El sector turístico de EE UU acusa un exceso de seguridad
'Los vientos de cambio en la industria del turismo están siendo intensos pero a pesar de eso no todo el mundo tiene la sensación de que va a cambiar'. Son palabras de José Luis Zoreda, consejero delegado de alianza Exceltur, tras la primera de las jornadas de la cumbre Internacional de Turismo que se celebra este año en Washington.
Buena parte de esta primera jornada de la cumbre, organizada por el Consejo Mundial de Turismo y Viajes (WTTC en sus siglas en inglés), se centró en la importancia que tiene este sector para la economía de un país. Hecho que quedó demostrado tras las atentados de 2001, cuando otros negocios, como el comercio, se vieron arrastrados por la caída en el número de turistas.
El análisis presentado por ponentes como Gene Sperling, ex asesor económico de Bill Clinton, Thomas Donohue, presidente de la cámara de comercio y Jay Rasulo, presidente de parques del grupo Disney, habla de un país que ha sabido recuperarse de unos ataques terroristas pero que aún no se ha terminado de recuperar por las fuertes demandas impuestas por el departamento de Seguridad Nacional, cuya prioridad es asegurar las fronteras. El problema fundamental para esta industria no sólo es superar la 'paranoia' a pesar de las crecientes medidas de seguridad, sino unir un sector fragmentado que no se une en políticas comunes de marketing o que a diferencia de otros sectores carece de un lobby poderoso en Washington que les represente y les facilite el diálogo con el Congreso o el Gobierno.
Zoreda señaló que este problema es similar al que existe en España. 'Hay un sector menos reconocido de lo que representa para la economía (el 11% del PIB), poco unido y con dificultades para exponer planes de futuro'.