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Mercados

Los accionistas de Euronext también prefieren Nueva York

Los accionistas de Euronext votaron, en una decisión no vinculante, en contra de la propuesta de compra lanzada ayer mismo por Deutsche Börse, que eleva el precio sobre ofertas anteriores.

Euronext dio ayer un paso decisivo en su voluntad de ser comprada por la Bolsa neoyorquina NYSE. Los accionistas de la plataforma europea, que reúne las Bolsas de Ámsterdam, Bruselas, Lisboa y París dieron luz verde a la oferta de NYSE, que de realizarse creará la mayor Bolsa del mundo. El 54% del capital rechazó la propuesta alemana, una victoria para el presidente de la compañía, Jean-François Théodore, partidario de la propuesta estadounidense.

Deutsche Börse, que ahora corre el riesgo de quedarse aislada en la carrera por la consolidación de los mercados bursátiles, se resiste a dejar escapar la oportunidad. En la noche del lunes al martes anunció su intención de pujar más fuerte por la plataforma paneuropea, con una oferta de 8.620 millones de euros en efectivo y en acciones, por encima de los 8.000 del mercado estadounidense.

Sin embargo, el presidente de Euronext lo dejó ayer claro: 'La oferta de NYSE ofrece el mejor precio, las mejores sinergias y el menor riesgo a la hora llevar la operación a cabo'. Euronext estima entre 124 y 154 millones de euros las sinergias en caso de una unión con el operador de la Bolsa de Fráncfort, 'dos veces menos que las resultantes de una fusión con NYSE'.

A ello se añaden los problemas de competencia que podría plantear una unión con Deutsche Börse. De concretarse, un único grupo concentraría el 90% del mercado europeo de derivados, con el riesgo de un bloqueo por parte de la Comisión Europea. Dificultades que retrasarían la puesta en marcha de la operación hasta 12 meses, 'frente a sólo seis meses' con NYSE.

En cualquier caso, la decisión final será de los accionistas, que podrán pronunciarse durante una próxima junta general extraordinaria. Algunos accionistas de relevancia, como el fondo The Children's Investment (TCI), que tiene el 10% de Euronext, o Atticus, con el 9%, han declarado públicamente que prefieren una fusión con Deutsche Börse.

Otros señalaban que tanto la oferta estadounidense como la alemana no valoraban la compañía correctamente, según Reuters. A los precios de ayer, la propuesta de NYSE suponía una prima sobre la valoración actual de las acciones del 1,5%, mientras la de Deutsche Börse está un 9,4% sobre la cotización. Un portavoz de Euronext, con todo, señaló que la oferta alemana era confusa y que, en realidad, sólo pagaba 58 euros por acción frente a los 70 que asegura Deutsche Börse. El mercado baraja, en todo caso, la posibilidad de que los competidores eleven la puja. Reto Francioni, presidente de Deutsche Börse, no se da por vencido. 'Seguimos creyendo en el valor y las sinergias de una combinación entre Deutsche Börse y Euronext'. La compañía analizará el impacto de la respuesta de Euronext en su junta de accionistas de hoy.

La Bolsa española, centrada en su propio estreno bursátil

El comentario de la Bolsa española ante los movimientos de integración en Europa ha sido el mismo desde hace años. Ninguno. Hasta el momento, todos los grandes movimientos han sido frustrados, y ninguno de ellos ha sido protagonizado por BME. Ayer, ante el acercamiento de Euronext y NYSE, el comentario era el mismo. Y esta vez, además, había una coartada evidente. La Bolsa española va a salir a Bolsa. Si no surgen problemas de última hora con los trámites del proceso, BME tiene planeado estrenarse en el parqué el día 12 de julio. Las Bolsas que ya cotizan, por otra parte, se recuperaron ayer de las duras pérdidas del lunes. Euronext cerró la sesión con una subida del 3,63% y Deutsche Börse avanzó el 1,44%. Pero Bolsa de Londres perdió el 1,34% y NYSE el 0,6%.

La importancia de la cuestión regulatoria

Los hechos han ido por delante de las normas en el proceso de consolidación de los mercados. La propuesta de unión del NYSE y Euronext obliga ahora a plantearse el modo de regular un mercado abierto 22 horas al día, en países diferentes, con distintas jurisdicciones y distintos tipos de activos. El debate, en todo caso, estaba larvado en un marco inversor en el que las fronteras importan cada vez menos. La SEC, supervisor de EE UU, tiene previstas reuniones con los supervisores británicos. La mayoría de los expertos cree que la eventual nueva estructura puede permitir que cada Bolsa se regule en cada uno de los países de origen.La oferta de NYSE, de hecho, prevé un compromiso común por una regulación cooperativa y multilateral, que dejará a las entidades europeas bajo el control de sus propios organismos reguladores. En el caso de Euronext, se trata de la Autoridad de Mercados Financieros (AMF).Se pueden plantear, en todo caso, algunos problemas en cuestiones como la aplicación de leyes de buen gobierno de EE UU, como la Sarbanes Oxley. Precisamente esta ley ha sido decisiva para que muchas compañías dejen de cotizar en el mercado neoyorquino y eviten los costes que acarrea. Empresas americanas han salido a los mercados en los mercados europeos, como fue el caso de KKR, la firma de Nueva York que inició su andadura en Ámsterdam a principios de mes. A falta de una supraestructura reguladora -que ahora se suple con contactos bilaterales que no siempre dan frutos-, el reparto de tareas es un caso abierto para resolver por los reguladores, que ahora tienen que acometer la parte que les toca en el proceso de integración y la globalización de los mercados internacionales.

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