Cócteles y tapas de autor, una tentación de vuelta a casa
Diseño y aire cosmopolita en los 'after-works' de Madrid y Barcelona
Nueva York es toda una fábrica de tendencias y Madrid y Barcelona llevan dos años copiando una que se refiere al qué hacer después del trabajo. En ambas ciudades ha surgido un tipo de locales polivalentes, de amplio horario y oferta versátil, que reúnen en un mismo lugar distintos espacios. Bar de copas, restaurante informal -con entidad en algunos casos- y lounge, responden a la demanda de un público urbanita, treintañero y con posibles, que busca de diseño y un ambiente cosmopolita.
Buena parte de los ejecutivos de estas ciudades, y muchos de paso, se reúnen entre semana tras el trabajo en estos establecimientos para tomar una copa, cenar en plan desenfadado, e incluso prolongar la noche escuchando música.
La oferta en Madrid es amplia. De los primeros en poner esta idea en práctica fueron los propietarios de The Grill Club (tres locales: Jorge Juan, 8; Manuela Malasaña, 8 y San Marcos, 20), de interiorismo chic o fashionista, según los casos, siempre muy logrado. Uno de los más conocidos es el Glass Bar del vanguardista hotel Urban (Carrera de San Jerónimo, 34), un espectacular aunque pequeño bar donde la gente acude para ver y ser visto; tomar ostras o sushi con champán y saborear magníficos cócteles. En la misma línea, Sula (Jorge Juan, 33), con tapas de autor (llevan el sello de Quique Dacosta) y una magnífica selección de vinos en su barra. Haciendo honor a su espíritu de varias caras, Sula es, además, un restaurante recomendable.
Para puesta en escena, la de Cuatrobajocero (Alcalá, 92). Con la esencia de los clubes más distinguidos de Manhattan puede presumir de la mejor coctelería internacional y de servir música seleccionada por un Dj. Pero si lo que gusta es disfrutar de un gin tonic, su sitio está en el Gin Club de Mercado de la Reina (Gran Vía, 12), con una selección de 20 marcas y confortables sofás. Una novedad es Fish Club (Castellana, 188), con una original y tecnológica decoración en su lounge, y todo un comedor decorado con un cielo de medusas y acuarios naturales.
Los cócteles son el fuerte del Gran Bar de Le Garage (Valenzuela, 7) otro multiespacio lleno de glamour y frecuentado por gente guapa a la salida del trabajo, una clientela similar a la que se reúne en Loft 39 (Velázquez, 39), decorado por Pascua Ortega, que cuenta con un apetecible restaurante y un bar lounge donde triunfan los mojitos de frutas silvestres. Con un estilo minimal-industrial, Bluebar (Concha Espina, 39), un after work reducto de yuppies.
En la Ciudad Condal el tránsito del trabajo a casa tiene como lugar de encuentro el modernista bar de Casa Fuster (Paseo de Gracia, 132); el lobby-bar del hotel Omm (Rosellón, 265), alarde de diseño con la notable cocina de Joan Roca, o en el Visit del atractivo hotel Pulitzer (Bergara, 8).