Inkoa Sistemas 'cocina' proyectos en 26 países
De la iniciativa de dos jóvenes profesores de la Universidad de Mondragón nació en 1991 Inkoa Sistemas, la única ingeniería vasca especialista en el sector agroalimentario con proyectos en 26 países. Empezaron trabajando en sistemas inteligentes para el control automático del riego y clima en invernaderos y ahora están imbuidos en la trazabilidad alimentaria en un proyecto financiado por la UE
Que las tecnologías de la información se pudieran aplicar en los cultivos agrícolas o en garantizar la seguridad alimentaria era impensable hasta hace poco. Pero en otros países europeos ya se venían aplicando y, por eso, en 1991, Itziar Unzueta y José Benito Badiola dejaron la docencia para crear una empresa que no tenía ningún precedente en España: una ingeniería con tecnología propia especializada en el sector agroalimentario. 'Detectamos un nicho de mercado y decidimos dar el salto. Durante un año realizamos el plan de negocio y el plan estratégico de Inkoa.
En el sector agroalimentario había una gran carencia en el desarrollo y aplicación de las TIC (tecnologías de información y comunicaciones), que se importaban de Holanda e Israel principalmente', explica Itziar Unzueta, directora general de Inkoa Sistemas. El mercado situó a la empresa en la realización de proyectos integrales, es decir, desde los estudios previos hasta la implantación de los proyectos, 'todo con nuestra tecnología', precisa la directora general. 'Es una solución integral. El cliente nos dice, por ejemplo, que quiere una instalación de cultivo protegido, y le decimos desde qué debe producir, según donde se ubique, hasta las instalaciones que necesita'.
Esta metodología de trabajo sirve para el sector agrícola, pero Inkoa también está presente en el sector ganadero, el ambiental y energía, forestal, alimentario y biotecnológico. En Brasil, por ejemplo, Inkoa está desarrollando un macroproyecto de trazabilidad en internet para las más importantes asociaciones ganaderas del país, que abarca toda la cadena de valor del sector cárnico: desde el productor al consumidor. La actividad de Inkoa se inició en el sector agrícola y en 1995 ya realizó los primeros proyectos integrales con la tecnología de control de clima y riego para empresas como Icona, Hunosa y Bodegas Torres, creando un departamento propio de I+D para desarrollar y dar un impulso al plan tecnológico.
El año clave de Inkoa es 1996. Entonces llegó su primer proyecto internacional. La compañía se engancha al programa europeo Thermie de aprovechamiento de la energía geotérmica para la producción de cultivos subtropicales en las islas Azores.
Plan de internacionalización
Entonces es cuando Inkoa elabora el plan de internacionalización, que lleva a que actualmente el 65% de sus productos se exporten. 'Decidimos dirigirnos a un segmento pequeño de clientes donde el aporte de tecnología es clave, y eso nos llevó a buscar clientes en todo el mundo', comenta Itziar Unzueta.
La entrada en China fue otro momento clave. En 1998, Inkoa Sistemas realizó un proyecto europeo para la provincia china de Hubei, que sufría problemas periódicos de inundaciones por el Yangtse, el río que atraviesa todo el país y el tercero más largo del mundo. 'Vimos que había un importante mercado en el sector agroalimentario'.
Un ejercicio más tarde abrieron una oficina de representación en Pekín y en 2001 firmaron el primer proyecto de desarrollo rural en China por un valor de cuatro millones de dólares, cuyos beneficios afectan a una población de 200.000 personas en la provincia de Sichuan.
Esta década ha servido para el constante desarrollo y crecimiento de Inkoa Sistemas, introduciéndose recientemente en el ámbito de la trazabilidad alimentaria (que asegura la procedencia y calidad de la carne hasta que el producto llega al consumidor) y en sistemas automáticos de control de puntos críticos para la seguridad alimentaria. Hace tres años la compañía se introdujo en el ámbito de la biotecnología con dos nuevos proyectos, uno para el desarrollo de biosensores en la industria vitivinícola y otro para la detección de patógenos alimentarios.
La cooperación tecnológica es una constante en los trabajos de Inkoa. Además del proyecto Thermie, ha participado en el Programa Iberoeka del CDTI para el desarrollo de sistemas de control de clima y ferrigación integrado para cultivos intensivos con empresas de Chile; el Programa Eureka para el desarrollo de un sistema autónomo de energía solar térmica y fotovoltaica, o el de cooperación LAL para la reforestación de la provincia china de Hubei.
La actividad tecnológica de los dos últimos años se ha centrado en la conclusión de los desarrollos de las aplicaciones para el sector cárnico, que le ha llevado a abrir representaciones comerciales en el mercado brasileño y argentino. Estos proyectos han contado con la financiación del CDTI, para desarrollar las plataformas en internet de trazabilidad, una materia que Itziar Unzueta señala que está en auge debido, en gran parte, a las crisis alimentarias de los últimos años. Como muestra de la diversificación de su actividad empresarial, Inkoa Sistemas está liderando el proyecto europeo Biosoil, dentro del programa Life-Medio Ambiente que desarrolla la Comisión Europea. Este trabajo persigue demostrar la viabilidad técnica y económica de la tecnología de la biorremediación con compostaje para la recuperación de suelos contaminados y permitir así el uso residencial y económico de estas zonas.
El pasado ejercicio tuvo como hito destacable el desarrollo de una nueva línea tecnológica para el desarrollo de biosensores para el sector agroalimentario y medioambiental con un nuevo proyecto para la detección de patógenos, en cooperación con el CSIC, la Universidad de Barcelona y otros centros tecnológicos. Unzueta destaca la importancia de la ayudas tanto del CDTI (a través de los fondos Feder) como del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo (a través del programa Profit) y el Departamento de Industria del Gobierno vasco (en su programa Intek), 'que son primordiales para que las empresas podamos desarrollar tecnología propia y competir en los mercados internacionales'.
La competencia es un estímulo para la firma vasca Inkoa Sistemas. 'Nos peleamos con empresas francesas, holandesas y alemanas', apuntilla Itziar Unzueta. A los proyectos ya conocidos se suman otros. 'Estamos trabajando con programas en Emiratos Árabes, Ghana, Rumanía y Hungría', señala la directora general de la empresa, que también apunta que la sociedad es requerida para afrontar programas 'en otros países'.
Datos básicos
VENTASLa cifra de negocio superó en 2005 los 7,8 millones de euros, un 16% más que en el ejercicio anterior. Para este año está previsto que sus ventas se sitúen en los 10 millones. Gran parte de los beneficios se reinvierten en investigación y desarrollo, un apartado al que en 2004 destinaron 820.000 euros, más del 12% de su facturación. Esta cuantía, hace apenas cuatro años, suponía medio millón de euros. Su progresiva internacionalización le ha llevado a realizar proyectos en 26 países y tener oficinas propias en otros siete, de las cuales dos se encuentran en Pekín y Shanghai (China).
TECNOLOGÍASLa compañía tiene una variada gama de tecnologías propias: sistemas de control inteligente de variables agroclimáticas, sistemas de identificación electrónica ganadera o plataformas de gestión de seguridad alimentaria operativas en internet. A éstas se unen los desarrollos de biosensores para medir la calidad del vino, la estación inteligente para el control de plagas en la agricultura o los sensores de control de humedad para sustratos. La firma se estructura como grupo, del que cuelgan sociedades como Ekotek, Track, Agroaldea y una fundación sin ánimo de lucro (Sustalde), para el desarrollo sostenible.