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Accionistas

Compromisos a medias en los folletos de OPV

Los accionistas de Parquesol, GAM, BME y Riofisa han roto sus acuerdos de permanencia en el capital

Queda muy bien. Pero, a la hora de la verdad, hacen lo que quieren. En todos y cada uno de los 10 folletos de Ofertas Públicas de Venta (OPV) del año pasado, sus accionistas de referencia -llámense consejeros, directivos o sociedades con una parte significativa del capital- se comprometieron a no transmitir los títulos que les quedaran tras la colocación en un tiempo determinado. Este periodo se denomina lock up. Sin embargo, en cuatro ocasiones (Parquesol, GAM, BME y Riofisa) se han incumplido estos acuerdos.

El caso más reciente es el de Riofisa. La familia Losantos controla la mayoría del capital de la inmobiliaria con el 50,001% y se ha comprometido a aceptar la oferta pública de adquisición (opa) que lanzará Inmocaral a 44,31 euros por acción. Incluso si hay una oferta competidora con mejores condiciones deberá aceptarla. Y esto pese a que en el folleto de la OPV constaba su compromiso a no vender durante los 360 días siguientes al debut en Bolsa de la inmobiliaria. Su único requisito ha sido solicitar 'el consentimiento previo y por escrito' de Morgan Stanley, la entidad coordinadora.

Un experto en colocaciones de un banco internacional explica que estos compromisos suelen levantarse en caso de una opa. Se busca no perjudicar a los pequeños accionistas ante una oferta de compra atractiva que no triunfaría si no acuden los mayoritarios.

Así ha sido en los casos de Riofisa (aunque el precio de la opa era un 4,19% inferior al de la cotización) y Parquesol, donde los Fernández Fermoselle vendieron a la constructora San José el 50,79%, pese a su compromiso de mantener el 50,1% en un plazo de dos años desde el debut en Bolsa.

Pero la situación de General de Alquiler de Maquinaria (GAM) y de BME son diferentes. Sin operaciones corporativas de por medio, Dinamia y Nmás1 se deshicieron del 14,1% del capital de la primera, pidiéndole permiso a Morgan Stanley, y BBVA hizo lo mismo con el 1,22% del holding de Bolsas, haciendo lo mismo con Santander Investment.

'La cláusula de permanencia suele ponerse porque a los inversores les gusta verla. Es un elemento tranquilizador: le hace saber que el valor no sufrirá una avalancha de órdenes de venta (flow back) una vez que los títulos sean admitidos a cotización', explica el experto. 'Así queda constancia, además, de su compromiso con el futuro de la empresa', agrega.

El dueño de Astroc vende sin hacer una oferta pública

No sólo se incumplen los compromiso de permanencia, sino también los de poner a disposición del mercado los títulos mediante una fórmula determinada. Enrique Bañuelos vendió en la colocación de Astroc el 25% del capital, pero dejó constancia en el folleto de que pondría a disposición del mercado un 20% adicional del capital social en un plazo no superior a 12 meses 'siempre y cuando las condiciones lo hicieran aconsejable'. El presidente de la inmobiliaria valenciana ha ido recortando su participación hasta el 51,582% actual desde el 75%, pero sin hacer una colocación pública de los títulos o una ampliación de capital, tal y como consta en el folleto.

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