'Los mercados se recuperarán de las actuales turbulencias y hay que intentar diversificar parte del fondo de reserva si existe un acuerdo' de naturaleza política que englobaría también a sindicatos y empresarios, dentro del llamado Pacto de Toledo. El ministro reconoció que los indicadores económicos que dependen de su departamento y que se publicarán en plena precampaña electoral no serán buenos, a pesar de que el Gobierno sí podrá sacar pecho si se analiza el conjunto de la legislatura. Un primer disgusto llegará hoy mismo cuando se conozca la Encuesta de Población Activa, en la que se reflejará un aumento del desempleo 'que no será dramático'. El segundo vendrá con la tasa de paro registrado de enero, que tampoco traerá buenas noticias por la desaceleración del sector de la construcción y la pérdida de empleo en el mismo. En la actualidad, la tasa de paro se sitúa en el 8% y el objetivo del PSOE en su programa plantea rebajarla al 7%, gracias a la creación de dos millones de puestos de trabajo.
Menos licitación de obra
Caldera achacó, en parte, la destrucción de empleo a la disminución de licitación de obra pública por parte de los ayuntamientos como consecuencia de las elecciones municipales celebradas el año pasado.
En opinión del ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, el empleo que se pierda en el sector de la construcción podrá ser absorbido por otros sectores como el de servicios sociales, como consecuencia, en buena medida, de la aplicación de la ley de Dependencia.
Ni crisis ni recesión, tan sólo una desaceleración
En el vocabulario electoral del Gobierno y de los dirigentes del PSOE no caben las palabras crisis y recesión. El ministro de Trabajo, Jesús Caldera, mantuvo ayer que España sólo encarará una 'moderación del crecimiento, una desaceleración', que permitirá que se siga creando empleo aunque se produzcan 'elevaciones moderadas' de la tasa de paro.El coordinador del programa electoral del PSOE apuntó que el Gobierno mantendrá el ritmo inversor previsto en el Plan Estatal de Infraestructuras y Transportes y que la obra civil tomará el relevo a la caída de la construcción residencial, por lo que la actividad económica no se resentirá de manera significativa. En este mismo contexto, Caldera recordó también los compromisos de inversión contraídos por el Gobierno en las áreas de tecnología y servicios sociales.