Touriño reclama 20.000 millones en concepto de déficit histórico con Galicia
El vicepresidente económico, Pedro Solbes, recibió ayer del presidente de la Xunta de Galicia, Emilio Pérez Touriño, otro recado que sumar a la larga lista de demandas que cada comunidad autónoma está trasladando al Gobierno central en lo que se ha dado en llamar el déficit histórico que cada una de ellas reclama. En este caso, Touriño habló de 20.000 millones de euros que el Ejecutivo debería invertir en las infraestructuras gallegas en un horizonte de diez años, a 2.000 millones por ejercicio. Su intervención en el Foro Nueva Economía fue seguida por numerosos empresarios, entre ellos el presidente de El Corte Inglés, Isidoro Álvarez, el presidente de Cepsa, Carlos Pérez de Bricio, el presidente de la CECA, Juan Ramón Quintás, y el presidente de OHL, Juan Miguel Villar Mir.
Un primer paso lo dará el Gobierno central en 2007, con una inversión prevista en Galicia de 1.722 millones de euros, el doble de lo que correspondería a esta comunidad si se aplicara el criterio de Producto Interior Bruto por habitante. Esta partida presupuestaria fue negociada directamente por Touriño con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, antes de que los Presupuestos del año que viene entraran en el Congreso. Para hacer posible la continuidad de este compromiso, el nuevo Estatuto gallego vinculará la financiación a la dispersión de la población, a su envejecimiento y a la emigración.
Touriño se mostró optimista respecto al futuro económico de su comunidad teniendo en cuenta que refleja un crecimiento del 3,9%, dos décimas por encima de la media española. En el último año, Galicia fue la segunda comunidad donde más descendió el paro, sólo por detrás de Cataluña, y una de las primeras en creación de nuevos puestos de trabajo, 40.000 en total. 'Galicia ha retomado la senda de la convergencia que perdimos en el primer quinquenio del siglo', aseguró su presidente.
Monte para arder
¦bull; En el monte gallego hay 28 millones de toneladas de matorral y yesca preparado para arder, dado que las pequeñas propiedades y la desatención prestada al problema en los últimos años han retrasado los planes de prevención, previno el presidente de la Xunta.