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Infraestructuras

La obra pública busca cómo ahorrar tiempo y dinero

España licita en tres años obras por 14.200 millones con financiación mixta

La necesidad de construir cada vez más infraestructuras sin incurrir en déficit ha agudizado el ingenio de administraciones, empresas constructoras y entidades financieras. De ahí que cada vez se creen fórmulas de financiación público-privadas más sofisticadas para las grandes obras.

Primero fue el peaje tradicional o el sistema de 'pago por uso' que comenzó aplicándose exclusivamente a las carreteras y después evolucionó a toda clase de equipamientos y de usuarios.

Así, además de autopistas de pago, el peaje en sombra, aquél que es desembolsado por la Administración y no por el usuario, se usa ya en hospitales, obras ferroviarias, o cualquier clase de edificios públicos.

¿Qué ventajas ofrece esta vía frente a la contratación pública tradicional? Al traspasar el riesgo de la construcción y posterior explotación de la infraestructura al capital privado, la disponibilidad de recursos con que debe contar la Administración es menor y no por ello se retrasa la puesta en marcha de proyectos que mejoran la competitividad y productividad de las distintas economías.

Según un estudio elaborado por PricewaterhouseCoopers (P&C), en Reino Unido, que es el país del mundo que más ha desarrollado esta clase de fórmulas, existen cálculos que estiman que los ahorros en tiempo y costes que supone el empleo de estos mecanismos frente a la financiación exclusivamente presupuestaria alcanza el 20%. 'No sólo se logra que las obras sufran menos modificados, sino que las empresas no empiezan a recuperar su inversión hasta que finalizan la obra, por lo que los retrasos son mínimos', explicó ayer el socio de P&C Guillermo Massó. En la actualidad, se estima que el 83% de la contratación pública de este país se realiza a través de la financiación público-privada.

El informe revela que entre 2004 y 2005 se realizaron en el mundo un total de 206 proyectos bajo este tipo de fórmulas por valor de 42.000 millones de euros, de los cuales 152 tuvieron lugar en Europa por un total de 21.000 millones.

En España, por su parte, durante los últimos tres años se han licitado 183 que suman una inversión de 14.229 millones. Las comunidades autónomas sacaron a concurso el 54% de los proyectos por 7.647 millones.

Respecto al reparto de la financiación que contempla el plan de infraestructuras 2005-2020, P&C aseguró que el Ministerio de Fomento 'debería ser más ambicioso' a la hora de determinar la participación del capital privado, inicialmente establecida en el 20% de los casi 250.000 millones que movilizará dicho programa. No obstante, se mostró convencido de que ese porcentaje será ampliamente superado.

Una nueva fórmula que carece de color político

La práctica demuestra que las distintas fórmulas de financiación de infraestructuras con colaboración público-privada que se están desarrollando desde hace varios años no entienden de color político.Tal y como recordó ayer el socio de Infraestructuras de PricewaterhouseCoopers Guillermo Massó, Reino Unido es un claro ejemplo de esta característica, ya que el capital privado ha participado en las grandes obras tanto en los gobiernos conservadores, como en los laboristas. 'En España ha ocurrido algo similar, ya que todas las comunidades, independientemente de quién las gobierne, han entrado en este sistema', dijo.

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