Un superhéroe para sustituir al príncipe de la banca
Citi ha tardado más de un mes en encontrar un nuevo consejero delegado para gestionar la crisis de la entidad financiera
En los noventa y principios de esta década Sanford Weill creó a golpe de fusiones el gigante bancario Citigroup, ahora llamado Citi. En 2003, se retiró y Prince, Charles Prince, fue nombrado heredero del legado financiero. La actual crisis del crédito, además del lento avance en la integración del grupo, le costó el puesto el 5 de noviembre. Desde entonces, un comité ha estado buscando un sucesor con perfil de superhéroe para sustituir a Prince y dirigir una institución que muchos analistas consideran demasiado grande, singular y atípica.
La tarea terminó a principios de la semana pasada con el nombramiento de Vikram Pandit, de 50 años, para la llamada corner office, la oficina del consejero delegado.
Para John Challenger, de la consultora especializada en cuestiones laborales Challenger, Gray & Christmas, el proceso de búsqueda no ha sido demasiado largo. 'Debe ser un camino de mucha deliberación y muy cuidadoso. Citi es un banco muy grande que ha podido tomarse el tiempo necesario porque solucionó muy bien el periodo de interinidad con una figura de peso, como es Robert Rubin. Eso dio mucha libertad para buscar a la persona adecuada'.
Que Pandit lo sea es algo que el tiempo dirá. En Wall Street se valora mucho su experiencia en banca de inversión, pero se enfatiza que no tiene ninguna vivencia en banca comercial, donde Citi es muy vulnerable. Además hay muchas piezas que encajar en un gigante tan diversificado que nunca ha terminado de funcionar de forma armónica. 'Citi está sumamente diversificado, tanto en negocio como geográficamente, que lo razonable es pensar que no se puede gestionar', asegura Ray Soifer, consultor de banca en MarketWatch.
Una de las circunstancias que ha complicado la búsqueda para este puesto tan complejo es que en Wall Street hay mucha especialización en cada área, y no es fácil encontrar a tantos candidatos lo suficientemente duchos en cada área y con tanta experiencia como para asumir solventemente la gestión de todos los negocios del gigante en el que se ha convertido Citi. De forma genérica, lo que se pide al candidato es que sea un buen supervisor, controle los costes, forme un buen equipo y entienda los riesgos a los que se enfrenta la entidad.
'La lista de quienes habrían querido ser consejero delegado era larga, pero la que tenía que considerar el comité era corta, porque dada la complejidad del cargo, bien había que buscar alguien dentro que entendiera este banco singular, o buscar fuera, entre quienes hayan tenido una experiencia similar. Pero dado el carácter de Citi, no hay muchos candidatos', explica Challenger. Pandit se incorporó en julio, cuando el banco compró su hedge fund. Antes estuvo 22 años en Morgan Stanley.
Un factor que ha complicado más el proceso es que a la vez Merrill Lynch buscaba un consejero delegado -el elegido fue John Thain, el chico de oro de Wall Street- . Aunque los bancos son distintos (Citi tiene banca comercial) en las dos lista se repetían algunos nombres. Y algunos de ellos eran difíciles de atraer desde el mundo del capital riesgo o los hedge funds, donde migra parte del capital humano de Wall Street.
Citi ha acabado una de sus tareas. Ahora comienza la dura segunda parte.
El relevo, todo un guión de ópera
Las sucesiones en Wall Street no son nada fáciles. La teórica dice que todas las empresas tienen que tener una línea de sucesión y educar a los candidatos al puesto de consejero delegado. En la práctica, en Wall Street, estos procesos son dignos del drama de un libreto de una ópera de Puccini y el caso de Citi es un ejemplo de ello.Sanford Weill tenía como favorito a James Dimon, pero un altercado entre ambos acabó con las opciones de este. Dimon tuvo que dejar Citi y terminó aterrizando en Bank One. Charles Prince tomó su relevo como favorito y sustituyó a Weill hace cuatro años. Mientras, en 2000, Dimon llegó a la jefatura de Bank One, que a su vez fue comprado por JPMorgan. En 2004, el ex favorito de Citi se convirtió en el consejero delegado de la entidad resultante de la fusión y el mayor competidor de su antigua empresa.Otro de los protagonistas de este moderno drama es Morgan Stanley, donde Vikram Pandit era una estrella en ascenso. En 2005 el consejero delegado Philip Purcell dimitió y su puesto lo ocupó John Mack. Pandit y otros candidatos dejaron el banco.En todo caso, como explica Challenger: 'En Wall Street hay egos muy grandes, y el proceso de sucesión es muy delicado'.