París despliega la alfombra roja a la inversión española
Francia dedica exclusivamente a España su primer centro de negocios extranjero.
España gana los favores de Francia de forma acelerada. El deprimido país vecino ya no sólo observa con marcada admiración la fulgurante evolución de un país que durante años sólo pisó de forma esporádica para disfrutar de vacaciones baratas. Hace ya un tiempo que el español ha desbancado al alemán como segundo idioma extranjero en el sistema escolar -después del inglés- y el cambio de Gobierno en España ha avivado las relaciones entre ambos países.
La línea de puntos que en el mapa los separa ha creado de forma natural una relación comercial que hoy se traduce en 65.000 millones de euros en intercambios cada año. España es el tercer cliente de su vecino galo y su primer proveedor. Y últimamente, las ventajas fiscales que ofrece el derecho francés en el sector inmobilario han despertado el olfato empresarial de Metrovacesa, con la compra de la inmobiliaria francesa Gecina por 5.500 millones de euros, de Colonial, que pagó en 2004 unos 1.638 millones por Société Fonciere Lyonnaise, y de Fadesa, que subió un 28% en Bolsa tras la compra de Financiere Rive Gauche.
Ahora, París quiere atraer la inversión española. Val-de-Marne, la región a la que pertenece la capital gala, se ha asociado con el sector privado para lanzar el primer centro de negocios extranjero en Francia, una iniciativa inédita que estará dedicada en exclusiva a España. ¿Por qué este país? 'Tradicionalmente el objetivo ha sido atraer la inversión de Alemania e Inglaterra. Hoy el potencial económico de España es enorme y queremos darle ganas de Francia', explica con ímpetu el director general de la agencia de desarrollo de la región, Joël Gayssot.
'Antes el objetivo era atraer al capital alemán e inglés. Hoy el potencial económico de España es enorme', explica el director de desarrollo de la región parisina
Sólo en el sector agroalimentario, el excedente tradicional de Francia se ha ido degradando desde 1993 por el aumento de las exportaciones de productos españoles, que en el pasado provocó agrios enfrentamientos con los agricultores franceses. Bancos de ambos países han participado en la iniciativa, además de 30 empresas, que cada año costará 100.000 euros al presupuesto público francés.
Una empresa española que quiera analizar el mercado francés con vistas a una posible implantación, tendrá a su disposición consejeros jurídicos, gestores y un largo etcétera de servicios en un centro de 1.800 metros cuadrados dedicados en exclusiva a las empresas españolas. De confirmarse la implantación, el futuro centro de negocios, que se inaugurará en el mes de octubre, alquilará oficinas en este espacio.
Todo se ha calculado con el máximo detalle para atraer la curiosidad del tejido empresarial español que aterrice en el aeropuerto de Orly, al sur de la capital, donde Iberia es además la primera compañía aérea extranjera. A sólo unos kilómetros de allí se levanta el parque de negocios Silic, líder de su sector en Europa, una verdadera ciudad que ofrece todo tipo de comodidades a las 12.000 personas que trabajan en ella.
Empresas como Abbot, Saint-Gobain, Olympus, Sanofi-Aventis o Danone se han implantado aquí, que además alberga un 30% de empresas extranjeras. El centro de negocios español se adivinará desde la autopista que conduce a París por una bandera que ondeará desde su inauguración.