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Tribuna
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¿Hay escasez de agua?

'Afrontar la escasez de agua' es el tema del Día Mundial del Agua 2007 que hoy se celebra. Un problema que la ONU considera superable, en el sentido de que no hay crisis del agua sino crisis de su gestión. El autor analiza las medidas planteadas para una gestión sostenible y eficiente de los recursos hídricos

Según documentación reciente de algunas agencias de la ONU lideradas por la FAO para orquestar el lema Afrontar la escasez de agua hoy, 22 de marzo, Día Mundial del Agua, la respuesta es que sí hay escasez de agua, pero que es superable partiendo de la conclusión constante en los informes últimos de Naciones Unidas de que no hay crisis del agua sino crisis de su gestión.

Hay condiciones de escasez, según la ONU, cuando el impacto de todos los usuarios afecta al suministro o calidad del agua, de forma que las demandas de todos los sectores, incluyendo las ambientales, no pueden ser plenamente satisfechas. Esta situación se puede dar con cualquier nivel de oferta o demanda, como resultado de un desarrollo socioeconómico que prima la afluencia o que alimenta expectativas exageradas sobre el recurso, o acompañando a cambios insostenibles en el modelo de producción y consumo, situación más típica de los países desarrollados como España.

También puede ser el resultado de falta de capacidades institucionales y financieras, que no ofrecen los recursos hídricos necesarios, como en países en desarrollo, donde más de 1.200 millones de personas no tienen acceso a abastecimientos adecuados de agua potable y más de 2.000 millones no tienen un saneamiento suficiente. Por supuesto puede ser también consecuencia del cambio climático.

En el caso de las economías maduras y emergentes existen acciones para invertir las tendencias. En los demás, estamos ante una situación que requiere de la cooperación internacional, y por ello reducir a la mitad la población sin acceso a agua potable de calidad o saneamiento adecuado es uno de los llamados Objetivos del Milenio de la ONU.

Según el informe de Naciones Unidas, 1.200 millones de personas viven en áreas densamente pobladas y con escasez física de recursos hídricos. Otros casi 1.600 millones tienen limitaciones económicas de acceso al agua e infraestructuras inadecuadas. La ONU predice que en 2025 unos 1.800 millones de personas vivirán en regiones con escasez real de agua y hasta dos tercios de la población podrían tener carencias significativas.

¿Cómo afrontar esta escasez que la ONU califica como uno de los desafíos del siglo XXI? Mientras los países en desarrollo requieren de cambios estructurales e institucionales, la primera receta recomendada es la de gestionar los recursos considerando la escasez e incluso la sequía como norma y no como excepción: una llamada a políticas racionales de gestión de la demanda y del uso de los recursos que acompañen al desarrollo sin forzar la oferta disponible para evitar la escasez.

Estos días se ha celebrado en Zaragoza un seminario internacional organizado por el Plan de Acción del Mediterráneo de la ONU (PAM) y la Tribuna del Agua de Expo 2008 bajo el lema Gestión de la demanda de agua en el Mediterráneo, en el que se han revisado las experiencias de los países mediterráneos en la racionalización de la demanda y el uso de agua, en particular en la agricultura, que representa casi el 70% de la demanda total en la región (unos 281.100 hm3).

Países del sur del Mediterráneo, como Túnez, Marruecos, Egipto o Siria, han mostrado que en algunas zonas se consiguen reducciones en el uso del agua hasta del 50% con la reducción de pérdidas en sistemas de distribución, la modernización de los regadíos y con tarifas adecuadas. También demuestran que la demanda actual se podría reducir en unos 123.000 hm3 (más de cuatro veces la demanda anual española), al reducir un 85% los caudales procedentes del regadío y el resto en el sector doméstico, lo cual liberaría recursos para abastecer el incremento previsto para 2025 y dejaría la demanda total en unos 250.000 hm3, muy por debajo de la actual. Es el milagro que se ha acuñado en Túnez como more crops per drop (más cosecha por gota de agua): la ecoeficiencia, clave del desarrollo sostenible y de una economía con futuro.

Esto es la gestión de la demanda. Satisfacer nuevas necesidades y demandas con la construcción de negaembalses o negatrasvases, fruto del ahorro y mejora de la eficiencia en los usos sin requerir nuevos embalses o trasvases. La región más rica en agua no es la que más agua tiene, sino la que menos necesita.

Según las evaluaciones del PAM, España conseguiría así 10.000 hm3; una buena cifra de partida, no para crear más regadíos o urbanizaciones, sino para abandonar el estrés hídrico y alcanzar un futuro en el que el agua no es forzosamente un factor limitante ni siquiera en la costa. Así podremos recuperar la funcionalidad de nuestros acuíferos y ríos para que estén en las mejores condiciones funcionales, como soporte de vida y verdaderas fábricas de agua y garantía ante la sequía y el cambio climático.

Domingo Jiménez Beltrán. Director de la Tribuna del Agua de Expo Zaragoza 2008

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