Los ETF que vienen
Cuatro fondos que replican el Ibex cotizarán en breve en la Bolsa española
Los Exchange Traded Funds (ETF) o, en su terminología en español, fondos cotizados, son un producto largamente esperado por el mercado nacional, que finalmente está cumplimentando sus últimos pasos para convertirse en una realidad. Lipper en un reciente estudio sobre ETF europeos analiza en profundidad alguna de sus características y realiza hallazgos interesantes.
Este es un producto con una larga andadura en los Estados Unidos donde el primer ETF se lanzó en el año 1993. En Europa su historial es más reciente, ya que los primeros se lanzaron en el año 2000, pero desde entonces su crecimiento ha sido muy destacado, en particular en los tres últimos años, alcanzando en la actualidad alrededor de los 65.000 millones de dólares (51.000 millones de euros).
El nacimiento de los ETF en España se va a concretar en cuatro productos sobre el índice Ibex 35. Estos cuatro fondos van a ser lanzados y gestionados por las cuatro compañías que han recibido una licencia por parte de Bolsas y Mercado Españoles (BME) y que son Santander, BBVA, Barclays y Lyxor, esta última, compañía del grupo Société Générale.
Esto será sólo el comienzo, ya que previsiblemente vendrá seguido de otros ETF domésticos que buscarán replicar otros índices de la familia Ibex e índices de Bolsa europeos e internacionales. De hecho, en otras bolsas europeas la gama de productos se ha ampliado y sofisticado enormemente y ya están disponibles ETF sobre índices sectoriales, de renta fija e incluso de materias primas. Asimismo, se espera que algunas entidades registren en España los ETF que cotizan en otras Bolsas europeas, con lo que los inversores españoles podrán acceder a ellos también.
De forma resumida, los ETF son fondos que buscan replicar el comportamiento de un índice con la particularidad (en contraste con los fondos índice) de que cotizan en tiempo real en Bolsa y, por tanto, pueden ser comprados y vendidos como una acción durante el transcurso de la sesión bursátil. Algunas de las grandes ventajas que se les atribuyen son su flexibilidad, diversificación, transparencia y bajo coste. La teoría dice que permiten al inversor replicar un índice bursátil, con la diversificación que ello conlleva, con precisión y además con la posibilidad de hacerlo a muy corto plazo, ya que permiten realizar compraventas rápidas.
En su estudio, Lipper certifica el bajo coste de estos productos, ya que según los datos de Lipper Fitzrovia para Europa, el TER medio ponderado (gastos totales anuales del fondo, de los que las comisiones son parte importante pero no única) de los fondos de renta variable gestionados activamente se sitúa en el 1,63%. Por el contrario, el TER de los fondos índice se reduce al 0,86%, mientras que el de los fondos cotizados o ETF baja hasta el 0,39%.
Sin embargo, la investigación que se lleva a cabo en el estudio se centra fundamentalmente en la capacidad de los ETF para replicar sus índices de referencia con precisión. Las averiguaciones son interesantes y algunas de ellas con aplicaciones potencialmente prácticas para el sector institucional.
Algunas de las conclusiones más destacadas son que los ETF domésticos que persiguen replicar índices domésticos, como será el caso de los cuatro primeros fondos sobre el Ibex 35, muestran una correlación elevada con los mismos. Los resultados de correlación y otras medidas similares siguen siendo relativamente positivos aunque empeoran para ETF que buscan replicar índices paneuropeos, de renta fija o en el caso de índices domésticos replicados por ETF negociados en otras Bolsas europeas. Por último, los ETF europeos que persiguen replicar índices internacionales, como puedan ser el Nasdaq 100 o el S&P 500 por ejemplo, muestran los niveles de correlación más bajos y tienen potencial de desviaciones bastante significativas en determinados periodos cortos de tiempo, aunque en el medio y largo plazo tiendan a converger.
Los factores que pueden influir en estas posibles discrepancias son variados y van desde la liquidez o los diferenciales entre el precio de compra y venta hasta diferencias en horarios de negociación o tipos de cambio. En cualquier caso, estos son elementos de interés fundamentalmente para el inversor institucional y profesional, que puede beneficiarse de los mismos, ya que para el inversor minorista medio son una buena opción de exponerse al comportamiento de un índice a medio y largo plazo.
Análisis. Apto para el minorista
Los ETF son un producto que pueden comprar tanto inversores institucionales como el pequeño inversor minorista, ya que, al contrario que los futuros, la inversión mínima es muy reducida.La realidad europea muestra, no obstante, que es el inversor institucional el mayoritario, mencionándose una cuota del 80% como probable.El caso italiano, debido a un gran esfuerzo promotor del producto, es una excepción entre las bolsas europeas, con un 60-65% para el inversor minorista.