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Desayunos Cinco Días

La gestión independiente apuesta por la Mifid

La nueva norma supone más gastos, pero también una oportunidad para las pequeñas gestoras, que competirán en mayor igualdad con los gigantes

La directiva europea de Mercados de Instrumentos Financieros (Mifid, por sus siglas en inglés) ya es una realidad en España, después de que el pasado 29 de noviembre el Congreso aprobara la reforma de la Ley del Mercado de Valores que la adapta a la legislación nacional. Pero las dudas que albergan los distintos actores del mercado sobre los pormenores de sus efectos todavía son abundantes. Los siguientes pasos normativos vendrán de la mano del real decreto 'sobre el régimen jurídico de las empresas de servicios de inversión', actualmente en proceso de audiencia pública en la página web del tesoro (www.tesoro.es), y, por supuesto, de las directrices de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que será, en última instancia, la responsable directa de su aplicación.

En medio de este panorama, las incertidumbres sobre la repercusión de las nuevas obligaciones en las gestoras independientes son evidentes. '¿Podrán subsistir con las nuevas y exigentes reglas de juego?', cuestiona Luis Regalado, director de la división de banca privada de Banco Madrid. Los representantes de este tipo de gestoras convocados por Banco Madrid y Cinco Días no tienen ninguna duda al respecto: sí, lo harán, e incluso podrán sacar partido de la nueva situación para competir en igualdad de condiciones con los gigantes del sector. Sin embargo, esto no quiere decir que vaya a ser un camino de rosas. 'Es indudable que tantas dosis adicionales de regulación, tantos corsés, tendrán una repercusión en el sector: la capacidad de actuación estará más delimitada y los clientes dispondrán de más armas a la hora de exigir sus derechos', señala Joaquín Herrero, presidente de Merchbank. 'La Mifid acerca más a la regulación áreas que hasta el momento no estaban tan sometidas a ella, como la comercial', agrega Jordi Pascual, socio director de la gestora EDM. 'La cautela de la gente que está trabajando en los nuevos campos regulados será superior a la que tienen actualmente y los gastos, al tener que dedicar más tiempo y más gente a estas cuestiones, aumentarán consecuentemente', añade. El coste de adaptarse a los nuevos requerimientos varía en función del tamaño, si bien habrá una serie de exigencias comunes para todas las empresas que presten servicios de inversión, como las funciones de control interno de Cumplimiento, Control de Riesgos y Auditoría Interna. Esto ocasiona la necesidad de disponer de una masa crítica suficiente para poder asumir estos costes, una premisa que sí cumplen Gesiuris, EDM, Merchbank y, por supuesto, la división de gestión de activos de Banco Madrid.

De hecho, María Victoria Simón, directora general de la gestora de Banco Madrid, señala que el sector de gestión de activos será el que menos sufra: 'Respecto a otros países europeos estamos en una posición de ventaja, puesto que ya cumplimos con la mayor parte de las exigencias de la directiva'. 'Desde 2001, contamos con una serie de controles que, ahora, nos van a ser de gran ayuda para adaptarnos a la nueva situación', añade Jordi Pascual.

Jordi Viladot, presidente de Gesiuris, va más allá y asegura que las nuevas exigencias supondrán un ayuda para las gestoras independientes: 'Estoy a favor de la súper regulación, porque implicará una mayor igualdad de oportunidades entre grandes y pequeños. No hay duda, además, de que el mercado, en términos de regulación, será siempre alcista'. Por su parte, el presidente de Merchbank afirma que la cultura de su empresa se basa en cuatro principios que, en definitiva, hacen suyo el espíritu de la Mifid: independencia de criterio y actuación, defensa de los intereses de los clientes, alta competencia profesional y ética.

Más protección

Uno de los objetivos primordiales de la Mifid es proteger a los clientes, que habrán de rellenar, en la mayoría de los casos, un 'test de conveniencia', que determinará si pueden entender el producto que se demanda u ofrece. Y no sólo eso, sino que en determinadas circunstancias -la CNMV señala 'el asesoramiento en materia de inversión y la gestión discrecional de carteras'- las empresas de servicios de inversión deberán cumplimentar, adicionalmente, el denominado 'test de adecuación', otro filtro más para evaluar si el producto en cuestión es apto para el cliente. Sobre esta cuestión, María Victoria Simón señala que 'el espíritu de las nuevas obligaciones radica en que el cliente conozca las implicaciones del producto que adquiere y, por lo tanto, el comercial habrá de explicárselas'.

Las grandes gestoras disponen de amplias redes de distribución que facilitan la venta de sus fondos de inversión y, precisamente, este es el mayor punto débil, por regla general, de los independientes. De esta forma, Jordi Viladot da la bienvenida a las facilidades que supondrá la Mifid de cara a comercializar sus fondos de inversión a través de plataformas. 'Nosotros nos dedicamos a gestionar de la mejor forma posible, no a vender', apunta. En cambio, el presidente de Merchbank considera un riesgo para sus clientes este tipo de instrumentos, ya que pueden implicar 'entradas o salidas masivas de dinero, con los consecuentes perjuicios que implican para el producto'.

Calidad obligada

En lo que coinciden todos los asistentes es en la necesidad de que los productos ofrecidos por las gestoras independientes sean de alta calidad. 'El independiente que no dispone de red ha de basar toda su relación con el cliente en que los fondos que ofrece sean buenos. Y es que, si no logramos estar en los primeros puestos en el largo plazo, desaparecemos', señala el presidente de Gesiuris.

El estilo de gestión en las gestoras independientes se caracteriza, por regla general, por desligarse de la evolución de los índices. La directora de la división de gestión de activos de Banco Madrid señala que es habitual emplear una gestión de medio y largo plazo, lo que explica que se los identifique con planteamientos de inversión con estrategia value. Con todo, desde Merchbank, Joaquín Herrero no se considera un gestor value: 'Al fin y al cabo, también apostamos por valores de crecimiento, aunque crezcan poco a poco'. De la misma opinión es Viladot al señalar que hay independientes que hacen también gestión cuantitativa. 'En definitiva, lo que hacemos es llevar a la práctica planteamientos que no pueden ocasionar grandes pérdidas', añade. 'Es cierto, nuestros clientes saben que pueden estar tranquilos, entienden nuestro trabajo y saben que su patrimonio está a salvo', señala el socio director de EDM.

De hecho, pese a que el Ibex 35 acumulaba al cierre de la sesión del viernes una rentabilidad positiva en el año, el ejercicio está siendo, cuando menos, poco habitual, ya que el 55% de las empresas que cotizan en el Mercado Continuo registran pérdidas desde comienzos de 2007. 'Lo cierto es que nadie sabe lo que va a hacer la Bolsa a corto plazo, es imposible saberlo. Nosotros hacemos pedagogía con los clientes y les explicamos las razones por las que gana o por las que no gana', asevera Pascual. En medio de la actual coyuntura, Viladot señala que la situación tiene más aspecto de representar una oportunidad que otra cosa: 'Hay valores que han sufrido mucho y que han quedado a precios atractivos, de tal forma que puede ser un momento óptimo para invertir'.

La gestión independiente, que ha tenido como buque insignia un elevado grado de innovación en el pasado, se opone en muchos casos a productos que, de buenas a primeras, se popularizan sin razones aparentes que lo justifiquen: 'La mejor estrategia es defender a los clientes, de tal forma que no nos hemos sumado a la moda de productos que creíamos que iban en contra de sus intereses', señala Joaquín Herrero. El mejor ejemplo es el que proporcionan los fondos conservadores con el apellido dinámicos, a los que mayor bocado ha dado la crisis crediticia de momento, según apunta Luis Regalado. Precisamente, la crisis sufrida por los temores subprime, en un primer momento, y los miedos crediticios después tiene la peculiaridad de que ha afectado a un tipo de ahorrador poco acostumbrado a perder dinero. En este contexto, la mayoría de los expertos se muestra cauto respecto al boom que se está viviendo respecto a las empresas que se dedican a las energías renovables y cuyos ingresos, en la mayoría de las ocasiones, dependen de las subvenciones. 'Todo se basa en un planteamiento de alto crecimiento, lo que me hace evocar sensaciones similares a las de la época de la burbuja.com', señala Viladot.

Los 'hedge funds'

La gestión libre, a la que se dio el pistoletazo de salida en España el año pasado, puede constituirse en una adecuada herramienta para las gestoras independientes. 'La mayor flexibilidad que proporciona va a venir bien a la hora de gestionar y evitar riesgos', señala María Victoria Simón, quien indica además que Banco Madrid está trabajando en un fondo de hedge funds, al igual que desde EDM.

Locuras con el sello 'subprime'

La crisis crediticia ha puesto en jaque las bases sobre las que se asentaban los mercados financieros. En los últimos meses, han ido aflorando los elevados riesgos que habían contraído las entidades en derivados de crédito. Así, las pérdidas anunciadas por los principales bancos estadounidenses suman ya cifras escalofriantes. En el tercer trimestre del año, alcanzaron los 27.086 millones de euros, a los que habrá que añadir otros 19.900 millones del cuarto. Y puede que esto sea sólo la punta del iceberg. Deutsche Bank y Goldman Sachs vaticinan que la exposición de la banca mundial a las subprime se eleva a 400.000 millones de dólares. Esta situación es incomprensible para los gestores que acudieron al encuentro organizado por Banco Madrid y Cinco Días. 'Me sorprende cómo les ha podido ocurrir esto a determinado tipo de bancos. Por ejemplo, el alemán Hypo Real State ha importado el problema', señala Jordi Viladot. De esta forma, los gestores independientes señalan que el hecho de que las grandes corporaciones bancarias no tengan unos dueños claros tiene un lado positivo, pero también negativo: 'Los objetivos del largo plazo pierden importancia respecto a la obtención inmediata de beneficios', señala el presidente de Gesiuris. Citi, de hecho, advierte de que los bancos europeos sufren un notable déficit de capital para hacer frente a las necesidades actuales, que cifra entre el 5% y hasta el 40% de su capitalización. Los casos más preocupantes serían los de Barclays, Royal Bank of Scotland y Deutsche Bank, con déficits entre el 60% y el 80%.

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