Alitalia y el futuro de Iberia
El Gobierno italiano deberá elegir hoy qué candidato sigue negociando por Alitalia, su aerolínea de bandera. En liza, la compañía privada Air One, también italiana, que ofrece un céntimo por cada acción del 49,9% del capital en manos del Gobierno italiano. Enfrente, el gigante Air France-KLM que pretende hacerse con la totalidad del capital, mediante un intercambio de acciones según el cual los propietarios de Alitalia cederían sus valores y recibirían los de una nueva compañía producto de la fusión del grupo franco-holandés Air France-KLM con Alitalia. Una compañía con tres Estados en el capital, algo que acarreará justificadas críticas de Bruselas si eso significa inyectar dinero público a la futura aerolínea. Si en un futuro el grupo pasara por problemas financieros, como hoy le ocurre a Alitalia, se repetirían las dificultades para que sus accionistas mayoritarios aportasen fondos.
Sea cual sea la decisión de Alitalia -que hablará sin tapujos en nombre del Gobierno de Romano Prodi- será bueno que se despeje pronto. Porque la solución puede repercutir sobre el futuro de Iberia, que también está en proceso de venta -aunque no por atravesar problemas como Alitalia, más bien al contrario-. Air France nunca ha mostrado a las claras su interés por la española, pero el grupo franco-holandés no le haría ascos a un acuerdo. Sin embargo, el interés se diluiría si finalmente se hace con la italiana.
El futuro del sector aéreo europeo pasa, según los expertos, por la convivencia de tres grandes grupos encabezados por Air France, Lufthansa y British Airways. De momento, Iberia sigue en el lado de esta última, aunque la alemana también ha expresado su interés. Sin embargo, no debe descartarse una opción española para Iberia, fuera de los grandes grupos y compitiendo por su propio mercado. Todo menos que la empresa caiga en un periodo de incertidumbre que perjudique una buena marcha económica que dura ya once años.