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Dilema

Los depósitos eclipsan a los fondos

El alza de tipos y la reforma fiscal equipara el ahorro a plazo con los fondos de renta fija y garantizados.

Fondos de inversión o depósitos a plazo. Ese es el dilema al que se enfrentan con cada vez mayor frecuencia los ahorradores ahora que las subidas de tipos de interés han elevado la remuneración del pasivo bancario y que la reforma fiscal, que entrará en vigor el año próximo, va a igualar al 18% la tributación de ambos productos. Las entidades financieras reconocen que el ahorro a plazo entre uno y dos años se está midiendo de tú a tú con los fondos de renta fija o monetarios. Y basta para ello con echar un vistazo a las estadísticas de los dos últimos meses.

La industria de fondos de inversión está sufriendo duramente la agresividad de las ofertas en depósitos, después de que los tipos de interés hayan abandonado el letargo en que estuvieron durante más de dos años, en mínimos históricos del 2%. La euforia bursátil no ha logrado contener la sangría de reembolsos en fondos de inversión y las suscripciones netas dejaron en octubre un saldo negativo de 1.210 millones de euros. Esta deserción se suma a la del mes de septiembre, por 2.325 millones de euros, volúmenes de reembolsos que no se recordaban en los fondos de inversión desde el estallido de la burbuja del año 2000.

La disputa más reñida está en el ahorro más conservador y la batalla se libra en el mismo seno de las entidades financieras, donde las gestoras de fondos afrontan la ofensiva comercial emprendida en el terreno del ahorro. Muchas entidades pretenden equilibrar con ello la estructura de sus balances, ante el notable aumento del crédito hipotecario y aprovechando de paso el margen que la subida de tipos de interés deja para elevar la remuneración del pasivo.

Las entidades advierten que la subida de tipos elevará la rentabilidad de Fiamm y garantizados, frente al interés fijo del depósito

Así, según datos del Banco de España, la rentabilidad de los depósitos de hasta un año de plazo ha pasado del 2,30% de diciembre al 2,95% del mes de septiembre, mientras que la rentabilidad acumulada en el año por los fondos monetarios alcanzó en octubre de media el 1,5% y el 2% en el caso de los fondos de renta fija, de acuerdo con los datos de Ahorro Corporación.

Sin embargo, los expertos puntualizan que las verdaderas comparaciones entre fondos y depósitos van a tener que hacerse a posteriori. 'No hay que fiarse de las rentabilidades pasadas de los fondos más conservadores, los Fiamm. Ahora es precisamente el vehículo que más se va a aprovechar de las futuras subidas de tipos de interés', señala María Pintado, directora de fondos de inversión de Banco Santander.

En este sentido, fuentes de Banco Sabadell apuntan que la inversión en depósitos a plazo y en fondos de inversión garantizados a tipo fijo puede resultar equivalente, aunque advierten también de que 'si hoy estamos contratando un depósito a dos años a un determinado tipo de interés, no se moverá en ese periodo de tiempo. Deberíamos compararlo con la rentabilidad que haya obtenido el fondo pasados estos dos años'.

Y para conocer con detalle la rentabilidad que contiene un depósito, el cliente deberá conocer la remuneración en términos TAE, es decir, en el supuesto de que el dinero se reinvierte al mismo tipo de interés durante todo el año, más allá de las deslumbrantes rentabilidades que ofrecen los depósitos a un mes. Desde Ibercaja afirman que la fiscalidad ha sido una variable que el inversor medio tampoco ha considerado en exceso, aunque promete avivar la competencia entre depósitos y fondos.

El efecto fiscal

Con la reforma del IRPF, los depósitos pierden la reducción del 40% sobre los rendimientos obtenidos a partir de dos años y quedan en pie de igualdad frente a los fondos de inversión, que conservan en cualquier caso la ventaja de realizar traspasos de un producto a otro sin necesidad de tributar.

Con un tipo de interés común del 18% para las plusvalías, contratar un depósito resultaría más atractivo que suscribir un fondo monetario y de renta fija con un plazo recomendado de inversión de entre dos y tres años, señalan en Bancaja. En el corto plazo, en Ibercaja reconocen que la mejora de las rentabilidades de los depósitos también puede ser una amenaza para los fondos más conservadores, sin que la industria de la inversión colectiva consiga compensar este riesgo con las subidas bursátiles.

'Los inversores no han olvidado del todo la caída provocada por el pinchazo de la burbuja tecnológica. Son más cautos que en aquellos años', asegura María Pintado, lo que explicaría el terreno ganado por los depósitos. En defensa de los fondos, José Manuel Artal, jefe de innovación y desarrollo de productos de Ibercaja, añade que 'para quienes miran al medio y largo plazo, la industria de fondos ofrece alternativas, como es el caso de la gestión dinámica, que tienen como objetivo mejorar el euribor a 12 meses, algo que de forma recurrente no se puede conseguir con los depósitos'.

Las entidades recuerdan que la posibilidad de realizar traspasos entre distintos fondos de inversión sin tener que tributar a Hacienda deja además un mayor margen para decidir en qué momento hacer plusvalías, a diferencia del depósito, que tiene un plazo fijado para su vencimiento y menor liquidez. En los depósitos, las ofertas actuales más abundantes se centran en los plazos de un mes, seis meses y un año, en este último caso con rentabilidad referenciada a valores bursátiles. En los fondos, el horizonte de inversión se suele ampliar a más allá de los tres años.

Estructurados, a medio camino

Los depósitos estructurados ofrecen una solución intermedia para el ahorrador, que destina la mitad del capital a un depósito y la otra mitad a un fondo de inversión. Tienen la rentabilidad fija del ahorro a plazo y la promesa de ganancias del fondo de inversión, si bien no hay que pasar por alto la letra pequeña. El horizonte de inversión del producto está en el medio o largo plazo, aunque la remuneración que ofrece el depósito suele ser a un plazo corto, de seis meses, de modo que la ganancia total no se puede recuperar hasta el momento del vencimiento del producto. Así, la obtención de la rentabilidad del depósito suele estar condicionada al mantenimiento del fondo de inversión. En caso contrario, se aplican las correspondientes comisiones por cancelación anticipada o reembolso.Y para poder comparar con otro tipo de inversión hay que tener en cuenta que el elemento fundamental es el producto a mayor plazo. Otra variante de los depósitos estructurados es la vinculación de su rentabilidad a una cesta bursátil, con rentabilidad mínima asegurada. En este caso, hay que valorar la ganancia que se podría alcanzar con el escenario de Bolsa más favorable y si la rentabilidad del producto se calcula sobre una media mensual de la evolución del valor de referencia o desde la fecha de contratación al vencimiento.

Rentabilidades obtenidas

¦bull; La competencia más dura en rentabilidades está entre depósitos y fondos monetarios, de renta fija a corto plazo y garantizados de renta fija. El Fiamm más rentable al cierre de septiembre, de Caja Layetana, ofreció el 2,52% interanual, mientras que en renta fija a corto plazo, las rentabilidades en el último año rozaron el 3%, según datos de Inverco. En garantizados de renta fija destacó al cierre del tercer trimestre un fondo de BBVA, con el 18,97%, seguido de uno de Kutxa, al 5,55%. En depósitos, hay ofertas al 4% TAE a un año de plazo en Ibanesto y Openbank.

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