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Ampliación

Bulgaria y Rumanía completan el mapa de la UE

Rumanía y Bulgaria ingresaron ayer en la Unión Europea, elevando a 27 el número de socios. Los dos países presentan graves carencias y una gran distancia en relación con el nivel de vida de la UE. El club, además, alcanza con su ingreso el punto de saturación institucional.

Los primeros planos de Borat yason parte de la Unión Europea. La exitosa docu-ficción arranca en una destartalada aldea, presuntamente de Kazajistán, que en realidad se encuentra en Rumanía, el país que junto a Bulgaria forma parte desde el 1 de enero de uno de los clubes más elitistas del mundo. Ninguno de los dos países cumple totalmente los estándares económicos, sociales o medioambientales que exige la UE. Pero su ingreso formaba parte del acuerdo tácito de unificación del continente fraguado tras la caída del muro de Berlín en 1989.

La falta de preparación de los dos candidatos resulta tan evidente que Bruselas y los 25 socios actuales han activado unasmedidas de precaución sin precedentes. Casi ningún país reconoce, de momento, a rumanos y búlgaros el derecho a la libre circulación. Numerosos productos soportarán restricciones a la exportación, desde la leche búlgara a la carne importada por Rumanía y Bulgaria desde terceros países. E incluso en un sector como el aéreo, regulado por normas internacionales, Bruselas ha tenido que establecermedidas de salvaguarda para las líneas búlgaras, por entender que no cumplen las normas europeas de seguridad. En definitiva, las nuevas adhesiones provocan tan poco entusiasmo que la Comisión Europea prefiere no referirse a ellas como la sexta ampliación de la UE, sino camuflarlas como el remate del big bangde 2004, cuando el club pasó de 15 a 25 socios. Esta vez, sin embargo, el listón de entrada ha bajado muchasmás pulgadas, aunque la CE intente disimularlo. La renta per cápita de Rumanía y Bulgaria apenas alcanza el 33% de la actual media comunitaria. E incluso el salario mínimo de Letonia (129 euros), que era el más bajo de la UE-25, supera en un 60% los 82 euros de Bulgaria. Para colmo, el ingreso de Rumanía y Bulgaria agrava la evidente falta de agilidad institucional de la UE, que con tantos miembros y tan dispares difícilmente podrá pactar alguna política mínimamente ambiciosa. La saturación alcanza ya tal punto, que el club se plantea retrasar las futuras ampliaciones hasta que haya acometido una profunda reforma institucional.

El Parlamento europeo, en un informe aprobado el pasadomes de diciembre, se muestra partidario de supeditar las negociaciones con los nuevos aspirantes (Croacia, la antigua república yugoslava de Macedonia, Turquía, Albania, Bosnia-Herzegovina, Montenegro y Serbia) a la aprobación de los cambios más importantes en el proyecto de Constitución europea. Entre ellos, el más urgente parece la introducción de un sistema de voto basado en el peso demográfico de cada país y la desaparición del derecho de veto en áreas como justicia, interior e inmigración. Ese cambio, sin embargo, requiere la unanimidad de los 27 socios actuales. Y si llega a aprobarse, los más optimistas auguran que el acuerdo no llegará hasta finales de 2008, como muy pronto. Un plazo que introduce, como mínimo, una pausa de tres años en el crecimiento de la UE. Y somete a los actuales candidatos al albur de una negociación interna que poco tiene que ver con sus propios preparativos para la integración. A pesar de todo, el Consejo Europeo del pasado 15 de diciembre mantuvo abierto el camino para los países de los Balcanes. Pero los 25, hoy 27, decidieron que, de momento, ya no darán a ningún candidato una fecha firme de ingreso. La experiencia de Rumanía y Bulgaria les ha enseñado que luego resulta imposible frenar la adhesión.

Eslovenia se une a una zona euro sin consolidar

El euro se convirtió ayer en la moneda oficial de Eslovenia, el decimotercio país que desde 1999 renuncia a su divisa nacional en favor de la europea. El tólar esloveno convivirá con la moneda única hasta el próximo 14 de enero, día en que dejará de ser de curso legal definitivamente después de sólo 15 años de existencia. El tipo de cambio pactado es de 239,64 tólares por cada euro. Los nuevos euros han sido acuñados en Finlandia porque Eslovenia no dispone de fábrica de moneda propia. La unión monetaria inicia así un proceso de expansión para el cual, según algunos analistas, no se encuentra preparada. ¢La ampliación de la zona euro que comienza con la entrada de Eslovenia no es una buena noticia¢, advierte el prestigioso economista belga Paul de Grawe en un reciente artículo publicado en el boletín CESifo Forum. ¢La actual estructura institucional es débil (...) y la ampliación frenará la dinámica hacia una mayor unión política¢. Chipre y Malta ya esperan incorporarse en 2008. Y a partir de 2010 se espera a socios mucho mayores como Hungría o Polonia. Sin cambios estructurales, la zona euro corre el riesgo de quedar paralizada como la UE.

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