Una directiva europea incentivará la competencia entre Bolsas
La MiFID provocará una revolución en los mercados de la UE'. El presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Manuel Conthe, se expresaba así ayer al describir los retos y desafíos a los que se enfrentan los sistemas financieros europeos, ante la entrada en vigor de la Directiva de Mercados e Instrumentos Financieros. La MiFID, como se conoce, entra en vigor en noviembre de 2007.
Esta directiva forma parte, junto con otras tres, del Plan de Acción de Servicios Financieros de la UE, y es la parte más importante de ese plan, según señalaron ayer los asistentes a unas jornadas de PricewaterhouseCoopers en Madrid. La MiFID ahonda en tres aspectos clave: la unidad de mercado, la protección al inversor y el aumento de la competencia. Su contenido conlleva desafíos y cambios importantes en las legislaciones nacionales.
La directiva suprime la norma por la que las órdenes deben tramitarse a través de un mercado organizado. La negociación se abre así a la competencia, 'lo cual requerirá una modificación en la Ley del Mercado de Valores', según adelantó ayer Conthe. La MiFID exige la competición en igualdad de condiciones de los mercados oficiales, como la Bolsa de Madrid, de los mercados centralizados no oficiales (como Latibex y el Mercado Alternativo Bursátil) y de los intermediarios de manera interna.
La norma obligará a reformar la Ley del Mercado de Valores para abrir la Bolsa a la competencia
Asimismo, se da libertad para elegir cámara de compensación y liquidación, con lo que se rompe el nexo que hay en España entre mercado e Iberclear. 'La directiva no desarrolla mucho este aspecto', explica Conthe. 'Probablemente se propondrá una nueva sobre este tema'.
Según adelantó ayer el presidente de la CNMV, los supervisores de la UE están discutiendo sobre un sistema informático para centralizar la información de las operaciones que se hacen con un valor en toda la UE; aspecto de la MiFID que ahonda en la unidad de mercado.
La directiva amplía el concepto de empresa de servicio de inversión (ESI) e incluye a otras entidades además de agencias, sociedades de valores y gestoras de carteras. Esto requiere un cambio de normativa. Asimismo, establece unas normas de conducta, entre las que figura el principio de mejor ejecución, es decir, que obliga al intermediario a tramitar la orden del mercado en las mejores condiciones. 'Se crea un conflicto de interés al incluir como ESI a entidades que emiten productos no sujetos a la Ley del Mercado de Valores', subraya Conthe. Por ejemplo, una entidad que ofrece sus depósitos a través de su red de oficinas debería ofrecer a sus clientes el mejor depósito del mercado aunque no sea de su propia red, según la directiva.
Implicaciones de la normativa en el folleto de BME
La Directiva de Mercados e Instrumentos Financieros (MiFID) va a generar cambios en el modelo de negocio de las Bolsas europeas, incluida Bolsas y Mercados Españoles (BME). El hecho de que la normativa abra la negociación de activos a la competencia tiene implicaciones claras.El presidente de la CNMV, Manuel Conthe, afirmó ayer que estas 'potenciales implicaciones' deberán quedar detalladas en el folleto de salida a Bolsa que prepara BME. 'Si cambia el modelo normativo, es preciso que al sacar a Bolsa BME haya un conocimiento pormenorizado del impacto de la directiva MiFID en la compañía', explicó. La compañía que preside Antonio Zoido tiene previsto aprobar su salida a Bolsa en una junta el 6 de junio.La normativa, según explica PricewaterhouseCoopers (PWC) en un documento, suprime la regla de concentración, de manera que las autoridades nacionales ya no pueden exigir a las entidades que transmitan las órdenes únicamente a través de las Bolsas nacionales. El argumento de esta exigencia era que esa concentración permitía la formación correcta de precios y favorecía la liquidez.La nueva normativa facilita la competencia de plataformas diferentes de negociación, así como la de 'internalizadores sistemáticos'. Se entiende por ello a grandes entidades que periódicamente ejecutan órdenes de clientes por cuenta propia en lugar de a través de un mercado.'Como alternativa, MiFID establece normas nuevas y detalladas sobre transparencia previa y posterior a la negociación, junto con normas de publicidad de las transacciones, sin que establezca cómo deberán cumplirse estos requisitos', apuntan en PWC.