Ferrovial exige a Londres un aumento de tarifas aéreas para garantizar inversiones
Ferrovial protagonizó ayer un día movido. Por la mañana lanzó una andanada contra el regulador británico para que suban las tarifas de sus principales aeropuertos. Para ello apeló al coste de la mayor seguridad tras el atentado fallido y las inversiones. Por la tarde, Juan Béjar, ejecutivo clave en infraestructuras del grupo, dimitió formalmente y provocó una reestructuración en las divisiones de la constructora.
La profusa presentación que Ferrovial hizo ayer de los perjuicios que traerá el sistema de precios propuesto por la CAA en los aeropuertos británicos sorprendió al mercado. Fue una auténtica batería de cifras para apuntalar que lo propuesto tanto en tarifas como en retorno de capital permitido por la Autoridad Civil de Aviación (CAA) 'es inaceptable' para BAA, el primer grupo mundial de aeropuertos que Ferrovial compró el año pasado con otros socios.
Se trata del segundo rechazo frontal que manifiesta Ferrovial desde que comenzó la negociación de tarifas en noviembre pasado. Según fuentes oficiales del grupo, el mensaje de oposición de ayer no respondería a ningún nuevo movimiento del regulador.
La propuesta de la CAA se centra en dos aspectos: las tarifas que puede cobrar BAA a las aerolíneas y el retorno de capital permitido para los tres aeródromos de precio regulado, Heathrow, Gatwick y Stansted. Para el primero, la CAA ofrece una horquilla del 4% al 8% sobre el índice de precios minoristas (RPI) y para el segundo, de entre el 2% y el -2%. Para Stansted, propone directamente la liberalización. En cuanto a la rentabilidad, del 7,75% del quinquenio anterior baja al máximo del 6,7% para Gatwick. Es una 'reducción sin precedentes', decía ayer Stephen Nelson, consejero delegado de BAA nombrado por Ferrovial, en la presentación.
Béjar ha sido clave en el desarrollo de la actual división de concesiones del grupo
Las nuevas tarifas tienen que aprobarse en noviembre para entrar en vigor en marzo. Pero la propuesta inicial 'no incentiva las inversiones', a juicio de Nelson. BAA tiene un plan para invertir 9.300 millones de libras (13.700 millones de euros) en once años. BAA destacó el mayor coste de la seguridad, que ha crecido un 41% en cinco años. En los tres aeropuertos alcanza los 53 millones de libras (80 millones de euros). Según la filial, el regulador quiere evitar una gran subida para soslayar el rechazo de aerolíneas como British Airways, Ryanair o Easyjet, que critican la posición de dominio del operador.
Y aquí entra en juego la Comisión de Competencia británica que está investigando la posición de control de BAA en el mercado británico, donde opera el 63% de los vuelos. La CAA ha requerido a este organismo un informe que publicará en septiembre. En paralelo, está la investigación que puede dilatarse hasta 2010 con la posibilidad de recurrir ante el Tribunal de Apelaciones de Competencia. El proceso será largo.
Esta espinosa negociación no eclipsó la reorganización que se conoció por la tarde provocada por la salida de Juan Béjar, director general de Ferrovial Infraestructuras y vicepresidente segundo ejecutivo de Cintra, tras más de quince años en el grupo. Este ejecutivo ha sido uno de los principales artífices técnicos de la mayor compra realizada por la constructora, la de BAA, primer grupo mundial de aeropuertos y ha sido el hombre clave de Ferrovial en el desarrollo de la actual división de infraestructuras y concesiones con Cintra como cabecera. Ahora, Béjar, madrileño de 50 años, se va para presidir el fondo Citi Infrastructure Management Company, filial del estadounidense Citigroup, con sede en Londres, como confirmó el banco ayer. Oficialmente, la salida es 'amigable', según un portavoz de Ferrovial. Sin embargo, otras fuentes apuntan a disensiones de Béjar con la cúpula que preside Rafael del Pino.
Tras comunicar la dimisión de Béjar aprobada en consejo extraordinario de Cintra, Ferrovial anunció una reorganización de su negocio en cuatro divisiones: construcción y servicios quedan como están, mientras aeropuerto y autopistas y aparcamientos (Cintra) antes englobadas en infraestructuras, se hacen independientes.
A Béjar le sustituye como responsable de aeropuertos Íñigo Meirás, hasta ahora director general de servicios. Su puesto lo ocupa Santiago Olivares, responsable del área internacional de servicios. Este directivo y Enrique Díaz-Rato, consejero delegado de Cintra, entran en el comité de dirección.
La venta del aeropuerto de Budapest mitiga la deuda
La anunciada desinversión en el aeropuerto de Budapest permitirá a Ferrovial reducir la deuda generada por la compra de BAA. Un consorcio liderado por la constructora alemana Hochtief, en la que ACS acaba de adquirir el control con el 25% del capital, pagará a la filial de aeropuertos de Ferrovial por 1.309 millones de libras (1.924 millones de euros), el mismo precio de compra por el 75% del aeródromo. Incluye los 54 millones de libras (81 millones de euros) de deuda. BAA adquirió este aeródromo en diciembre de 2005 por 1.309 millones de libras, antes de que Ferrovial la comprase. Tras hacerse con el control, decidió vender este activo por el que se había pagado un precio demasiado alto, a decir de algunos analistas. De la cantidad recibida, 1.500 millones irán a amortizar deuda.