Horarios más flexibles para retener el talento
Una jornada laboral menos rígida y más conciliación con la vida familiar. Es el reto al que se enfrenta la empresa española a medida que crece la batalla por atraer y mantener a los trabajadores más cualificados.
Los tiempos han cambiado desde la llegada de la generación del baby boom al mercado laboral. Las nuevas tecnologías aportan una multitud de oportunidades nuevas de negocio y de organización empresarial, mientras que la demanda de trabajadores cada vez más especializados a la vez que polivalentes encrudece la guerra por el talento. Los expertos estiman que la batalla por encontrar a determinados perfiles se seguirá acentuando hasta por lo menos el año 2010. Este personal cualificado demanda, por su parte, mayor flexibilidad horaria para su desarrollo tanto profesional como personal.
Esta demanda de los trabajadores viene marcada por varios factores nuevos como la gradual incorporación de la mujer al mercado laboral, la entrada en crisis del Estado de Bienestar y sus servicios de cuidados de personas mayores y niños y el envejecimiento de la población. Una serie de elementos que apuntan en conjunto hacia la necesidad de progresar en términos de conciliación laboral.
La dificultad para encontrar al personal clave es la principal preocupación del 45% de las grandes empresas, según un estudio elaborado por la Comunidad de Madrid en asociación con el IESE Business School de la Universidad de Navarra. El porcentaje es algo mayor en el caso de las Pymes, donde alcanza el 53%.
Cuánto más empleados temporales, más difícil le resulta a la compañía encontrar personal. También el porcentaje de mujeres en la plantilla tiene su importancia. En conjunto, según el estudio, las compañías con más de un 20% de empleados temporales y menos de un 25% de mujeres son las que más sufren por la escasez de talento, lo que pone en evidencia un desaprovecho de gran parte de talento femenino.
Los trabajadores más demandados se encuentran principalmente en el sector de los servicios. Según las previsiones de empleo del informe Panorama Laboral 2007 de la Comunidad de Madrid, en la que participan las seis Universidades públicas de la región, las empresas ofrecerán cerca de 150.000 puestos de trabajo el año próximo. Casi el 89% de estas vacantes estarán concentradas en el sector de los servicios, mientras que el mayor aumento lo registrarán servicios a empresas, inmobiliarias, comercio y las actividades sanitarias.
En términos de formación, el perfil que más escasea es el del trabajador calificado. El 44,3% de las vacantes que prevé el estudio de la Comunidad se originarán con un grado de cuantificación alto o muy alto, mientras que el 41,9% se producirán entre ocupaciones con niveles de cuantificación intermedio y sólo el 13,8% serán vacantes relacionadas con ocupaciones poco cualificadas.
Por sectores, dentro de las ocupaciones de mayor nivel de calificación, los técnicos y profesionales científicos e intelectuales serán los que tengan mayor volumen de vacantes, seguidos por los técnicos y profesionales de apoyo. En tercer lugar aparecen las ofertas de empleos correspondientes a dirección de empresas y administración pública. En el caso de las ocupaciones de nivel de calificación intermedio, los trabajadores de servicios de restauración, servicios personales y vendedores de comercio serán los que más crezcan.
El contexto actual deja patente que para conseguir al empleado deseado ya no es suficiente atraerle con un buen sueldo. Los trabajadores reclaman de forma creciente medidas que se salen del ámbito puramente financiero. Buscan mayores oportunidades de desarrollo personal y profesional: el salario mental va ganando peso.
La retribución es tan sólo el cuarto elemento considerado más importante por los trabajadores, según la encuesta del IESE. Entre las nuevas preocupaciones del trabajador a tener en cuenta por la empresa que desea un compromiso por parte de su plantilla, la conciliación familiar es cada vez más importante. Es la segunda prioridad a la hora de estimar un trabajo. Figura por detrás tan sólo de la voluntad de recibir una formación continua que les permita seguir siendo empleable. Le sigue el hecho de formar parte de una empresa líder y en cuarto lugar, el salario.
Los trabajadores perciben las jornadas laborales diluidas como interminables. La mitad de los madrileños afirma que les falta tiempo libre. El 43% estima que llega demasiado tarde a casa y que esto perjudica su vida familiar y social y el 41% piensa que pasa demasiado tiempo en el trabajo, según datos de la Macroencuesta sobre Conciliación en la Comunidad de Madrid.
Paralelamente, según un estudio del Centro Universitario de Estudios Sociales Aplicados, la mitad de los españoles estima que su empresa no es flexible y un 30% que esta situación repercute negativamente en su salud. El estrés, el burnout y la depresión se han convertido en las principales enfermedades laborales, hasta tal punto que algunos expertos piden reformar la Ley de Prevención de Riesgos Laborales.
La conciliación se presenta como un elemento de peso para las empresas que quieran ser líderes en un futuro. Si la responsabilidad social y corporativa ha venido marcando los últimos años, la comunicación interna, mejorar la marca y las condiciones de los trabajadores está entre las prioridades de las empresas.
Las mayores preocupaciones de las empresas encuestadas, junta a la dificultad de encontrar talento, ponen también de manifiesto la necesidad de potenciar unos horarios más flexibles para permitir una mayor conciliación.
El segundo asunto que más quebraderos de cabeza causa a las compañías es el del absentismo: preocupa al 36% de las grandes empresas y el 25% de las pymes. Aquí también, la conciliación puede tener un efecto positivo: las empresas que han puesto en marcha medidas de conciliación han reducido la tasa de absentismo en un 30%.
La dificultad para conciliar trabajo y familia sin embargo no apetece en los primeros puestos de preocupaciones de las empresas. Preocupa a un 30% de las grandes empresas y un 20% de las pymes. Aún así, considerando que en la encuesta del Ifrei de 1999, la conciliación tan sólo preocupaba al 5% de las compañías, parece que las empresas van asimilando su importancia.
Por fin, la poca iniciativa por parte de los empleados. Su resistencia a la movilidad geográfica y su falta de compromiso son los otros asuntos que más preocupan a las empresas.