Pequeños y medianos, los que más sufren
Los valores de menos tamaño pierden más que los del Ibex desde el 20 de julio, aunque mantienen la ventaja en lo que va de 2007
La desconfianza inducida por los problemas en el mercado crediticio se ha esparcido por todos los parqués y, pese a la tranquilidad que viven las Bolsas desde el pasado 17 de agosto, el saldo de la renta variable desde que la crisis salto al primer plano es negativo. El Ibex 35 baja un 5,7% desde el pasado 20 de julio, cuando inauguró la etapa correctiva con un descenso del 1,82% y cuyo último coletazo, por el momento, tuvo lugar el 16 de agosto, al concluir la sesión en 13.979,7 puntos tras hundirse un 3,72%.
Los descensos han sido generalizados, pero determinados valores han quedado más dañados que otros después del envite. Incluso hay algunos -los menos, eso sí- que han logrado superar las dificultades del momento con revalorizaciones, aunque sean mínimas. Los expertos insisten en que los pequeños valores son los más vulnerables, a priori, ante un vuelco en el sentimiento del mercado. Los datos corroboran la afirmación, puesto que los dos hermanos menores del índice de referencia de la Bolsa española, el Medium y el Small, registran respectivos retrocesos del 15,8% y del 10,6% desde sus máximos anuales, frente al 8,1% que baja el Ibex.
'Se ha producido una lógica rotación hacia los valores más sólidos, que son los que cotizan a los precios más atractivos y cuentan con el mayor potencial de revalorización', señala Álvaro Galiñanes, director de la gestora de Espírito Santo. De hecho, el PER (número de veces que el precio recoge la estimación de beneficios) correspondiente a 2007 de los valores del mercado continuo, sin incluir a los del Ibex ni a Arcelor Mittal ni EADS -compañías de gran tamaño que no forman parte del selectivo- se sitúa en 22,2 veces, muy por encima de las 13,2 veces del índice de referencia, según las previsiones de JCF. Además, en términos agregados, los small y medium caps son más tacaños con sus accionistas que las grandes empresas: su rentabilidad por dividendo prevista se sitúa en el 1,8%, mientras que la de los valores del Ibex alcanza el 3,5%. Así, compañías como Vueling, Dogi, Avánzit y Corporación Dermoestética experimentan los peores comportamientos desde el 20 de julio, con declives que oscilan entre el 51% y el 21% (ver cuadro).
'Los valores pequeños son más estrechos y suelen estar más alejados de sus fundamentales, por lo que a la hora de hacer liquidez están en la primera lista de candidatos', subraya Joan Navarro, gestor de Urquijo. Pese a todo, los índices Medium y Small aún pueden presumir de revalorizaciones superiores a las del Ibex en 2007, con subidas del 2,25% y del 7,12% en cada caso.
Por supuesto, también ha habido diferencias sustanciales entre los miembros del Ibex. Sacyr Vallehermoso, que carga con un endeudamiento financiero neto de unas 15 veces la previsión de beneficio bruto operativo (Ebitda) en 2007, es el farolillo rojo al retroceder un 22,4% desde el cierre de la sesión del día 19 de julio. Más constructoras, ACS (-15,2%) y Acciona (-12,4%), aparecen en el furgón de cola, acompañadas de varias entidades financieras, como Bankinter (-13,4) y Mapfre (-10%), y otras firmas que habían estado bajo la benéfica influencia de lo rumores de opa, como Iberia (-11,5%), NH Hoteles (-10,7%), Gas Natural (-12,2%) y Repsol (11,1%). Texas y British Airways han confirmado que presentarán una oferta por la aerolínea española, pero ahora el dinero para operaciones corporativas escasea, lo que hace más improbable que se mantenga la lluvia de opas que ha disfrutado el mercado. Mientras, en el lado de la balanza de los ganadores, destacan Indra (4,1%), Endesa (1,3%) y Telefónica (1,1%), las únicas firmas del Ibex 35 que suben desde la fecha.
'Una vez que el temporal haya amainado, posiblemente alcancemos nuevos máximos, aunque serán distintos a los que hemos visto hasta el momento, porque estarán sustentados por los grandes valores', según Josep Prats, de Ahorro Corporación. De hecho, Santander, Telefónica y BBVA se sitúan en los primeros puestos por potencial de revalorización, con un 21,3%, un 17,7% y un 31,1%, respectivamente.
El fondo de March vuelve a la normalidad
El próximo 30 de agosto, el fondo March Monetario Dinámico vuelve a la normalidad, de tal forma que los partícipes que realicen un reembolso recibirán el 100% de su inversión. Este producto tenía paralizado el 5,6% de su patrimonio, al haber invertido ese porcentaje en el ABS Parvest Dynamic, uno de los fondos de BNP Paribas con los reembolsos bloqueados y que volverá a calcularse el día 30 de agosto. Un portavoz de Banca March asegura que la pérdida patrimonial del producto oscilará entre el 0,23 y el 0,28%.
Ventas en el mercado de la deuda pública
La expectativa de subida de tipos en la zona euro ha impulsado las ventas de deuda pública. El rendimiento del bono alemán a dos años, tras caer el pasado martes al 3,863%, cerca de su mínimo anual del 3,833% marcado en marzo, ha ido recuperando posiciones en las últimas jornadas, ante la posibilidad de que el BCE eleve el precio del dinero pese a las recientes inyecciones de liquidez. Esto supondría que las próximas emisiones se realicen a un tipo de interés más elevado. Así, el rendimiento de este título se situaba en el 4,024%, 6,3 puntos básicos por encima de la semana pasada. Por su parte, la rentabilidad del bono alemán a 10 años bajó 2,5 puntos básicos, hasta el 4,262%, debido a que el miedo de los inversores por activos más arriesgados comienza a remitir. De hecho, al mismo tiempo que se vendía deuda pública se compraban bonos de alto rendimiento. El índice Itraxx Crossover, que mide el diferencial de este tipo de activos con la renta fija pública, se situaba en 322,99 puntos básicos, tras caer 16,2 puntos en la semana, situándose muy lejos ya de los 461,4 puntos a los que cerró el 30 de julio.
El euro y el yen sacan ventaja al dólar
Los bandazos han sido la nota predominante en el mercado de divisas durante la caía bursátil, cuando se produjo un fortalecimiento del dólar frente al euro y una abultada caída del yen respecto al billete verde y también respecto a la moneda europea. Los expertos explicaban este último comportamiento al deshacer los inversores sus posiciones de carry trade, que consiste en endeudarse en la moneda de Japón, donde gozan de un tipo de interés del 0,5%, para comprar activos en cualquier otra moneda. Sin embargo, la divisa nipona ha recuperado posiciones al mismo tiempo que las Bolsas vuelven a brillar. Así, el yen ha subido un 1,5% en la semana, hasta alcanzar las 116,1 unidades frente al dólar, lo que hace pensar a los expertos que vuelven a retomarse las posiciones de carry trade. Además, el dólar, tras subir la semana pasada hasta las 1,3442 unidades en plena bajada bursátil, ha ido perdiendo gas también frente al euro a medida que volvía el dinero a la renta variable, dejando entrever que perdía atractivo como refugio. Así, en la semana la divisa estadounidense ha perdido en torno a un 1,5%, hasta cambiarse a 1,367 unidades.